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Blog de Ander Izagirre

A topa tolondro. Viajes, escapadas y barzoneos

Échale la culpa al moro

Archivado en: Emigración

Está muy instructiva la campaña catalana. Échale la culpa al rumano, al andaluz, al machupichu, al gitano, al negro, al moro, échale la culpa de la crisis, del paro, de la pérdida de identidad, azuza el miedo, el prejuicio y el rumor, señala a los raros, a los otros, a los sospechosos: los propios te jalearán, cerrarán filas y a nadie se le ocurrirá preguntar qué has hecho tú mientras esto se va al garete. Si en estos años has sido un inepto, si no has hecho nada, si lo has hecho mal: no te preocupes. Hay abundancia de moros, rumanos y negros para que carguen con la crisis, el cabreo y los desahogos. Ahora que estamos jodidos, se van a enterar. Nos vamos a poner firmes de una vez, no les vamos a pasar una, ya está bien. 

Ya está bien. Ya está bien de qué.

De que sean tantos, hombre. Y de que tengan ese vicio por reproducirse, de llenarnos el patio de más negritos y moritos y gitanitos, de disolvernos la nación pura a base de copular como conejos.

No indagues mucho. No pierdas el tiempo siendo riguroso: difunde el bulo, el rumor, la leyenda negra. A quién le importan los datos, los hechos, lo que importa es el ambientillo, el miedo, la inseguridad, la necesidad de juntarnos prietos, nosotros, los de siempre, la gente de bien.

Es demagógico recordar que vinieron porque los necesitábamos. Que fundamos nuestra riqueza, el boom, el pelotazo, las vacas gordas, la burbuja, sobre sus hombros baratos, sin derecho a queja y reemplazables. Que entre 1994 y 2007 en España se pasó de 12 a 20 millones de asalariados, que entre esos ocho millones de nuevos currelas la inmensa mayoría eran emigrantes que vinieron a poner ladrillos, lavar platos, recoger tomates y  limpiarles el culo a los viejos, todo por cuatro pelas y de sol a sol; una abundantísima y baratísima mano de obra que no podía chistar: ya inventamos las expulsiones, las redadas, los papeles, para que no pudieran organizarse, para que no pudieran reclamar nada, para que aguantaran y aguantaran durante años hasta que les abriéramos la gatera.

Es demagógico recordar por qué se ha permitido la entrada de cinco millones de emigrantes en España. Y por qué expulsamos a unos pocos miles pero mantenemos esa amenaza tan eficaz sobre varios millones, para conservar esa inmensa mano de obra cautiva y temblona, a la que no le queda otra que aceptar las condiciones más cochambrosas.

Pero no, mejor di que son unos aprovechados, que vienen a colapsarnos los servicios médicos, los servicios sociales, los colegios. Porque te darán la razón, porque cualquiera lo ve, en cualquier ambulatorio: las salas de espera están llenas de machupichus. No lo olvides: lo que prende es la leyenda negra, el rumor, el bulo, mucho más que los datos, que los hechos: los inmigrantes van al médico la mitad de veces que los españoles. ¡Anda! Los inmigrantes cotizan más de lo que reciben. ¡Anda, anda! Pues sí: ayudan a sostener mejor nuestros servicios sociales. Y si dejaran de venir, entonces sí que nos iríamos a tomar por saco. Olvídate de pensiones, de hospitales y de colegios: si dentro de 25 años no hay 4,1 millones de emigrantes más que ahora, el chiringuito se nos va a pique. ¡Anda, anda, reanda! No muestres esos datos, no digas que en el fondo necesitamos muchos más moros, negros y machupichus para mantener el hospital y para que puedan operarte la próstata o el cáncer de mama, a ver si entonces a la gente se le va a ocurrir preguntarse por qué se colapsan los hospitales y qué ha hecho tu partido o tu Gobierno en este asunto.

Mejor, dedícate a decidir quiénes somos los  buenos y quiénes son los malos. Otorga certificados, que eso gusta mucho. Nosotros, la buena gente, los de toda la vida: qué gustirrín. Y ellos, que bueno, que ya veremos, que si se portan bien, que si son buenos vecinos, entonces les damos un papelito. Que se integren, que se integren. Tienen que estar tres años sin papeles para conseguir papeles, y en ese tiempo no pueden trabajar legalmente y les resulta complicadísimo alquilar un piso, pero oye, que se integren, que hagan lo que hacemos nosotros y que dejen de joder con sus musiquitas y sus rezos y sus idiomas chungos y sus vestidos de colorines y sus carnicerías, que empiecen a comer butifarra, a ir a los toros, a llevar la bufanda del Athletic o lo que toque en su lugar. Bueno, eso es demagogia, es caricatura. Entonces, si en el certificado no les pedimos que coman butifarra ni vayan a los toros ni lleven bufandas futboleras, porque eso sonaría poco serio, ¿qué les exigimos para darles el certificado? Que se integren. Bueno, ya, pero eso qué es. Cumplir la ley. Que si roban o violan, les entrullen. Pues claro, cómo no, faltaría más. Cumplir la ley, como nosotros los de toda la vida, ¿no? Claro. ¿Y qué más, entonces?

