¿Quién tiene tiempo para leer un reportaje?
Archivado en: Periodismo, Miguel Ángel Jimeno, Alma Guillermoprieto
Desciende el índice de lectura de libros en España.
***
Miguel Ángel Jimeno, antiguo director de la revista Nuestro Tiempo, era un chollo para mí. Cuando escribo un reportaje, siempre peco de incontinencia y me acaban saliendo textos mucho más largos de lo pactado. Con Miguel Ángel ni siquiera pactábamos nada: yo me enrollaba todo lo que me salía de las narices y él acababa encajándolo en la revista. Hace un par de años quedamos en que yo escribiría un reportaje con cuatro de las rutas que había recorrido durante Vespaña. Cuando había escrito dos, le mandé un mensaje apurado: oye, Miguel Ángel, que sólo he escrito la mitad y ya llevo ocho folios. Me respondió: mándame todas las páginas que te dé la gana, con una sola condición: que sean buenas.
A mí me venía fenomenal, porque colocaba todas mis morcillas de punta a cabo. Y a la vez, admiraba la actitud de Miguel Ángel. Me llama la atención el miedo que tienen los periódicos y las revistas a los textos largos: se obsesionan por trocearlos, ofrecerlos en muchos recuadros y despieces, todo bien masticadito. Muchos editores parecen convencidos de que ya nadie es capaz de leer más de una página de un tirón. Quizá estén en lo cierto. Y, por tanto, publican revistas para hojear. Pero Miguel Ángel, a contracorriente, ofrecía reportajes largos y muy elaborados. Como ahora hace Javier Marrodán, él dirigía una revista que siempre ha sido... para leer. Una cosa extraña, sí.
* * *
Una vez recibí un elogio desde la redacción de un periódico en el que había publicado un reportaje. Me escribió una periodista: "Dice X. [otro periodista] que te felicite, que lo tuyo es para leerlo".
Primero me halagó y luego me pareció bastante curioso que se elogiara precisamente esa cualidad, al parecer poco común, de un reportaje: ¡era como para leerlo!
* * *
El pasado domingo, El País publicó una entrevista muy interesante que Juan Cruz hizo a la reportera mexicana Alma Guillermoprieto: "Siento que el oficio se está acabando". Entre muchas cosas, habla de la necesidad de que los periodistas sigan reporteando y de que los empresarios de la comunicación respalden absolutamente a esos periodistas que se meten en historias peliagudas (me acordé de gente como Unai Aranzadi).
Al hilo de las costumbres lectoras, Guillermoprieto dice que ella se siente un poco dinosaurio:
"A los que tenemos nuestra edad ya nos resulta difícil mantener esa energía, ese amor absoluto por el oficio.
P. ¿No tiene usted esa energía?
R. Me cuesta más trabajo cada vez renovarla. Pero no porque me haya cansado del oficio sino porque siento que el oficio se está acabando.
P. ¿Tan gravemente?
R. Sí, yo creo que tan gravemente. Creo que realmente ahora somos un poquito dinosaurios.
P. ¿¡Qué me dice!?
R. Yo cada vez tengo menos tiempo para leer. Y además cada día me fascina más la nueva tecnología. Me paso horas en Internet ¡porque es fascinante!
P. ¿Y eso nos convierte en dinosaurios?
R. Nos convierte en dinosaurios porque yo por lo menos escribo para la gente a la que le gusta leer. Nunca le he tomado el tiempo, pero me imagino que para leer un artículo mío una persona le tiene que dedicar una hora seguidita. ¿Quién hoy en día le dedica una hora seguida a un pinche artículo sobre América Latina que no le va a servir para nada?".
Publicado el 4 de febrero de 2009 a las 03:30.