El efecto Gis Gelati
Archivado en: Ciclismo, Francesco Moser
Ayer, pedaleando hacia Arano, adelanté a un ciclista viejuno que llevaba un maillot del Gis Gelati-Trentino.
En el momento de rebasarle sentí una extraña vibración y temí caer en un pliegue del espacio-tiempo y quedarme enganchado en un eterno velódromo mexicano de 1984, hipnotizado con los giros lisérgicos de las ruedas de Moser y su cifra mantra 51,151.
Para despertar mis sentidos, al llegar a casa me comí un helado.
Publicado el 24 de agosto de 2010 a las 13:45.