No te dejes enredar, que eso son poses de progre, si tanto les gustan los moros que se los metan en su casa, a ver qué dicen entonces.

Nunca hagas amago de pensar por qué vienen, nunca te pongas en su piel -qué expresión tan desagradable, hay que ver qué pieles-. Si alguien te habla del injusto reparto de la riqueza, de que el lujo es la otra cara del saqueo, y que es inevitable que quienes doblan el lomo intenten venir adonde nos tumbamos en la playa, díselo claro: demagogia, sermón trasnochado.

Y nunca rasques más allá de la imagen del emigrante esquemático. Es una complicación descubrir que algunos vienen porque son brillantes, tienen estudios y se lanzan a desarrollar aquí su talento y sus carreras, o porque son perseguidos políticos, porque están enamorados o incluso porque les va la marcha y la aventura, que también hay de eso, vaya si lo hay. Pero mejor los tomamos a todos como pobrecitos de estómago hambriento y meninges secas, no vaya a ser que nos hagan pensar.

Sobre todo eso: no pensar, no pensar.

Tú a lo tuyo: a dejar con disimulo que vengan a sostenernos el chiringuito y a darles caña para que no nos incordien.

Publicado el 23 de noviembre de 2010 a las 15:45.

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Comentarios - 39

1 | Nahum (Web) - 23/11/2010 - 16:31

El "fast food" intelectual es lo que tiene. Eso y el escudo del "nosotros", supongo.

2 | bettyboop - 23/11/2010 - 16:36

Ander, uno de los mejores post de A topa tolondro.
Lo peor de todo es poner el cartel de inmigrante a un grupo de personas y tratarlos como un colectivo (más bien maltratarlos).
Para mi lo mejor de estar con ellos es descubrir en cada uno una historia apasionante.
bettyboop

3 | Antonio M. - 23/11/2010 - 16:52

Hace dos años despedí a un trabajador. Cuando se lo comuniqué me recordó que tengo dos peruanos que llevan menos tiempo en la empresa. Yo le respondí que el motivo era su baja productividad. "Ya, pero yo soy español y ellos peruanos", me repitió.

4 | Ander - 23/11/2010 - 16:54

Bettyboop: tú te acercas y conoces sus historias. El problema de fondo es ese: desconocimiento, ignorancia, tópicos, reducciones.

Nahum: pues sí, los mensajes que se lanzan en las campañas son tan ramplones... Revelan el concepto que tienen de los votantes. Lo que espero es que no tengan razón, empezando desde el próximo domingo.

5 | El jukebox - 23/11/2010 - 17:58

Hay mucha gente de fuera, pero no hay que generalizar, no toda es igual: algunos parecen llegados simplemente de fuera del país, pero es que otros parecen venidos de fuera del planeta. Estos últimos son mayoría y los hay de todos los colores y sabores. En fin, como ya escribí otra vez, llegaron a un partido político en busca de un futuro mejor, pero podrían acabar medrando en cualquier otro.

6 | escéptico (Web) - 23/11/2010 - 17:59

Muy bueno, Ander.

Al final acabarán pidiendo un examen para obtener la nacionalidad española, algo parecido a EEUU, con preguntas sobre historia y política. Ese tipo de preguntas que la gran mayoría de los españoles de nacimiento no sabríamos responder.

7 | Miguel Carvajal - 23/11/2010 - 18:25

Gracias, Ander. Un texto claro, sincero y necesario. Eso sí, cómo escuece.

Siempre me acuerdo de tu "combatir la ignorancia, ese es el oficio del periodista". No sé si con esas palabras.

8 | María S. Zubizarreta - 23/11/2010 - 19:15

Ander, el post es muy interesante. Sin embargo, cargar las tintas en que los inmigrantes son los salvadores del país me parece un error y, además, no es cierto. Muchas personas han trabajado durante los años de "bonanza" como lo venían haciendo antes, deslomándose y con sacrificio. Sin verse beneficiado por una mano de obra maltratada. Tal vez no viva rodeada de un ambiente continuamente hostil hacia el inmigrante, pero leyéndote tengo la sensación de que se te va la mano. Igual me equivoco y es cuestión de conocer esas otras realidades. En mi entorno directo trabajan 4 inmigrantes y no les hemos sometido a ese tipo de vejaciones.
En cualquier caso, un placer leer otras opiniones y un post tan bien escrito.

9 | Ander - 23/11/2010 - 19:22

María, tienes razón. Precisamente, otro de los efectos perversos de las campañas xenófobas es que nos van convenciendo de que vivimos en conflicto con los emigrantes, cuando en la inmensa mayoría de los casos se da muy buena convivencia y muy buen trato, y los conflictos son minoritarios aunque muy ruidosos y aireados.

Está muy bien reparar en lo que dices, porque tu experiencia seguro que es la más común: convivimos con emigrantes en el barrio, en el trabajo, en muchas partes, y nos llevamos bien, claro que sí.

Gracias por tu razonamiento y por hacerme caer en la cuenta. También por recordar que la mayoría de la gente ha trabajado en los años de bonanza y ha prosperado sin recurrir a ningún abuso. Sólo quería recordar que los millones de emigrantes que vinieron, vinieron a empujar esa prosperidad de la que gozamos. Saludos.

