¡Chun-tacatachún-chimpum! ¡Menudos tres!
Algunas de estas imágenes dan escalofríos. Pero esos primeros tres segundos de apariencia relajada son los que a mí aún me remueven los nervios: yo veía cómo las tres hormiguitas se alejaban del campo base, pronto desaparecían glaciar adentro, y luego me pasaba el día con el walkie-talkie en el bolsillo, esperando durante horas a que por fin sonara la llamada, tirurí-tirurí-tirurí... Si alguien me explica cómo editar y colgar archivos de audio WMA, publicaré alguna de esas charlas tartamudas y confusas del talkie.
Publicado el 1 de agosto de 2010 a las 22:30.