Estos vecinos denuncian que conviven desde noviembre de 2019 con una “reverberación acústica” que les impide descansar. Tras varias recogidas de firmas y protestas, esperan al juicio que se celebrará en septiembre.
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"No podemos entender la inacción y el desamparo del Ayuntamiento"
F. Q.
01/7/2022 - 00:31
Para Manuel y José María la llegada de la noche no es sinónimo de descanso. Estos dos vecinos de Alcobendas llevan desde noviembre de 2019 sufriendo los ruidos y vibraciones de la maquinaria de un supermercardo que tienen situado justo debajo de su vivienda. "Al principio no teníamos claro el origen del ruido, pero con la llegada de la pandemia solo quedó abierto este establecimiento. Ahí salimos de dudas", explican a GENTE. Desde entonces, han transmitido sus quejas, tanto al Ayuntamiento de Alcobendas como a la gerencia del propio supermercado con respuesta insatisfactoria por ambas partes hasta el momento.
Esas quejas se han traducido en cerca de 30 informes policiales que atestiguan el ruido que tienen que soportar en su vivienda y en la apertura de una vía judicial que se está dilatando más de lo deseado. En mayo de 2021 los dos vecinos deciden interponer una denuncia, amparándose en las mediciones realizadas por un perito que ellos mismos contrataron. Su informe cifra entre 35 y 38 los decibelios en los dormitorios de la vivienda. Entre las 22 y las 8 horas, la ley dicta que no se pueden superar los 30.
Finalmente, y tras una suspensión previa, la vista ha quedado fijada para finales del mes de septiembre, una fecha a la que Manuel y José María miran con cierta ilusión, pero también con un punto de cautela. "En el caso de que el juez no nos diera la razón, tendríamos que valorar qué hacer. Nos hemos planteado vender la casa, pero no queremos que nadie pase por esta misma situación", afirman.
CONSECUENCIAS
En total, son casi tres años los que llevan conviviendo con una situación que les está afectando económicamente (cifran en casi 6.000 euros la inversión entre peritos y abogados), pero especialmente a su salud. "Estoy tomando medicación por ansiedad, incluso hemos tenido terrores nocturnos, pero no puedo pedir la baja, ya que supondría pasar más tiempo en casa", argumenta Manuel.
Respecto al Ayuntamiento, los dos vecinos lamentan "la inacción y el desamparo" al que se han visto relegados, un enfado que aumenta cuando les propusieron "medidas cosméticas, como el uso de tapones". GENTE se ha puesto en contacto con el Consistorio para conocer su versión de los hechos sin haber obtenido respuesta al cierre de esta edición.
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