10 | María S. Zubizarreta - 23/11/2010 - 19:59

Gracias a ti Ander. Es un lujo que el blogger responda personalmente. Por cierto, había leído algún post, pero con este bocado de hoy me has enganchado como suscriptora. Un saludo.

11 | eresfea (Web) - 23/11/2010 - 20:14

Pronto necesitaremos para nosotros el respeto y la caridad...

12 | Eneko Santxo (Web) - 23/11/2010 - 23:28

Más aún, hemos saqueado muchos de los paises de los que provienen esas personas y no es que les hallamos perdido perdón, y lejos de indemnizarles por acabar con sus recursos, además de imponerles nuestro estilo social, politico y en muchas ocasiones cultural encima cuando se buscan la vida les tratamos como a animales.

13 | McShuibhne (Web) - 24/11/2010 - 00:20

Yo no hay día que no escuche a alguien en la radio, o en la calle, o en un bar, o en una charla en la que participo cargar la culpa de los males de España a los inmigrantes, como si ellos dirigiesen los ministerios de Industria, Economía, Sanidad... Yo creo que hay dos tipos de personas que reaccionan contra los inmigrantes: el ignorante -no sabe o no quiere conocer la realidad ni a estas personas- y el hipócrita, o sea, aquel que acusa por ejemplo a los inmigrantes de quitarle el trabajo a los españoles pero que a la vez rechaza muchos puestos que ocupan personas de fuera.

Este tema da para comentar mucho más, pero bueno, yo sólo voy a añadir que soy gallego y nosotros fuimos y seguimos siendo un pueblo de emigrantes, así que si alguien quiere, que me eche la culpa también a mí por haber venido a Madrid a quitarle el puesto de trabajo a los madrileños y a saturar su Sanidad. Por supuesto, yo no me vine a Madrid por gusto ni para hacer turismo, mejor estaba en mi ría de Vigo, pero al igual que el moro o el argentino o el rumano, he tenido que dejar mi casa, mi familia y mi entorno para buscarme la vida. ¡Ah! Pero son casos diferentes, ¿no? Pues no.

Un post enorme, Ander. Felicidades ;-)

14 | Josune - 24/11/2010 - 00:34

Muy bueno el texto, Ander.
La gente está desconcertada, asustada, siente que le tiembla el suelo que pisa y prefiere pensar que el elemento distorsionador es el nuevo, el diferente, ¿el pobre?, previamente identificado como delincuente.
Apenas queda espacio para otro tipo de discurso, pero bueno, aquí estamos leyendo tu magnífico blog y el otro día vi a June Fernández en la ETB aportando datos objetivos al lado de un tío que disparaba todos los tópicos racistas con la misma naturalidad con que respiraba.

15 | Rodrigo (Web) - 24/11/2010 - 06:42

Muy bien resumido, y muy bien escrito. Como dice María, ni los inmigrantes (¿"extranjeros"?) son el enemigo, ni son los héroes salvadores. Pero como el discurso de enfrentamiento es tan fuerte, me parece bien contrarrestarlo con lo positivo, como ha hecho Ander. Un saludo

16 | escéptico (Web) - 24/11/2010 - 08:20

Creo que Ander decía en alguna entrevista que el periodismo puede valer para derribar algunos prejuicios. Es cierto, pero la realidad es que todos los días muere gente con sus prejuicios intactos. Prejuicios basados en experiencias vividas, educación o razonamientos tramposos a conveniencia del interesado.
La persona que está dispuesta y abierta a escuchar de verdad a los demás no es muy común, hay que ser humilde y crítico para permitir que alguien que piense diferente te convenza de algo. Cada vez las discusiones que veo a mi alrededor se parecen más a las tertulias televisivas o radiofónicas, una sucesión de monólogos donde todo el mundo abandona la sala exactamente con las mismas ideas que ha entrado.

17 | Eric (Web) - 24/11/2010 - 08:27

Brutal el post, increíblemente bien escrito y muy necesario en estos tiempos en que el ruido no deja ver el bosque.

18 | Susana - 24/11/2010 - 08:46

Razón a raudales.
Gracias siempre por compartir reflexiones de juicio tan certero.

19 | esnabide - 24/11/2010 - 09:13

¡cuanta verdad!! todos somos necesarios y todos debemos tener sitio en este mundo.

20 | Nahum (Web) - 24/11/2010 - 10:15

Me ha gustado la puntualización de María al sensacional artículo de Ander. En una segunda lectura, que acabo de hacer, la verdad es que he tenido esa misma sensación (quizá influido por haber leído el comentario de María, qué sé yo). Aunque la respuesta de Ander es, de nuevo, impecable.

Y, ya que la conversación discurre tan interesante, también me resulta muy sugerente lo que apunta McShuibhne. En un país con tanta disgregación centrífuga como España, el prejuicio contra el inmigrante interno ha sido brutal. Hasta tenían palabras propias que se usaban de forma despectiva (charnego, maketo). Ahora se ha sustituido el andaluz o el murciano por el rumano. Esto da que pensar. Como otras veces, me da la impresión de que el racismo es, básicamente, económico; nadie expresa rechazo xenófobo hacia Martín Varsavski o Diego Forlán. De ahí que partidos de extrema derecha suelan calar tanto en cinturones industriales, por ejemplo.

