sábado, 20 de abril de 2024 01:42 www.gentedigital.es facebook twitter

Gente digital

Logotipo diario gente
Kiosko. Portadas de periódicos

Bajo la lupa nuclear

Las Corts Valencianas han aprobado rechazar la instalación del almacén de residuos nucleares en su región. En Burgos varios municipios luchan por ampliar la vida de la central de Garoña.

Archivado en: energía nuclear

aumentar texto reducir texto imprimir enviar noticia comentar

El Foro Nuclear afirma que es necesario construir dos o tres reactores más en España

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear 

gentedigital.es/Ana Vallina Bayón
02/10/2010 - 00:35

Valle de Tobalina, Burgos, 25 de septiembre. Maratón popular por la continuidad de la actividad de la central nuclear de Santa María de Garoña. Cofrentes, Valencia, 21 de septiembre, manifestación de grupos ecologistas y vecinos contra la instalación del Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares en la localidad de Zarra. Reivindicada y denostada, en 2009, la energía procedente de los ocho reactores nucleares españoles supuso el 17,61% del total consumido en nuestro país.

El futuro 'mix' energético que impulsa las energías renovables, hoja de ruta del Ejecutivo, no puede prescindir de la aportación nuclear a corto plazo. Sus detractores, entre ellos entidades como Greenpeace, hablan de riesgos, de residuos que tardan "miles de años" en ser "inofensivos", del poco empleo que genera y del caro coste público que acarrea al Estado. Sus defensores destacan su seguridad por el alto nivel tecnológico de las instalaciones, su bajo impacto medioambiental ya que "en todo su ciclo, desde la fabricación de equipos, construcción, obtención de combustible y hasta la operación, la cantidad de gases de efecto invernadero producidos es similar a la eólica, unos 5 kilogramos de CO2 por Mwh, mientras el carbón y el petróleo producen en torno a 900 kilogramos por Mwh y la energía solar, unos 60 kilogramos", explica Eugeni Vives, portavoz de la Sociedad Nuclear Española.

SIN CALENDARIO DE CIERRE
No existe un calendario de cierre para las centrales de este tipo en España, pero tampoco está previsto la ampliación del parque nuclear. El Consejo de Seguridad Nacional es quien concede la renovación de las licencias y suele ofrecer una prolongación de diez años. No obstante en 2009 el ministerio de Industria renovó la autorización de explotación de la central de Garoña por un periodo de tan sólo cuatro años que caducaría en 2013, a pesar del informe favorable presentado por el CSN. "Queremos que la central siga funcionando porque genera riqueza para los municipios de la comarca, no sólo por el empleo sino también a través de los impuestos", asegura el alcalde de Valle de Tobalina, Rafael González Mediavilla. Desde el Foro Nuclear, asociación que aglutina a las industrias del ramo en España, señalan que la energía nuclear es "la primera opción para obtener un suministro eléctrico seguro y competitivo", al tiempo que remarcan que en el horizonte de 2035 el desglose idóneo de la cesta eléctrica para nuestro país sería un 21% para nuclear, un 35% para renovables, un 17% para el carbón y un 27% para gas natural. Para alcanzar estos porcentajes, "España necesita construir dos o tres reactores más", aseguran.

EL POLÉMICO ATC
Actualmente, los residuos nucleares se custodian en las propias centrales nucleares, incluso en la desmantelada de Zorita, y aquellos de baja y media actividad radiactiva en el almacén de El Cabril en Córdoba que gestiona Enresa. La necesidad de buscar un emplazamiento centralizado para los residuos ha devuelto al centro de la polémica la energía nuclear. Durante estas semanas, tras conocerse que Zarra era el lugar "idóneo" para el Gobierno han sido numerosas las protestas ciudadanas que temen las consecuencias de la "basura nuclear". El diseño del ATC, que sigue un modelo holandés en funcionamiento ha recibido la "apreciación favorable" del Consejo de Seguridad Nuclear, del Foro y de la Sociedad Nuclear Española. El portavoz de esta asociación, Eugeni Vives, afirma que "el ATC es una instalación pasiva y no se genera ninguna reacción en cadena, por lo que no puede afectar a la salud de las personas".

En esta misma línea de defensa Vives apunta a que "los elementos combustibles irradiados no se pueden utilizar por su diseño en las centrales actuales de nuestro país, pero conservan el 90% de su capacidad de generación, pudiéndose utilizar en el futuro en los reactores que en este momento se encuentran en fase de desarrollo, en este caso las existencias de combustible estaría por encima de los dos mil años".

No obstante, la oposición social en Valencia para albergar el ATC es generalizada, salvo para las Cámaras de Comercio que apoyan el proyecto. Las Corts ya han anunciado que impedirán su instalación en su región, con una moción aprobada con el voto a favor de todos los grupos parlamentarios.

Gente Digital en Facebook

Grupo de información GENTE · el líder nacional en prensa semanal gratuita según PGD-OJD
Desarrollado por Tres Tristes Tigres