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El debate de la eutanasia pasa de los ciudadanos a los diputados

El Congreso aprueba debatir una propuesta del Parlamento catalán sobre el suicidio asistido. La Cámara baja ya trabaja en un texto de Ciudadanos sobre la muerte digna. En España hay penas de prisión por ayudar en este tránsito.

Archivado en: sociedad, suicidio, eutanasia

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Los pacientes tienen derecho a renunciar a un tratamiento en España

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GENTE
18/5/2018 - 09:45

La despenalización de la eutanasia ha entrado en el Congreso de los Diputados de la mano de una proposición de ley del Parlamento de Cataluña, que fue tomada en consideración el pasado jueves a pesar de la oposición del PP y UPN y de la abstención de Ciudadanos.

En concreto, el texto consta de un artículo único en el que se propone modificar el apartado 4 del artículo 143 del Código penal para que queden exentos de responsabilidades los que "de manera indirecta o cooperando ayuden a morir de manera segura, pacífica y sin dolor" a una persona que lo pida de forma "expresa, libre e inequívoca". Además, se indica que, el paciente deberá sufrir "una enfermedad terminal" o una "patología incurable" que le provoque un "sufrimiento físico o psíquico grave que se prevea permanente".

QUÉ DICE LA LEY
Con esta nueva redacción, se modificaría el texto actual del Código Penal en el que se recoge que, quien induzca al suicidio de otro será castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años, mientras que aquel que coopere con esta actividad también será castigado con la prisión. En este caso, con penas de hasta diez años, en el caso de que se ejecute la muerte.

A pesar de que la eutanasia no está regulada en España, sí lo está la negativa a recibir un tratamiento, lo que, para algunos pacientes en fase terminal, es una manera indirecta de lograr el mismo objetivo. Esta circunstancia es considerada como una paradoja por el médico y presidente de DMD Madrid, Fernando Marín, que insiste en que las personas cuyas vidas dependen de un tratamiento ya pueden disponer de su vida, pero el resto no.

OTRAS PROPUESTAS
La iniciativa llega a la Cámara baja pocos días después de que el PSOE presentara otra proposición en la misma línea, pero más amplia, y justo cuando se está debatiendo en ponencia una ley de dignidad al final de la vida de Ciudadanos. Estos textos, cuya andadura por el Parlamento puede ser paralela, podría dilatar la aprobación de la eutanasia, una práctica legal en algunos países como Holanda, Bélgica o Luxemburgo.

Por el momento, la propuesta de la formación naranja no trata de manera explícita la eutanasia, centrándose más en el concepto de "muerte digna" a través de los ciudadanos paliativos.
Por su parte, la opción socialista es más restrictiva que la llegada desde el Parlamento catalán, ya que impone plazos y mecanismos de control que, para algunos defensores de esta práctica, son una limitación de los derechos de los pacientes. Es el caso de Javier de Lucas, catedrático de Filosofía de Derecho y Política de la Universidad de Valencia, que considera el texto del PSOE "timorata, paternalista e incompatible".

Frente a estas iniciativas se sitúan el PP y organizaciones como Foro de la Familia o la Conferencia Episcopal. "Es todo un monumento a la insolidaridad y al descarte humano", indicó José María Gil Tamayo, portavoz de los obispos españoles.

A pesar de esta oposición, lo cierto es que, por primera vez, el reparto de fuerzas del Congreso de los Diputados, unido a la pérdida de la mayoría absoluta del Partido Popular, podrían confluir en la despenalización y aceptación de la eutanasia.

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El suicidio asistido de David Goodall reabre la polémica:

El caso del australiano David Goodall ha reabierto el debate internacional sobre la eutanasia. Justo el día que cumplió 104 años, este científico explicó ante una televisión australiana que, aunque no padecía ninguna enfermedad en fase terminal, consideraba que su calidad de vida se había deteriorado. "No soy feliz. Quiero morirme", dijo. "Lo que es triste es que me lo impidan. Mi sentimiento es que una persona mayor como yo debe beneficiarse de sus plenos derechos de ciudadano, incluido el derecho al suicidio asistido", añadió. Finalmente, tuvo que trasladarse a Suiza donde la ONG Eternal Spirit le ayudó a morir, rodeado de su familia.

Casos españoles
En España, el caso más paradigmático es el de Ramón Sampedro, que a sus 55 años llevaba 29 postrado en una cama y cuya vida se convirtió en la película 'Mar adentro'. Tras una batalla legal de cuatro años,  se suicidó con ayuda de una amiga el 12 de enero de 1998.

Más tarde, en 2016, Andrea, una niña de 12 años con una enfermedades neurodegenerativa, dejó de recibir alimentación por gastrostomía y fue sedada hasta su muerte, por deseo de sus padres.

También es tristemente conocido el técnico de televisión Luis de Marcos, que padecía fuertes dolores a causa de una esclerosis múltiple primaria progresiva. Este hombre de 50 años falleció hace diez meses sin lograr su objetivo de conseguir una muerte asistida.

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