Y lo último: disiento (amablemente, por supuesto) de Eneko Santxo. Ese "nosotros [hemos saqueado]" me parece difuso y algo tópico, pero creo que puedo entender a lo que se refiere. Por explicarme: ni en el caso de la Rumania post-soviética ni en el de Argentina, a pesar de los muchos inmigrantes de esos países que hay en España, parece que Occidente haya "acabado con sus recursos".

En todo caso, lo considero un planteamiento erróneo porque niega la responsabilidad de aquellos países, de sus líderes políticos, de su sociedad civil. ¿Que hay y ha habido abusos en el comercio internacional? Por supuesto. Pero también ha servido para que muchos países que hace décadas eran pobres, ahora sean prósperos.

Algo similar podría decirse del "estilo social, político" que les hemos impuesto: que haya habido abusos e invasiones (en plena Guerra Fría, también por parte del sovietismo) no debe hacernos olvidar que la democracia, uno de los ejes del desarrollo occidental, ha avanzado en muchos otros países que hasta anteayer eran "txokos" de unos pocos. Los valores occidentales (es decir, los de las democracias liberales) tienen algunos elementos discutibles; pero también muchos otros, muchos más, admirables y de progreso indudable.

21 | Ander - 24/11/2010 - 10:21

Gracias a todos por los comentarios.

Escéptico, lo hemos hablado alguna vez y es un tema interesante: qué poco debatimos de verdad, qué poco dispuestos estamos a poner en duda alguna esquina de nuestros esquemas y a dejarnos convencer si nos dicen algo convincente.

A mí me apena que sólo leamos y escuchemos a quienes son de nuestra cuerda, que enseguida zanjemos una discusión tachando al autor, que si es de izquierdas o de derechas o de este periódico o de aquel otro, sin atender al argumento en sí, sin dejar que alguien de otra posición ideológica nos pueda convencer nunca de nada.

Acabamos juntándonos en blogs en los que todos pensamos parecido, lo cual está muy bien, tampoco vamos a crear discrepancias artificiales, pero sí echo de menos debates sosegados, respetuosos y abiertos.

Por eso, me da alegría leer una crítica como la que ha hecho María en el comentario 8: razonada, respetuosa... y crítica.

22 | Ander - 24/11/2010 - 10:59

Planteas todo un temazo, Nahum.

Los saqueos de otros países: las dos partes de la historia son ciertas, el saqueo colonial que dejó desangrados a continentes enteros y el desastre posterior autóctono. Una no quita la otra. Tengo el caso de Bolivia muy presente, estoy escribiendo sobre el asunto y de verdad que los saqueos de la época colonial y de la republicana son de una brutalidad difícil de imaginar. Sufrieron primero las peores rapiñas del colonialismo y luego las peores rapiñas del capitalismo. Entre los colonos y los empresarios del XIX y el XX se llevaron una inmensa riqueza y no dejaron un chavo en el país, que ahora apenas tiene carreteras, hospitales ni escuelas. Ya entraremos en detalles, prefiero seguir escribiendo.

Y en cuanto a la extensión de la democracia, es cierto que en muchos países el asunto ha mejorado un montón, es innegable, y ojalá se extendiera más. No hay más que ver cómo está Sudamérica ahora, incluso con todas sus pegas y grandes injusticias, y cómo estaba en los años 70, plagada de dictaduras militares bárbaras (por cierto, apoyadas, financiadas y organizadas por los paladines de la democracia y los valores liberales).

Lo que pasa es que los abusos y las invasiones no se limitan a la Guerra Fría. Son actualísimos. Y con el pretexto de extender la democracia se siguen perpetrando barbaridades, guerras, explotaciones.

No sé si es muy eficaz extender una democracia nominal cuando el sistema económico que protege crea tan grandes injusticias y semejantes abismos. La rapiña financiera, las especulaciones, la riqueza de unos pocos basada en el trabajo miserable de unos muchos... En ese sistema vivimos, en eso se basa nuestro nivel de vida, en la miseria ajena. Me gustaría saber más de este tema, me interesa especialmente: la intuición de que las injusticias, la pobreza y el hambre no son malas consecuencias de nuestro sistema de vida, de ese sistema creador de prosperidad un poco desequilibrada que hay que ir corrigiendo, sino que en realidad esa injusticia es la causa necesaria para nuestra prosperidad.

Eso que dicen cuando se discuten las ayudas a los países pobres (en muchos casos, más que pobres, empobrecidos, despellejados): que no se trata de dar más sino de robar menos.

Y que nosotros estamos en la parte del ladrón.

23 | Nahum (Web) - 24/11/2010 - 12:00

A mí es un tema que me gusta mucho y cada vez me interesa más. Por partes.

1. Puse mal la coma en el paréntesis de la Guerra Fría. Era para apuntar que también hubo un colonialismo soviético, que muchas veces se olvida, no para circunscribir esos hechos a años pasados. De hecho, cuando se citan dictaduras latinoamericanas brutales (como las de Argentina o Chile que citas), se suele olvidar Cuba, referente comunista de largo recorrido. A eso me refiero: parece que solo achacamos culpa al Capitalismo... Yo intento mirar todo el cuadro.

