Volviendo
Contaba un explorador africano, no recuerdo cuál, que durante una marcha forzada sus porteadores se detuvieron y se negaron a seguir. Llevaban tantos días caminando rápido, alegaron, que sus almas se habían quedado atrás y debían sentarse a esperarlas.
El lunes 19, unas pocas horas después de que los montañeros coronaran las cumbres, salimos del campo base del Broad Peak. Caminamos tres días y alguna noche cruzando glaciares y collados gélidos, alcanzamos la aldea de Hushé, nos montamos en un todoterreno, llegamos a la ciudad de Skardú, nos montamos en un autobús, recorrimos la criminal Karakorum Highway durante dos días, llegamos a Islamabad, volamos en avión, aterrizamos en Qatar, tomamos otro avión, llegamos a Madrid, condujimos un coche y el sábado 24 por la noche llegamos a casa.
Estoy en casa. Pero mi alma y cinco o seis kilos de mi cuerpo aún deben de estar en algún poblado de Baltistán, viniendo hacia aquí tranquilamente. A los pacientes, gracias. A los impacientes y atosigadores, que me busquen allá.
Publicado el 27 de julio de 2010 a las 13:00.







