Vidas en la boca del infierno
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Hoy publico "Vidas en la boca del infierno" en FronteraD, el reportaje sobre la vida de los islandeses entre volcanes: el caso de Heimaey, reconstruida junto al volcán aún caliente que brotó de la nada en 1973 y sepultó media ciudad.
De postre, otros dos textos breves: uno sobre el islote de Surtsey, un volcán islandés que brotó en mitad del mar en 1968 y que ha permitido a los biólogos asistir a un proceso de colonización natural en un terreno absolutamente virgen. Primero apareció la planta Honckenya peploides y ahora, cuatro décadas más tarde, ya están presentes el 90% de las especies islandesas, incluidas insectos, aves y peces. Falta la especie humana: sólo los científicos pueden pisar este islote que a mí me recuerda a Tintín y la estrella misteriosa.
El otro texto habla de Hveragerdi, una ciudad construida sobre un campo de lava, con una biblioteca montada sobre dos placas continentales, con unos invernaderos que producen aguacates y bananas en plena tundra subártica gracias a la energía del subsuelo... Hveragerdi cuenta con una sala para turistas en la que se simulan terremotos de escala 6... y hace un par de años fue el epicentro de un terremoto de escala 6,1. ("Cierra la puerta, que se escapa el terremoto").
En esta foto, publicada por FronteraD, unos pequeños tintines islandeses cuecen panes en las laderas aún humeantes del volcán bajo el que quedaron las casas de sus padres y abuelos.
Publicado el 30 de abril de 2010 a las 09:45.