2. No soy estructuralista y no puedo afirmar que es el Capitalismo el que ha causado las rapiñas. En todo caso, habrá habido (y hay, por supuesto) empresarios malnacidos. Hijoputas a montones. Pero también muchos empresarios honestos que luchan por la prosperidad de todos y que consideran que generar riqueza a través de la competitividad y el comercio internacional es, a la larga, la mejor forma de mejorar un país. Siempre pongo el ejemplo de Félix Huarte (perdón por la referencia foral) cuando me hablan, en abstracto, de lo malo que siempre es el Capitalismo. O de mi abuelo, que se dejó los piños trabajando y generó muchísima riqueza, no solo para él, sino para cientos de trabajadores que prosperon a su lado. Y hablo de la España de la posguerra, que no era precisamente una sociedad muy boyante económicamente, eh.

Por esa misma razón, creo que hay países de zonas del antaño llamado Tercer Mundo que han salido de la pobreza gracias, grosso modo, a haber adoptado una economía de mercado. Y, por supuesto, del Segundo Mundo (Polonia a la cabeza).

3. Ojo, no estoy diciendo que el Capitalismo o el Liberalismo sean inmaculados. Estoy muy lejos de creer en ninguna utopía.

4. Totalmente de acuerdo en lo de imponer la democracia a cañonazos. Actualísimo. Pero no me refería a eso. Al referirme al estilo "social y político" y a la extensión de valores occidentales, democráticos, no me hablo de ir invadiendo países para diseñarlos con escuadra y cartabón. Sino a ir permeando, gracias al flujo de información y de cultura, a que se vayan abriendo las cuestiones ideológicas y que las personas, libres, vayan entrando en debate y mejorando su educación. Todos esos valores de las democracias parlamentarias (quitemos lo de liberal, para evitar equívocos) son sanísimos y necesarios. ¿Cómo hacerlo? No es fácil, por supuesto, pero hay cooperación al desarrollo desde nuestros gobiernos, ayudas económicas, ONGs, misioneros católicos y muchas otras formas que la globalización irá haciendo accesibles a los ciudadanos desfavorecidos. No solo desde los cañones se transmiten valores, claro. O sea, que en esto de acuerdo contigo, Ander.

5. Disiento de loa afirmación de que nuestra prosperidad dependa del despelleje de los países pobres. De que nuestra riqueza aquí se base en el robo indiscriminado allá. Al revés: en la lógica económica capitalista, cuanto más tenga el otro, más podrá pagarnos, mejor venderemos nuestros productos. Perdón por el paralelismo: ¿por qué le interesaba a EE.UU. el plan Marshall para reconstruir Europa? Quedó como líder y como el más rico, puesto que su suelo no se vio afectado por las bombas. Lo hizo porque, aparte de cuestiones morales, así podía disponer de un mercado sano y saneado donde vender sus productos (sé que es reduccionista, pero creo que vale). ¿No le interesa a España que los bolivianos sean más ricos y que aumente su renta per capita? ¿No le interesa a EE.UU. que todos los niños del mundo puedan pagar una entrada para ver lo último de Disney? ¿De verdad que todos los empresarios, todos, quieren que los niños sigan soportando las penurias que tan magistralmente describes en tus reportajes?

6. A eso es a lo que voy. Sin negar, insisto, la parte de culpa que tenemos (repito: no soy utópico y no creo que haya sistema perfecto), creo que más culpa aún tiene la corrupción política, el clientelismo, el despilfarro de las ayudas al desarrollo que llegan, la falta de libertad e iniciativa ciudadana, etc. ¿Por qué, si no, hay países que han salido adelante?

Perdón por el tono apresurado. En todo caso, como siempre digo, mis ideas son revisables si alguien me convence con argumentos y hechos mejores. No nací con ellas, las he ido pensando.

Saludicos.

24 | Román Felones (Web) - 24/11/2010 - 12:30

Estimado Ander:
Soy Román Felones, padre de Javier Felones, periodista y uno de tus incondicionales. Me gustaría saber si podemos contar contigo para impartir una charla, dentro de la semana cultural de Oteiza (Navarra) que estamos preparando. El año pasado estuvo David Beriáin. El tema podía estar relacionado con el Sahara, asunto que conoces bien. Tenemos una economía modesta, pero valoramos la cultura y pagamos religiosamente a nuestros invitados. Mi blog de contacto es roman.felones@terra.es. Te felicito por tu blog, que sigo asiduamente.
Un cordial saludo, Román.

25 | Ander - 24/11/2010 - 12:38

Nahum, coincidimos en los puntos principales. Sobre todo, coincidimos en que dudamos. Yo tengo algunas intuiciones pero pocas certezas en estos asuntos y de verdad me apetece conocerlos mejor, con los menores prejuicios posibles.

Sólo algunos matices, también apresurados: por supuesto que me parece fantástica la labor de la gran mayoría de empresarios, a quienes no debemos caricaturizar con el sombrero de copa, el puro y el morrete porcino. Me revientan algunos tópicos que demonizan a los empresarios.

