Noticias de Ávila

Cuando algo que está mal no mejora es que empeora. La frase resume -bajo mi punto de vista a la perfección- la tan manida situación del ferrocarril en la ciudad y la provincia. Hace tiempo dijimos adiós a los servicios que conectaban, desde Madrid, el centro de la Península (es decir Ávila) con el norte de España y otros puntos. En este caso, aunque sin duda también podríamos entrar a valorar otros destinos ahora más lejanos por la falta de conexión, la mal llamada solución para algunos pasa por “acercarse” a Segovia o a Valladolid para tomar otro tren. Se mire por donde se mire y desde el ángulo que se haga se puede simplificar en dos palabras: atraso y retroceso. El tiempo es oro excepto, al parecer, para los abulenses. Después del varapalo llegaron nuevos proyectos y estudios llámense altas prestaciones e incluso línea de alta velocidad. Con la crisis económica y los recortes acometidos, por supuesto también en infraestructuras, las esperanzas de quien todavía las tuviera comenzaron a esfumarse. La situación de los usuarios es peculiar: tan cerca de todo pero tan lejos. Una situación estratégica a todas luces privilegiada que pierde fuelle y relevancia cuando se trata del transporte público. Y unas nuevas elecciones a la vuelta de la esquina. Esa época de promesas y programas electorales que pueden y tienen que servir a los partidos políticos para comprometerse con el futuro ya no solo ferroviario, sino de las infraestructuras de la provincia, uno de los grandes ejes sobre los que descansa el futuro y la modernidad para los abulenses. La Plataforma Social en Defensa del Ferrocarril se ha marcado entre sus objetivos que las formaciones políticas incluyan sus reivindicaciones en sus programas electorales. Paradójicamente, según los datos aportados por esta organización, de la que forman parte diversas asociaciones y partidos -UPyD ha sido el último en incorporarse- Ávila es la segunda ciudad de la Región con más viajeros, solo superada por Valladolid. Pues eso, otra paradoja.

Publicado el 25 de febrero de 2011 a las 09:00.

               

Los políticos no han desaprovechado las últimas comparecencias públicas antes de la despedida estival para seguir con sus críticas. Ninguno se queda atrás en esto de censurar o arremeter defendiendo sus posiciones. ‘Decretazos’ varios y recortes en las inversiones en infraestructuras para atajar el elevado déficit público, que en el caso de la línea de alta velocidad que conectaría Ávila a través de Segovia se quedó, tras el anuncio realizado por el ministro de Fomento, José Blanco, en algo más que una ilusión. Llovieron, evidentemente, las críticas. Después, los procuradores socialistas aseguraron que la Junta de Castilla y León tampoco está para sacar pecho en la provincia, con proyectos que llevan años retrasándose como la nueva estación de autobuses. Yolanda Vázquez y Fernando Rodero fueron más allá al asegurar que en 2009 la Administración autonómica dejó de ejecutar en la provincia 30 millones de euros. Asimismo, plantean la remodelación de la Junta, en consejerías como la de Justicia, que aseguran no tiene competencias porque no están transferidas, frente a lo que consideran recortes clandestinos en servicios sociales. Responden desde las filas populares asegurando que Ávila es la provincia peor tratada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y que cómo se atreven a hablar de la necesidad de suprimir Consejerías, teniendo su partido el Ministerio de Igualdad. Entiende el PP que este año el Ejecutivo central confeccionará unos presupuesto tramposos, que poco beneficiarán a una provincia que desde 2004 solo ha conocido una infraestructura nueva: la A-50, planificada por el PP, aseguran los populares. Comienzan los reproches que caldean el ambiente de cara a la próxima cita con las urnas. Primeros indicios de un ‘síntoma electoral’ que no ha hecho más que empezar, antes las elecciones municipales y autonómicas de 2001. Y la huelga general a la vuelta de la esquina. Así las cosas, una recomendación no médica: tómese un descanso antes de septiembre.

Publicado el 30 de julio de 2010 a las 10:00.

               

Después de la tempestad no llega la calma. Tras la marea de críticas por el anuncio del recorte inmediato de salarios a los funcionarios, progresivo en función de las percepciones, la protesta ha llegado a las calles y empieza a tomar los ayuntamientos.

Incluso al debate municipal, como en el caso de Arenas de San Pedro, donde los socios de Gobierno municipal -Partido Socialista e Izquierda Unida- han mantenido una disputa pública por la diferencia de criterios que ambos mantienen. Por un lado, y en primer lugar Izquierda Unida mostró públicamente su rechazo a las medidas de ajuste planteadas por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero -que sólo apoyará en el caso de los concejales- frente a la respuesta del PSOE en este Ayuntamiento, que respaldó la medida a costa, si es necesario, de perder votos.

En el Ayuntamiento de Arévalo, el PSOE plantea reducir las retribuciones que perciben alcalde, concejales y personal liberado un 40 por ciento para dar ejemplo de austeridad.

El panorama laboral, a pesar de la salida técnica de la crisis, está bastante convulso. Más de medio millar de personas secundaron la concentración convocada frente a la Subdelegación del Gobierno contra las medidas del Gobierno central, que según el sindicato CSI.F supondrá alrededor de 17 millones de euros menos en Ávila. En total, 11.672 funcionarios abulenses verán reducido su salario con una media mensual que oscila entre 30 y 70 euros. El ambiente se caldea de cara al próximo 8 de junio, con la convocatoria de un paro general.

