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Torrecárdenas concluye la segunda fase de una anastomosis magnética realizada por primera vez en lactante

Cirujanos pediátricos del Hospital Universitario Torrecárdenas de Almería han realizado la segunda fase de una anastomosis magnética en una paciente de menos de un año de edad con la que han conseguido la permeabilidad total del esófago de la paciente y que pueda alimentarse por la boca y no mediante una sonda a través del estómago como lo hacía hasta el momento.

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10/7/2020 - 11:39


ALMERÍA, 10 (EUROPA PRESS)

Cirujanos pediátricos del Hospital Universitario Torrecárdenas de Almería han realizado la segunda fase de una anastomosis magnética en una paciente de menos de un año de edad con la que han conseguido la permeabilidad total del esófago de la paciente y que pueda alimentarse por la boca y no mediante una sonda a través del estómago como lo hacía hasta el momento.

La segunda fase de esta "complicada intervención" realizada en un lactante es la continuación de la primera operación realizada en España de estas características, según ha indicado el centro hospitalario en una nota.

Bajo la coordinación y dirección del doctor Luis Alonso Jiménez, jefe de Servicio de Cirugía Pediátrica, y junto a los doctores Eduardo López Candel, también de cirugía pediátrica y Rafael Galera, de digestivo en el área de Pediatría, se ha realizado esta intervención que ha contado con un trabajo previo de diseño personalizado y posterior colocación de dos imanes, uno en el extremo superior y otro en el extremo inferior del esófago de la paciente que ya fueron retirados y que han propiciado la sustancial mejora en la calidad de vida de la menor.

Según han detallado desde el Servicio de Cirugía Pediátrica, "había dos fondos de saco ciegos de esófago sin comunicar entre sí. El superior comunica con la boca y el inferior con el estómago". Ante esta situación se diseñó a medida y "artesanalmente" dos imanes de neodimio milimétricos y se colocaron mediante endoscopia digestiva alta, a través de la boca, un imán de neodimio en el fondo de saco superior.

Posteriormente, a través de una gastrostomía de alimentación --orificio que comunica exterior con el estómago-- se introdujo otro endoscopio y se colocó el imán de abajo en el fondo de saco inferior. El proceso, según han detallado desde el Servicio de Cirugía Pediátrica, continuó con una radioscopia "en la que vimos que ambos imanes estaban alineados y separados unos dos centímetros".

"Al controlarlos pasado un tiempo vimos en la radiografía que se habían pegado. Y al extraerlos por la boca unidos comprobamos en la esofagoscopia que gracias a la fuerza magnética y la unión de los imanes de neodimio se había creado una luz patente por la que había tránsito de saliva. Tras varias dilataciones de esa nueva luz la niña pudo realimentarse. Hemos evitado abrir el tórax y tener que hacer anastomosis esofágica quirúrgica", ha detallado.

Hay que recordar que esta paciente estaba afectada por una atresia de esófago. El esófago es por donde pasa la comida de la boca al estomago, y a la niña le faltaba una parte del mismo, por lo que quedaban las dos extremidades en formas de 'bolsa de saco', sin que hubiera una comunicación entre ambas partes.

La primera parte de la intervención se hizo a través de fuerzas magnéticas para lo que se diseñaron dos cilindros magnéticos o imanes de neodimio a la medida de la propia paciente, de forma personalizada, calculando las dos partes.

En el extremo superior con un imán de cinco milímetros de diámetro y en el extremo inferior de tres milímetros. "Todo ello con el asesoramiento técnico necesario a la hora de realizar el diseño de estos imanes", han recordado desde el Servicio de Cirugía Pediátrica.

En esta primera cirugía "se introdujo a la paciente por la boca un endoscopio pediátrico --una cámara que ofrece imágenes en tiempo real-- donde se localizó el bolsón superior cerrado y ahí se dejó el primer imán. Y a través del orificio del estómago por el que se alimentaba se introdujo el otro para buscar la parte del fondo de saco en ese bolsón de abajo para poder dejar el otro imán en esa zona". "Así, ambos se orientaron y por su fuerza magnética se juntaron. De esa manera el tejido cerrado se ha repermeabilizado asombrosamente bien, según hemos comprobado en la endoscopia que realizamos posteriormente", ha añadido.
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