Y entiendo que la libertad de mercado y de negocios sea una vía para la prosperidad, pero cuando se ha convertido en prioridad absoluta, cuando no ha habido una mano que pusiera condiciones en los negocios y frenara abusos, esa versión del capitalismo ha arrasado países enteros. Bolivia otra vez.

Entiendo el argumento de que nuestra prosperidad será mayor si los demás también son prósperos. Me parece un argumento razonable, lo he tenido en cuenta, lo he pensado, me he acordado del Plan Marshall. Pero no lo veo claro. Porque también me parece que nuestra prosperidad se ha basado a menudo en el trabajo de una inmensa mano de obra barata y explotada, y que los márgenes de riqueza han sido enormes precisamente por esa explotación tan barata de gente con derechos recortados, en Bangladesh, en Murcia o en Gallarta. ¿Se puede explicar la inmensa riqueza que alimentó Bilbao, las siderurgias, los altos hornos, las navieras, los bancos y sus herederos de negocios actuales, sin la explotación brutal de los mineros que sacaban la materia prima que alimentaba todo el sistema? ¿El rico de Neguri hubiera podido vivir en su palacio, si miles de gallegos, castellanos, andaluces y también vascos no hubieran currado doce horas diarias en condiciones infames? Si en vez de aprovechar su indefensión para explotarlos, les hubieran pagado un sueldo digno con sus prestaciones sociales, ¿hubieran acumulado semejante capital para poner en marcha todo el sistema de riquezas? O sea: ¿qué hubo en la base de esa riqueza que tan bien nos viene ahora a nosotros? No son preguntas del todo retóricas.

Me interesa mucho todo esto y ya digo que no tengo las ideas muy claras. Hace poco le leí a una periodista argentina que, además de contar las historias de la pobreza, los periodistas deberíamos contar la riqueza. Para entenderla y descifrarla. Me parece un enfoque muy interesante. Y me apetece escarbar por ahí.

26 | Ander - 24/11/2010 - 13:05

Román, te he escrito al correo. Gracias por tu interés.

27 | arafrei (Web) - 24/11/2010 - 15:43

Gracias Ander por el post. Estoy de acuerdo que es de los mejorcitos. Te voy a coger manía por explicar tan bien y con tanto sentido común las cosas. Me encanta por el puntito de cabreo que tiene. María, yo me lo tomo como lo que es: una caricatura.

En mi trabajo, relacionado con inmigrantes, echo de menos cierta parte de cabreo de los susodichos por el trato que reciben.

28 | June Fernández (Web) - 24/11/2010 - 17:33

¡Madre mía qué comentarios! ¡Qué nivelón! No me da tiempo a leerlos todos con detenimiento ahora pero quería participar. Ander, tu texto me parece muy útil para agitar conciencias. Al hilo de lo que dice Escéptico sobre que la gente no está por la labor de escuchar y ser crítica, cada vez estoy más pesimista. Me temo, Josune, que no basta con que yo dé datos frente al energúmeno que repite tópicos. A poca gente habré conocido. Un experto en racismo me dijo hace tiempo que no se podía combatir algo tan ligado a las emociones como la xenofobia (o sea, miedo, odio, desconfianza...) con argumentos racionales y objetivos. Que teniamos que encontrar un discurso que contectara con las emociones y que fuera más potente todavía. Creo que en buena parte tiene razón. Por mucho que repito los datos que da Ander u otros, la gente sigue erre que erre; confían más en "lo que todo el mundo sabe" que en las cifras, porque es más cómodo, más reconfontarte, tener unas cuantas ideas fáciles de digerir que explican todo lo que les rodea.

Por otro lado, me parece contraproducente rebatir, entrar al trapo, alimentar el llamado debate de la inmigración, que desde mi punto de vista es bastante ficticio y se potencia por intereses muy claros. Es decir, por mucho que la gente diga tópicos, generalice y demás, en el día a día no veo tantos problemas. En Euskadi, sólo tenemos un 6,4% de inmigrantes. Por lo general, la convivencia es normalizada, a pesar de que se cree sensación de conflictos por todos lados. Cuando veo datos de Ikuspegi como que más de la mitad de los vascos ligan inmigración y delincuencia, me planteo de qué sirven estos barómetros. Por un lado, porque el discurso que le echas a la encuestadora o en el bar, a menudo choca con tu experiencia en el día a día. Pregúntame qué pienso de mi cuñada venezolana, de mi carnicero marroquí o de la boliviana que cuida a mi madre, y seguramente no te saldré con tópicos racistas. El reto es que esas vivencias cotidianas tengan más fuerza que los discursos políticos y mediáticos.

29 | Ander - 24/11/2010 - 19:50

A ver si vendo este blog con comentaristas incluidos: buen negocio.

30 | Txema Cabañas Raigón - 25/11/2010 - 13:34

Sobretodo NO PENSAR, NO PENSAR...En tiempo de vacas flacas, los partidos fascistas hacen su agosto, siempre lo han hecho, y ahora por toda Europa se está viendo...En ámbito local, aquí en Catalunya tenemos un partidete que se llama Plataforma per Catalunya, y está haciendo su agosto particular con las elecciones autonómicas en barrios como el mío en L'Hospitalet, donde no hay ningún gran problema de convivéncia con un programa que recoge todo lo que Ander expone en su artículo...Chapó Ander!!! Sobretodo NO PENSAR, y dejarse llevar por el rebaño, un rebaño que tiene miedo.

