Noticias de Ávila

Invertir en educación es hacerlo en futuro. A pesar de los tiempos que corren -que tienen como protagonista una crisis económica global, pero también y sobre todo local, regional y nacional-, a pesar de la la reforma laboral y a pesar de la respuesta de los sindicatos y trabajadores en forma de huelga general.

Atrás quedaron los años en los que el país sufría elevadas tasas de analfabetismo, con un número indecente de personas que apenas sí sabía leer o escribir. Un periodo que afortunadamente está superado y sólo permanece en la memoria. Vamos superando escalones y progresando “adecuadamente”, aunque ahora el analfabetismo es otro: se manifiesta en la falta de conocimiento en idiomas -una asignatura pendiente- y en nuevas tecnologías. Un cambio en el concepto: los de mi quinta estudiábamos inglés, mientras que ahora se fomenta estudiar en inglés.

Este año, tras un proyecto piloto en el curso académico anterior, se ha puesto en marcha en las aulas de 19 centros escolares de la provincia el programa Red XXI, que supone la digitalización de las clases. Los alumnos aparcan el lápiz y papel y se embarcan en las nuevas tecnologías, de la mano también de la pizarra digital y los ordenadores portátiles, convertidos en novedosas herramientas de enseñanza.

La iniciativa, de mano de la Administración regional, beneficiará a 1.300 alumnos de quinto y sexto de primaria, de un total de 24.863 que comienzan este curso académico 2010-2011 sus estudios en los diferentes niveles educativos: Infantil, Primaria, Secundaria, Educación Especial, Bachillerato y Formación Profesional.

En cuatro años, según los planes que tiene la Junta de Castilla y León, el proyecto de escuelas digitales estará implantado en la totalidad de los centros escolares. Por su parte, los programas Madrugadores, Tardes en el Cole y Centros Abiertos consiguen resistir a la crisis y se mantienen, facilitando que la conciliación de la vida laboral y familiar no se quede simplemente en papel mojado.

Publicado el 10 de septiembre de 2010 a las 09:00.

               

El Muro de Berlín cayó hace 20 años. Desde entonces, mucho, o todo en la historia ha cambiado, aunque también hay fronteras por derribar. El derribo pacífico del Muro, símbolo de la guerra fría, dejó paso a aquello que hace dos décadas se llamó la unificación alemana.

Lecciones para aprender: buscar aquello que nos une, no lo que nos separa, más aún entre ciudadanos de un mismo país. No digo que las diferencias regionales perjudiquen, al contrario, enriquecen a todos, desde la lengua al folclore y la cultura popular.

En mi caso, de mis antepasados gallegos aprendí la lengua, entre otras cosas; de mi origen asturiano, el dialecto y esa forma de ser de los del norte; de los castellanos y leoneses, el carácter, y de los abulenses el cariño a la tierra. Aunque parezca una antítesis, las diferencias deben engrandecernos. Eso es progreso y el resto lo contrario.

Publicado el 9 de noviembre de 2009 a las 21:15.