En la parte política, el Partido Popular critica los recortes que contraerán el consumo a base de ‘decretazos’, sin olvidar el apartado pensiones, con 22.500 pensionistas de los que se verán afectados el 51,5 por ciento, que aseguran es contrario al Pacto de Toledo. Por su parte, Izquieda Unida considera las medidas de ahorro contrapoducentes por lo que exige su retirada. Además, la formación reclama explicaciones sobre el impacto de las mismas en la economía real.

Entre las cuestiones que urge conocer figuran los plazos que ahora se bajaran para la conexión de la ciudad a la alta velocidad, a través de Segovia, que Fomento tendría que explicar.

Publicado el 21 de mayo de 2010 a las 12:45.

               

Ávila tendrá alta velocidad dentro del corredor Madrid-Valladolid, a través de Segovia. El anuncio histórico, realizado por el ministro de Fomento, José Blanco, a la respuesta en el Congreso de los Diputados de una pregunta formulada por el diputado por la provincia Pedro José Muñoz, convierte a la jornada del 21 de abril en una especie de día festivo para toda la provincia.

Eso sí, antes de imaginar que el tiempo de viaje entre Ávila y Madrid se reducirá a menos de 40 minutos, gracias a un nuevo trazado de 55 kilómetros que discurrirá por el corredor de la autopista y la N-110, se hace necesario conocer más acerca de plazos y presupuesto. Según lo anunciado, en el mes de mayo el Ministerio de Fomento presentará el estudio funcional de la línea para dar a conocer sus características y posteriormente licitará la redacción del estudio informativo.

Una noticia que sorprendió a muchos y que es considerada electoralista por otros, mientras que, si no para todos, para la gran mayoría del tejido social abulense supone un paso hacia el progreso de una provincia tocada por la crisis. Lógica incredulidad cuando la población ha sufrido a lo largo de los años anuncios de todo tipo, que aseguraban para la provincia la conexión a la alta velocidad para posteriormente paralizar el proyecto y optar por el trazado por Segovia alejando a la provincia de nuevas conexiones ferroviarias. Demasiados retrasos como para no reivindicar ahora plazos concretos y asignaciones presupuestarias para un proyecto de tal magnitud. El sentido común hace pensar que se ha perdido demasido tiempo. Hace meses que los usuarios del ferrocarril han constatado una disminución de servicios unida a un empeoramiento en la calidad de los mismos.

El resultado, repetido en numerosas ocasiones por colectivos como la Plataforma Social en Defensa del Ferrocarril, implicaba para los cada vez más abulenses que se desplazan a Madrid optar por medios propios o por el servicio de autobús. Ahora parece que de una hora y media los tiempos se limitarán a menos de 40 minutos. A todas luces es una buena noticia, teniendo en cuenta que la alta velocidad es un tren necesario para la sociedad abulense.

Publicado el 22 de abril de 2010 a las 10:00.

               

Hacía tiempo que no viajaba en tren. Desde que para ir a Asturias desde Ávila tengo que desplazarme hasta, opción a) Valladolid y hacer transbordo, y opción b) Segovia y hacer transbordo. La alta velocidad no trajo progreso para todos.

Para ir a Madrid la cosa mejora, lo que tampoco es difícil. No es la panacea, pero al menos no pierdo tiempo en desplazamientos estériles, que antes de la llegada de la alta velocidad ni siquiera existían.

Este fin de semana volví a evadirme en un viaje en tren. Recomendable cura para el estrés y para encontrarse, al menos durante un rato. De 11.21 a 13.09 horas. Como Leonard Cohen en su refugio monacal pero en sencillo. Es como un decorado de película, donde circulan cantidad de personajes de la vida real. El paisaje, cambiante, desde luego que ayuda.

Me gusta dispersarme en el tren. Ser menos terrenal aunque paradójicamente vaya a una despedida de soltera. No sé si habrá cosas más terrenales que ésta. El único pero del trayecto, que me devolvió al hoy, es escuchar conversaciones telefónicas ajenas. Después de varios túneles una sujeto sube la voz como si el problema de que su interlocutor no oiga no fuera la cobertura. Y así me entero de la hospitalización de un familiar y de muchas más historias para no dormir, y que además no me incumben. ¿Hemos dejado de ser anónimos o qué?, me pregunto. Y en pleno raje mental me suena el móvil. Una amiga, de las de la despedida. Cuelgo. Y así un par de veces hasta que decido responder y convertirme en otra sujeto extraña que, aunque habla bajito seguro que otro viajero escucha su conversación. Y seguro que, como yo, alguien maldice por lo bajo, por pertubar esos momentos.

Moraleja 1. Es más fácil de lo que parece caer en lo que criticamos.

Moraleja 2. Los maridajes perfectos no existen. El Ávila-Tren vive desde hace un par de años una crisis conyugal, que de seguir así puede acabar en divorcio, al menos para los abulenses.

Publicado el 5 de octubre de 2009 a las 20:00.