El sargento y los cabos (Semana tonta: día 3)
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La policía militar encerró en el calabozo al sargento López. Él denunció que se trataba de un complot: llevaba varios meses investigando unos supuestos fraudes cometidos por varios capitanes, que según el sargento se dedicaban a vender material militar en el mercado negro. Al parecer, en las últimas semanas había logrado relacionar la desaparición de algunas partidas de armas con los misteriosos viajes a Uzbekistán de algunos capitanes.
El capitán Martínez desmintió la acusación y dijo que al sargento López lo habían encerrado por maltratar a sus inferiores:
-Detuvimos al sargento en cuanto empezó a atar cabos.
Publicado el 11 de julio de 2009 a las 09:30.