Mineros en huelga, soldados salseros
David Araña, minero en huelga
David Araña Morales, dirigente de los mineros de Huanuni, sale del ministerio y se acerca a los compañeros y los familiares que le esperan en la calle, sentados en plena avenida Mariscal Sucre, en el centro de La Paz, con pancartas en las que piden al presidente Evo que acabe con la miseria y el hambre que padecen.
"Nos dijeron que el presidente de la Comibol (Corporación Minera de Bolivia) nos recibirá a las tres. Debe darnos ya una solución, porque si no tendremos que radicalizar las medidas. Haremos huelgas de hambre con nuestros hijos y nuestras mujeres. Hemos venido muy respetuosos hasta La Paz, pero no aguantamos más.
"En el 2006 perdimos los puestos de trabajo en las minas de estaño de Huanuni. El Gobierno nacionalizó la mina, la puso bajo control de la empresa estatal. Nosotros no quisimos entrar en la empresa estatal, porque nuestros antiguos dirigentes nos dijeron que el sistema de la cooperativa iba a seguir funcionando. Nos estafaron. Ya no hubo más cooperativas. Y trajeron a mineros de otros departamentos de Bolivia y hasta de Argentina para trabajar en nuestros puestos. Nos alegramos por ellos, que son compañeros, pero le pedimos al Gobierno que nos reincorpore a las minas.
"Somos 1.200 mineros en paro. Llevamos tres años sin trabajar. Y ya no aguantamos más. Nos ofrecieron once minas para que las explotáramos en cooperativa, las caminamos todas y vimos que eran yacimientos agotados. Nos tomaron el pelo. Nos hicieron once ofertas en vano, para que nos cansáramos, para que nos rindiéramos. Pero la miseria y el hambre de nuestros hijos nos empuja. No nos rendiremos nunca.
Sobrevivimos como podemos, trabajando en lo que sea. Pero no nos alcanza y vivimos en una gran pobreza. A algunos compañeros se les han muerto niños pequeños, por mala alimentación. Y otros compañeros de Oruro se autoeliminaron: un minero y su mujer se ataron dinamita en el cuerpo y la explotaron. De ellos sólo quedaron pedacitos.
Usted sabrá que este Gobierno atiende de inmediato las peticiones de los originarios [los indígenas]. Los originarios entran en palacio con paso de parada. Nosotros también somos bolivianos y también tenemos derecho a que nos atiendan. Pedimos al Gobierno que nos dé puestos de trabajo, porque ya no podemos más".
Sargento Mamani y sargento Ruiz, cantantes de cumbias
En la plaza Murillo, sede del palacio presidencial, el congreso y la catedral de La Paz, la banda del Comando General del Ejército toca cumbias, salsa y merengue. Los sargentos Mamani y Ruiz, dos virtuosos, cantan cumbias como "Hoy aprendí" o "Bella María", contonean las caderas y piden palmas al numeroso público. "Has tirado nuestro amor por la ventana. / Tendría que llorar por ti / pero me río", canta el sargento Mamani. Entre canción y canción, prometen premio para la espectadora más alegre de la plaza: un beso de los sargentos.
Publicado el 1 de septiembre de 2009 a las 11:15.