Waqar Yunus, porteador de altura
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Aquí va el fragmento de un futuro reportaje sobre los porteadores baltíes del Karakórum, en el que no todo serán viejillos doblados bajo el peso de bidones enormes.
"-Una vez en el Gasherbrum II me dejaron solo, exhausto, sin comida, y no podía ni moverme. Estaba tumbado en la nieve, pensando que iba a morir allí, cuando apareció un montañero japonés que me preparó una sopa de sobre. Con esa sopa ya pude ponerme en pie y empezar el descenso.
Ese fue el peor momento de la carrera de Waqar Yunus, un porteador de altura de 42 años que lleva desde los 19 abriendo huellas en la nieve, fijando cuerdas en los tramos más delicados y transportando las cargas de los montañeros a siete y ocho mil metros.
(Waqar Yunus, en el campo base del Broad Peak).
-Este año he decidido retirarme. Cuando era joven, subía desde el campo base hasta el campo 3 de tirón, con 13 kilos en la mochila, dejaba el material y bajaba seguido. Ahora ya no puedo. Es muy duro, es peligroso y además tengo negocios y tres mujeres: mucho trabajo -se ríe.
Los porteadores de altura como Yunus ganan mucho más que un porteador común, de los que transportan las cargas hasta el campo base: entre 12 y 15 euros diarios. Gozan de un notable prestigio social en sus valles natales. Y a veces, en su labor de apoyo, llegan hasta la misma cumbre de las grandes montañas. Así se van labrando un palmarés y un cierto caché:
-Empecé como pinche de cocina con 18 años, en una expedición al Broad Peak. Al año siguiente ya me vieron fuerte y me llevaron como porteador de altura al Gasherbrum II (8.035 metros). Esa montaña la coroné con 24 años, ayudando a una expedición catalana. También he subido tres veces al K2, en una de ellas llegué hasta los 8.100 metros. Y en otra ocasión, con una expedición japonesa, nos quedamos a 150 metros de la cumbre del Gasherbrum I (8.068 m.). Soplaba un viento terrible, hacía muchísimo frío y el hielo estaba tan duro que golpeábamos con el piolet y no se clavaba ni un milímetro. Además nos quedamos sin cuerdas, así que tuvimos que bajar.
Con el dinero ganado en los ochomiles, Yunus abrió el hotel Karakorum Inn en pleno bazar de Skardú (capital del Baltistán), un edificio de tres plantas y 35 habitaciones en el que se jacta de ofrecer comida pakistaní, china, inglesa y española. La prosperidad económica también le ha permitido tener tres mujeres, con las que se casó a los 25, 27 y 29 años: una en Kande, su pueblo natal, con la que tiene tres hijos y una hija; otra en el cercano Hushe, con la que tiene un hijo y una hija; y la tercera en Skardú, sin hijos.
-El montañismo es muy bueno para la región. En invierno, muchos hombres emigran a las ciudades, a Rawalpindi, a Lahore, a Karachi, porque en nuestros valles no tenemos ningún trabajo. Las familias apenas pueden sobrevivir con lo poco que cultivan y con alguna cabra. No tienen ingresos. Pero en verano llegan las expediciones, que necesitan cientos de porteadores, cocineros, guías... Es dinero para mucha gente".
El reportaje describirá las andanzas y los sufrimientos de los porteadores, los empeños de los habitantes de los valles del Karakórum para conseguir unas vidas más dignas, las experiencias y opiniones de algunos montañeros para aclarar si estamos ante un caso de explotación o un trato laboral justo...
Publicado el 3 de agosto de 2010 a las 16:45.