A topa tolondro. Viajes, escapadas y barzoneos

Super. Así es. Uno se sube al tren o entra por primera vez en ese bar al que ya no volverá o cambia a toda mecha de estación o planea por enésima vez lo que hará mañana, cuando llegue a tal sitio o descubre que todo era aún mejor de lo que tantas veces había imaginado y luego se dice: por fin, la vida. Ya era hora y tal.

Gracias, Ander.
Para los que estamos embarcados en otro tipo de viajes también es muy importante no olvidarse de esto.
"Siempre amanece. No puedes achicarte. No puedes dejarte". Lo meteré en la funda de las gafas (en mi viaje apenas uso neceser; qué cosas)

"Por fortuna siempre amanece". Un texto fantástico, Ander. Y es verdad que sirve para muchos tipos de viaje. Gracias.

Perdona, Ander, hablando de viajes, hoy he leido la crónica de El Mundo sobre los piratas de Somalia, ¿no recuerdo bien, pero puede ser que fumasen la misma droga que la gente que describías en tu libro de Djibuti, o lo he soñado?

Sí, Erri-Berri. En toda esa zona de África Oriental y en Yemen mascan kat (más que mascar, se meten las hojas del kat en la boca, las van salivando, hacen una bola y van por ahí con un gran flemón y los labios verdosos...).

¿Lo de "fumar" lo has leído por ahí? Hoy he leído en Deia una entrevista con el capitán del Alakrana y decía que el kat se lo bebían. No sé si se lo ha dicho así, si el periodista se ha liado o si realmente se hace alguna infusión o algún licor con el kat. Yo nunca lo había oído. Y lo de fumarlo tampoco.

Un amigo común, al editarme un reportaje sobre Yibuti, cometió un desliz muy gracioso: reescribió un titular y puso que los yibutíes mascaban yak. Hombre, si fueran nepalíes, jeje...