Karim, el apó, y yo, el apí
Karim Alí Amín en la cocina
Cuando los montañeros andan por las alturas, en el campo base nos quedamos el cocinero Karim, de 37 años, sus pinches Amín y Alí, de 23 y 20, y yo, de 34, pero ya suficientemente viejo como para que Karim me llame "apó", igual que le llaman a él sus jóvenes ayudantes. Hasta hoy, que me ha cambiado el sobrenombre por el de "apí".
Karim es el mejor cocinero del Karakórum y está como una abraca ("cabra", en su castellano). En 1993, con 20 años, trabajó por primera vez como porteador. En 1994 ya era pinche de cocina en la expedición vasca al K2, cuya alineación recita de carrerilla: Albertóoo, Félixxxx, Juanitóoo, Josúuu, Juan, Kikéee... Enseguida ascendió a cocinero principal y ahora pasa varios meses al año entre estos hielos, llenando la panza de los montañeros y añorando a su mujer y sus dos hijas, que viven en Skardú.
En la tienda-cocina, Karim canturrea mientras despedaza las últimas costillas de la pobre abraca que trajimos por el glaciar del Baltoro y que fue sacrificada dos días antes de llegar al campo base. Se ríe recordando a Juanitóoo y le imita gritando con voz ronca -"mecagüendióoooo, ostiáaa ..."-. Está orgulloso de haber sido cocinero de Edurne en su ascensión al Broad Peak hace unos años, se alegra mucho cuando se entera de que ella finish los fourteen, pone su mejilla contra la foto de la tolosarra que aparece en una revista de montaña y dice "Edurnéeeeee...".
Cuando se aburre de despedazar los restos de la abraca, agarra el enorme cuchillo, dice que es un talibán y se levanta para perseguirme. Entonces yo cojo una pala, le explico que llevo barba y él no, así que el talibán soy yo y él es Bush. Gruñimos y nos perseguimos, el talibán contra Bush, y los pinches Amín y Alí se parten de risa.
Hoy, aprovechando que los montañeros andan allá entre los 6.500 y los 7.000 metros, Karim, Amín y Alí querían construir una nueva plataforma en el glaciar para mover de sitio la tienda-comedor. Les he echado una mano, picando hielo con un piolet y moviendo pedruscos con una pala, y cuando ha visto el garbo con el que me manejo a 5.000 metros, Karim, a quien por viejo llaman "apó", me ha bautizado. Lleva todo el día llamándome "apí": abuela.
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Publicado el 26 de junio de 2010 a las 10:45.