31 | Xabi - 26/11/2010 - 13:32

Habrá que poner algún comentario también del lado opuesto.

En la zona quipuzcoana del Goiherri por ejemplo, se lleva una racha muy importante de robos (tiendas, bares, empresas, cable...). O la información que se vierte en los medios está sesgada, o en un porcentaje impresionantemente alto esos robos los han cometido rumanos y gitanos.

Se me hace comprensible que la gente asocie los robos con esa inmigración. Creo que pasaría lo mismo si en una gran mayoría los robos los hicieran personas que sobrepasan los 2 metros de altura. Los altos nos darían ese miedo del que habláis.

La lucha desde luego no debería ser contra la inmigración, sino contra esas personas que perpetran esos delitos, vengan de donde vengan. El argumento habitual es la indefensión que se siente ante estos problemas, ya que las detenciones de estas personas parece que no llegan a ningún lugar, que se les siguen otorgando todas las ayudas, que no trabajan, que salen de la cárcel con asombrosa facilidad... Serán pocos, será un porcentaje reducido frente a los que trabajan mucho y bien… pero si miramos el ratio en este caso de robos y quienes los llevan a cabo, quizá sea comprensible la asociación.

Me encantaría disponer de toda esa información de la que habláis, que esa información se distribuyera. Sería genial. La opinión probablemente estaría mejor formada.

32 | Ander - 26/11/2010 - 14:05

Xabi, no conozco los datos sobre inmigración y delincuencia, seguro que alguien por ahí nos puede decir algo más preciso.

En cualquier caso: es muy probable que las tasas de delincuencia sean mayores entre emigrantes, y probablemente entre cierto tipo concreto de emigrantes. Si la realidad es esa, desde luego yo no la voy a negar. Y ya lo he dicho en el texto: al que robe o viole o robe cables, que lo entrullen. Sea de donde sea. Pues claro.

Ahora bien: si de verdad los emigrantes son más delincuentes, deberíamos plantearnos las razones. O bien pertenecen a una raza malvada, genéticamente o culturalmente programada para delinquir, o esas cifras altas tienen que ver con su situación social (pobreza, marginación, exclusión, ilegalidad...). Siempre me pregunto si nosotros seríamos mucho más legales si nos tocara estar en su papeleta.

Me indigna -y procuro disimular mis indignaciones- cómo hinchan los medios eso que llaman "inseguridad ciudadana". A cuenta del quinqui ese que anda por el Goierri, el DV sacó un vídeo bochornoso. La periodista iba preguntando a las señoras del pueblo: "¿Tiene usted inseguridad ciudadana?" (sic). Y muchas respondían que ay, sí, con lo que dicen que está pasando... Ellas no habían vivido ninguna situación de inseguridad, pero la moza no les preguntaba si vivían tranquilas, sino que les preguntaba "¿no tienen miedo, no tienen miedo"?, y las abuelas decían que sí, que un poco, que con lo que cuentan que pasa por ahí...

Y después, unos planos tremendos: diez o quince segundos de silencio, con imágenes tomadas a lo lejos de personas que paseaban tranquilamente por la calle: un chaval sudamericano, un par de árabes charlando, una pareja gitana con un cochecito de bebé...

Vamos, un montaje tipo "ya están aquí", sólo faltaban los violines de "Psicosis".

33 | Ander - 26/11/2010 - 14:19

Oye, Xabi, y se agradece que hagas ese comentario del "lado opuesto", que seguro que no es tan opuesto. El tema de la asociación entre inmigración y delincuencia es peliagudo y también hay que debatirlo, sin ponerse vendas.

34 | June (Web) - 26/11/2010 - 14:40

Xabier: Dices "Creo que pasaría lo mismo si en una gran mayoría los robos los hicieran personas que sobrepasan los 2 metros de altura". Me alegra que digas eso, porque resulta que más del 90% de las personas que cometen delitos son hombres. ¿Pasa lo mismo? ¿Hay algún tipo de debate social de por qué son los hombres la aplastante mayoría de quienes delinquen? ¿O por qué cuando el autor de un delito es un joven magrebí se pone el foco en que es magrebí y no en que es joven? Su origen no explica nada; sí el hecho de que después de estar en un centro de menores en la punta del monte se haya quedado en la puta calle solo, sin referentes adultos, posibilidad de trabajar o estudiar (y ojo, no estoy excusando conductas delictivas ni pido que no sean castigadas).

Por una parte, está una percepción de la inseguridad exacerbada (alimentada por la gente a la que le conviene que tener a la opinión pública centrada en esta neura) que no se corresponde con los datos sobre delincuencia.

Por otro lado, hay tópicos que no se sostienen. Es mentira que la gente salga de la cárcel alegremente. España tiene un índice bajo de delincuencia en comparación con otros países y en cambio tiene una población presa abultadísima. Las personas inmigrantes sufren detenciones más largas, así como abusos con componentes racistas (y homófobos, pero ese es otro tema). Es mentira que lo tengan más fácil para conseguir ayudas. Empezando porque el requisito fundamental para cobrar ayudas es estar empadronado, algo que les cuesta muchísimo a muchas personas inmigrantes.

