Los curas mejor
Archivado en: Terranova, Red Bay, Albaola, Apaizac obeto
En 1978, unos arqueólogos submarinos canadienses rescataron el galeón vasco San Juan, hundido desde 1565 en el fondo de la bahía de Red Bay (Labrador). No existe ningún barco del siglo XVI mejor conservado: la Unesco lo escogió como símbolo del patrimonio subacuático mundial. En Red Bay también se encuentran los pecios de cuatro galeones, los restos de las chabolas y los hornos de un gran complejo ballenero y las tumbas de 140 marinos vascos. Aquello fue uno de los grandes centros productores de aceite de ballena, dentro de la red de estaciones que los vascos fundaron en las costas canadienses en el siglo XVI, donde cazaron más de 35.000 ballenas -así acabaron con ellas- y donde llegaron a juntarse dos mil vascos más cientos de colaboradores indígenas. Se estima que por un tonel de aceite llegaba a pagarse el equivalente de unos 5.000 euros. Y había galeones que todos los años transportaban mil, dos mil o hasta tres mil toneles.
Los canadienses, que consideran a los balleneros vascos como unos de los pioneros de su nación, les dedican una sala entera en el Museo de las Civilizaciones de Quebec. Y construyeron un gran museo del ballenero vasco en Red Bay.
(Foto: los miembros de Albaola descargan una chalupa ballenera en el puerto bretón de Vannes).
La embarcación que veis en la foto se llama Beothuk. Es una réplica de una de las chalupas balleneras del siglo XVI que se encontraron hundidas junto al galeón San Juan. La construyeron manualmente los carpinteros de Albaola, en el año 2006, y con ella remaron durante seis semanas por aguas de Quebec, Terranova y Labrador, vestidos con pieles de cabra, comiendo habas, quesos y nueces, bebiendo sidra y acampando en las playas.
Aquella expedición se llamó Apaizac Obeto (que significa "los curas mejor").
Durante las décadas en que los balleneros vascos trabajaron mano a mano con los nativos miqmac, se formó un pidgin vasco-algonquino (un idioma rudimentario, en el que se mezclan expresiones y palabras básicas de varios idiomas). Lope Martínez de Isasti, historiador de Lezo, relató esta historia en el año 1625:
"...en region tan remota como Terranova han aprendido los salvages montañeses con la comunicación que tienen con los marineros bascongados, que van cada año por el pescado bacalao, que entre otras cosas preguntándoles en bascuence: nola zaude, como estás: responden graciosamente: Apaizac obeto, los clérigos mejor: sin saber ellos, qué cosa es clérigo, sino por haberlo oído".
Publicado el 11 de junio de 2009 a las 08:15.







