El parchís del Karakórum
Si todo va bien, en el momento en que esta entrada se publique estaremos volando hacia Pakistán. Si todo ha ido bien, allá debe de estar el cargamento que enviamos hace un par de semanas con el material para la expedición.
Han sido los preparativos más raros que he hecho nunca para un viaje. En estas últimas semanas he seguido un curso acelerado de inmersión tecnológica -habrá habido misiones espaciales con menos cables-, me han hecho correr en un tapiz rodante mientras me pinchaban una docena de veces el lóbulo de la oreja derecha y he recibido una montaña de pantalones, chaquetas, gorros, guantes y botas, y un par de bidones azules para guardarlo todo y enviarlo por avión a Islamabad (capital de Pakistán).
Con estos cubiletes jugaremos al parchís gigante del Karakórum. Según el plan, desde Islamabad recorreremos durante dos días la legendaria Karakorum Highway hasta la región norteña de Baltistán, cercana a la India y China. Llegaremos a la ciudad de Skardu, a orillas del río Indo, allá donde Alejandro Magno perdió la boina. Desde Skardu, viajaremos un día más en todoterrenos hasta Askole, la última aldea al pie de la cordillera, a unos 3.000 metros de altitud.
En Askole empezará la fase del parchís en la que con semejantes cubiletes sólo se pueden sacar unos: avanzaremos de casilla en casilla, paso a paso, durante una caminata de siete días por el valle y el glaciar del Baltoro. Dicen que es una de las marchas más impresionantes, porque en su segunda mitad recorre una lengua de hielo de 65 kilómetros de longitud, al pie de montañas afiladas de seis y siete mil metros, catedrales del gótico granítico. Así alcanzaremos, inshallah, el paraje de Concordia: el punto donde confluyen varios glaciares como autopistas de hielo, en la base de ochomiles como el K2, los Gasherbrum o el Broad Peak. Por esa zona estará nuestro campo base, a unos 4.900 metros, al que esperamos llegar a mediados de junio.
Os dejo esta foto de la que debería ser mi oficina en las próximas semanas (se ve el tramo alto del glaciar Baltoro y, marcada con letras negras, la confluencia de ríos de hielo en Concordia, donde giraremos a la izquierda para acercarnos al K2 y al Broad Peak). Un bonito salvapantallas... para cuando levante la vista de la pantalla.
Publicado el 2 de junio de 2010 a las 09:00.