Comiendo niños en Navarra
Archivado en: Valdorba, Navarra, Cuidadores de mundos
En Donosti no somos muy de rendir culto a Satanás, salvo el portero que ayer se nos disfrazó de goleador, pero sospecho que unos cuantos de vosotros lo habéis hecho estos días.
Este monstruo que tritura dos cabezas es Baal, un dios fenicio, caldeo, filisteo, babilonio, que aseguraba cosechas abundantes a cambio de sacrificios terribles: se metían los primogénitos recién nacidos dentro de una cabeza de toro y se le prendía fuego.
De Baal derivan "Baal Zebub", señor de las moscas, y "Belcebú," el príncipe de los demonios, uno de los nombres de Satanás. Y del culto que se le rendía a este viejo dios con fiestas, bailes y sacrificios de niños puede derivar el nombre del carnaval: "carne a Baal".
Algunas personas están realmente preocupadas con vosotros, panda de golfos, porque dicen que durante los carnavales, durante el culto a ese dios terrible, a ese diablo, os habéis entregado a las siguientes tareas: "Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y cosas semejantes". Es evidente que estas personas no han estado en el carnaval donostiarra.
En cualquier caso, al dios Baal lo tenemos bastante cerca: anda comiendo niños en la Valdorba, en la Navarra media. Aparece entre los canecillos de la iglesia de San Pedro ad Víncula, en el despoblado de Etxano, y fue uno de los elementos clave para que los investigadores comprendieran uno de los templos románicos más misteriosos del mundo. Porque, ojo al dato, esa iglesia en realidad ni siquiera es una iglesia. Su decoración no es cristiana -caso único en todo el arte románico- y transmite los mensajes alquímicos, astrológicos y cabalísticos que estaban en boga entre los pensadores del siglo XII.
Entre las mil historias fascinantes de este edificio, los expertos hablan sobre todo de la extrañísima portada. Copio dos párrafos de mi reportaje "El enigma románico de la Valdorba":
"Volvamos a la portada, la más fastuosa de todo el románico rural navarro y probablemente la más extraña del mundo. El modelo clásico dice que en el tímpano debe aparecer la imagen de Cristo Pantocrátor o, en todo caso, un crismón (el monograma de Cristo). En Etxano no hay ni uno ni otro: el tímpano está vacío. En una de las arquivoltas aparecen 25 personajes sentados a una mesa. Según la representación habitual, deberían ser Cristo y 24 reyes ancianos que llevan perfumes y tocan cítaras (instrumentos de cuerda, como corresponde a la música sagrada). Es decir: la visión del Apocalipsis descrita por San Juan. Pero aquí los personajes tocan instrumentos populares: cuernos, flauta cuadrada, flauta panera y tejoletas (una especie de castañuelas). Otros cuantos golpean la mesa o tienen las manos levantadas, símbolo de que están cantando. Una juerga en toda regla.
En el centro de la composición, preside la mesa un hombre de grandes barbas con rizos vueltos hacia fuera, al igual que otros personajes que lucen barbas y peinados extravagantes. A la derecha de este hombre aparece una gran máscara. Y a la derecha de la máscara, un personaje con dos cabezas. Este personaje es Jano, el dios romano que mira al año que se va y al año que llega, el que extiende su reinado desde las fiestas de inicio de año hasta las de la primavera: unas fiestas que luego se fundirían con los carnavales del calendario cristiano. La máscara es un símbolo evidente del carnaval. Y las barbas y los peinados representan disfraces. Conclusión: el señor de Etxano y sus amigotes están celebrando el carnaval".
El edificio es un puro misterio: se construyó junto a un palacio cuyas ruinas desaparecieron, jamás estuvo adscrito a ningún monasterio ni a ninguna orden de la Iglesia, data del siglo XII pero no aparece en ningún documento hasta el XV... Los historiadores siguen atando cabos y, con una seguridad casi completa, atribuyen la construcción del templo y la autoría de sus mensajes a un sabio inglés, uno de los personajes más fascinantes que pasó por la Navarra medieval.
La historia completa, tachán, en Cuidadores de mundos.
(Esta segunda foto, cedida por la oficina de turismo de Valdorba, es de Andrés Ortega, principal investigador del templo de Etxano).
Publicado el 15 de febrero de 2010 a las 11:45.