Archivado en: Real Sociedad
Me tragué aquel debut sombrío en Segunda (Real, 0; Castellón, 2; y a los quince días, Real, 0; Rácing de Ferrol, 1). En el sofá de casa vi entero el peor partido de fútbol de la historia (Sevilla Atlético, 1; Real Sociedad, 0). Andaba por el Casco Viejo de Vitoria cuando en el minuto 91 del penúltimo partido la Real ya casi estaba de nuevo en Primera (Alavés, 1; Real, 2) y cuando tres minutos más tarde la calle se llenó de txuriurdines silenciosos que se agarraban la cabeza (Alavés, 3; Real, 2). Rabié con aquel gol en fuera de juego del Sporting (1-0), con el penalti en contra del último suspiro ante el Zaragoza (1-1) y, hace muy poco, con el empate inverosímil en casa contra el colista Castellón (0-0).
Y después de tanta bilis, me entero a varios miles de kilómetros que mi abuela se ha quedado ronca celebrando el ascenso.
Pero anda que no voy a fardar cuando me pregunten dónde estaba el día en que la Real volvió a Primera.
(Pues estaba en el campo base del Broad Peak, situado a 4.900 metros en el glaciar Godwin Austen, con la pirámide del K2 al fondo, con otros que también han hecho dos intentos en los últimos dos años y que también a la tercera van a ascender: Zabalza, Vallejo e Iñurrategi, aurten bai!).
Publicado el 15 de junio de 2010 a las 14:15.







