Tocando el vacío guipuzcoano
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En las últimas semanas, dos amigos han caído en las nieves del Pirineo: Eider (rotura de peroné) y Josema (rotura de ligamentos). Juntamos a ambos para ver la película Touching the void (Tocando el vacío), la escalofriante historia real de Simpson y Yates, dos montañeros que sufrieron un accidente durante una escalada infernal en los Andes en 1985. En cierto momento, Yates no tuvo más remedio que cortar la cuerda que sostenía a su herido amigo Simpson. Y éste cayó a una grieta helada, donde quedó con una pierna hecha astillas, tras varios días sin comer ni beber y sin nadie que intentara socorrerle porque le habían dado por muerto. A partir de aquí la película es el relato angustioso (pero que muy angustioso) de la increíble manera en la que Simpson sobrevivió. Una buena historia para que la vieran dos pirineístas con la pata recién quebrada en las montañas.
Hoy, como homenaje a los caídos, me he ido a las más modestas nieves del Ernio con Laura y Gari Iturriza ("iturriza como puedas", tras un peligroso giro de rodillas en el descenso). Hemos tocado un curioso vacío guipuzcoano: de pronto parecía que estábamos en otro mundo sin salir de nuestra provincia. Ha bastado con cambiar un poco la ruta (en vez de la trillada ascensión al Ernio, hemos subido a la vecina y solitaria cumbre de Gazume, 1.013 m.): el camino ya no nos sonaba, la niebla ha tapado cualquier vista reconocible y la nieve espesa daba a la ladera la apariencia de alguna cordillera remota. Casi esperábamos encontrarnos con algún pastor tibetano.
Pero en el descenso nos hemos encontrado con esta cabaña de la foto, cuya puerta lucía un medallón de la Virgen de Aránzazu (para qué los satélites y los gps).
Muy cerca de aquí, en el collado de Zelatun, Saturnino Iztueta vivió en una chabola muy parecida hasta los 83 años. Pasaba en estas alturas ocho o nueve meses al año, pastoreando ovejas, esquilándolas, elaborando quesos. Si le hubieran quitado el café y el transistor (regalo de una caja de ahorros), su modo de vida no habría sido muy diferente del de cualquier pastor de hace cuatro mil años. Aquí está la historia completa de Saturnino: "Charla con el último neolítico" (es un capítulo del libro Cuidadores de mundos).
Publicado el 10 de enero de 2009 a las 17:30.