En todo caso, estoy con Ander en que está bien que la gente exprese sus preocupaciones de forma abierta pero respetuosa. Si los prejuicios fueran tabú, sería más difícil combatirlos.

¡Salud!

35 | Xabi - 26/11/2010 - 14:54

No, no es tan opuesto. Sólo quería crear un debate en este sentido, ya que lo estoy viviendo muy de cerca y me cuesta encontrar mi sitio en todo esto. Quería leer más opiniones y ofrecer un poco de contrapunto.

Sobre la respuesta que escribías... Es verdad, lamentable información. No la había visto.

¿Culturalmente programada para delinquir? Creo que culturalmente la delincuencia se ve de diferente manera en algunas culturas, se tenga más o menos, se parta de una u otra situación económica o social. Esa sensación tengo yo en el caso del que te hablaba, ya que sí hay gente de otras culturas que aunque puedan estar muy justos, se apañan con las ayudas, trabajan... Y los hay en buen número también en la zona de la que hablaba en el post anterior.

June, es verdad, yo me he circunscrito a una zona concreta que para mí representa una realidad concreta, una entrada/salida de cárcel concreta y una dotación de ayudas concreta. Si esos son los datos reales de toda España, perfecto. Es lo que pedía un poco, ver esos datos, conocer más, tener más información y abrir un poco las miras. Muy necesario.

Un placer poder intervenir, de verdad. Gran sitio, con grandes ponentes, donde buscar información y recabar opiniones para formar la de uno mismo.

¡Saludos!

36 | escéptico (Web) - 26/11/2010 - 17:56

Las asociaciones de las que habla Xabi son comprensibles, lo que no quiere decir que estén justificadas.
Algo de culpa tendrán los medios, pero al final cada uno de nosotros tiene que hacer su propio trabajo para ir un poco más allá y no caer en razonamientos tabernarios. En estos temas complejos no suele haber explicaciones sencillas.
Yo me reconozco racista (y muchas otras cosas malas), lo que no quiere decir que no trate de luchar contra ello.

37 | Ander - 26/11/2010 - 18:07

Con racistas como tú no iría mal la cosa, Escéptico.

38 | Laura (Web) - 27/11/2010 - 10:07

Yo, como Eric, vivo en Asia, un continente donde me he encontrado un nivel de prejuicios y de tópicos muy alto. Por desgracia, no es algo exclusivo ni de España ni de Occidente.
En Camboya, donde vivo, los barangs, como nos llaman a los blancos, difícilmente podemos andar sin ser acosados y sin intentar ser estafados. Pero al mismo tiempo, somos colmados de atenciones, de sonrisas y buenas formas. Es fastidioso el sentirse diferente todo el rato, a veces me agarro algún cabreo, pero en ningún caso supone la losa que es para los inmigrantes en Europa, cuyo color de piel o su acento les determina negativamente su búsqueda de trabajo. Al contrario, los camboyanos ni siquiera me piden que aprenda su idioma y me hablan, si pueden, directamente en inglés.
Creo que lo que más me fastidia de todas esas atenciones es que, así como no creo que se pueda echar la culpa a los inmigrantes de ningún mal en España, no podría decir lo mismo de los occidentales aquí.
Y aquí enlazo con la discusión sobre el Plan Marshall. Ciertamente, aquel principio de Ford de "si mis trabajadores ganan más podrán comprar mis coches" ha funcionado mientras el poder adquisitivo de la masa poblacional general era bajo. EE UU financió el Plan Marshall en un momento en que se lanzaban sus exportaciones, pero no tenía a nadie que las comprara. Necesitaba un mercado y lo construyó así.
Sin embargo, crear un nuevo mercado consumista ahora en Camboya sería demasiado caro y contraproducente, porque el capitalismo no sólo se basa en que los ciudadanos tienen que gastar, sino en reducir costes. Así que es mejor que los camboyanos fabriquen las camisetas de Gap y de WalMart a 60 dólares mensuales (les acaban de subir el sueldo!!!), que apenas les da para comer. Pero tienen un problema, porque ahora quienes quieren crear el mercado son las pequeñas potencias de alrededor, principalmente China y Vietnam quienes se pueden permitir que Camboya llegue a sus salarios, porque ellos mismos ya producen de forma barata y su preferencia es la venta. Lo mismo que pasaba con el Plan Marshall.
No es nada científico, sólo una opinión, siento que se haya centrado tanto en lo que yo mejor conozco (Camboya), pero creo que podría ser extrapolable a otros casos.

39 | Ander - 27/11/2010 - 10:54

Laura, muy interesante. Ese es el tema: el interés en mantener una mano de obra muy barata, sea en las condiciones que sea, para obtener grandes márgenes de beneficio. Se globaliza el producto pero no las condiciones dignas de vida.

Y, evidentemente, el racismo no es exclusivo de los blancos o los occidentales. Es una reacción defensiva universal.

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Ander Izagirre

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Nací en San Sebastián en 1976. Soy periodista satélite. Kazetari alderraia naiz (leer más).

 

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