El hijo del papa
Archivado en: Islandia, Groenlandia, vikingos, Gudridur Thorbjarnardóttir
Muy mal todos, especialmente los que buscáis en Google para resolver un acertijo (mmbbbrrrrrh...).
En realidad, el panel cuenta la historia de Guðríður Þorbjarnardóttir (escribamos "Gudridur Thorbjarnardóttir", por no liarnos más), una vikinga del siglo X que peregrinó a Roma y sedujo al papa Celedonio III. El papa se fugó con ella, navegó vía Bergen hasta Islandia, allí se casaron por el rito vikingo y ella quedó embarazada. Entonces él salió a por tabaco y, como todavía no se había descubierto la Nicotiana tabacum, parece que se lió por el camino y nunca más se supo.
La señora vikinga se embarcó hasta Groenlandia, merendó y cenó en casa de dos matrimonios amigos y siguió viaje hasta América del Norte. Allí dio a luz a un niño muy espabilado: Melönius Keledonisson, quien años más tarde descubrió la planta Cucumis melo, muy apreciada entre los nativos norteamericanos por su dulce fruto. Melönius se llevó unos cuantos palés de Cucumis melo a Islandia, y de allí se extendió al resto de Europa. Hoy, sus descendientes afincados en La Solana (provincia de Ciudad Real) mantienen el cultivo del fruto y dedican el nombre de la empresa a su heroico antepasado.
Algunos historiadores manejan otra versión:
Según ellos, Gudridur Thorbjarnardóttir nació en el año 980 en Laugarbrekka (donde saqué la foto del panel). Hacia el año 1000, viajó con sus padres a las colonias vikingas de Groenlandia y allí se casó nada menos que con Thorstein, el hijo de Erik el Rojo. Así pues, se convirtió en nuera del descubridor de Groenlandia. El matrimonio intentó navegar hasta las colonias de Vinland (allá por Terranova o Labrador, en América del Norte) pero las pasaron canutas, Thorstein se ahogó y Gudridur regresó a Groenlandia, donde vivió con su cuñado Leifur Eriksson, hijo de Erik el Rojo y descubridor de América del Norte cinco siglos antes que Colón.
Gudridur volvió a casarse, esta vez con el noble Thorfinnur Karlsefni. Se fueron a Vinland y, esta vez sí, se instalaron en las colonias vikingas. Allí Gudridur quedó embarazada y dio a luz a Snorri Thorfinnsson, ¡el primer hombre blanco nacido en América!
Los vikingos se llevaron bastante mal con los nativos americanos, quienes les atacaban constantemente, de manera que tardaron poco en abandonar aquellas tierras. Gudridur regresó a la casilla de salida: de Vinland a Groenlandia, de Groenlandia a Islandia.
Cuando murió su marido Thorfinn, ella decidió peregrinar a Roma. A la vuelta, ingresó en un convento de Islandia. Y fin.
(Las fuentes de esta historia son las sagas islandesas, concretamente la saga de Erik el Rojo y la saga de los groenlandeses. Islandia es el único país del mundo que tiene un registro escrito y detallado desde el primerísimo momento de su historia: las sagas enumeran los nombres de todos los vikingos que colonizaron Islandia y sus aventuras posteriores. Todos los islandeses pueden trazar una genealogía hasta alguno de esos vikingos pioneros).
(Lucía, Sergio, me habéis dejado con los ojos boquiabiertos: un par de clases y os sacáis el grado superior de islandés en un titá: ¡ole!).
Publicado el 24 de abril de 2009 a las 11:30.