Noticias de Ávila

Al César lo que es del César. La ciudad sabe acoger a nuevos vecinos, a pesar del descenso registrado en el número de inmigrantes en los últimos meses, motivado por la situación de crisis económica y el desempleo. Quedó patente en el acto organizado en el palacio de los Verdugo, convertido en emblema del patrimonio, donde el Ayuntamiento -representado por parte de la Corporación municipal y, por ende, las gentes de Ávila- rindieron homenaje a los vecinos que un día abandonaron la ciudad y a los recién llegados, procedentes de diversos países de Latinoamérica. El Día del Abulense Ausente puso de manifiesto que los descendientes de abulenses hasta la tercera generación que residen en Madrid son casi el doble de los que habitan en la provincia. Casi 250.000 personas, convertidas a través del Hogar de Ávila en Madrid, en nuevos Embajadores del Patrimonio, distinción que también recibieron los representantes en Alcalá de Henares, así como de la Casa de Ávila en Valladolid y de la Peña de Taxistas Abulenses de Madrid. Como dato curioso, el número de taxistas de Ávila en la capital del país ronda los 4.000, de 17.000 que prestan sus servicios. Aunque su número ha descendido, cerca de 6.000 personas procedentes de más de 40 países conviven en la ciudad. El colectivo más numeroso es el de ciudadanos rumanos. Entre los representantes de asociaciones de inmigrantes presentes en la recepción ofrecida dentro del Día de la Hispanidad, sonó en diversas ocasiones la palabra integración, cuya realización no es posible sin la entrega de ambas partes. Y añado convivencia. Me hago eco de una valiosa reflexión realizada por Alfonso Alegre, el presidente de la Asociación ‘Machu Pichu’, que aglutina a los más de 300 peruanos que residen en la ciudad, en el sentido de la ayuda mutua que tanto recién llegados como vecinos pueden prestarse. El simple hecho de que no quieren ser un obstáculo en la ciudad, sino solamente un apoyo. La inmigración suma, no resta. Ese es el mensaje.

Publicado el 14 de octubre de 2010 a las 14:00.

               

La aportación de los inmigrantes en Castilla y León, sólo en términos económicos, se sitúa en el 5 por ciento del PIB. La inmigración genera riqueza. Eso que la región, en comparación con otras Comunidades, no se caracteriza por absorber nuevos vecinos, sin olvidar que con la crisis económica la inmigración ha descendido a nivel nacional, según los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a la vez que el número de ‘retornos’ ha aumentado. De hecho, el país ha registrado el mayor incremento en unos años de la tasa de inmigración, mientras que, a nivel local, los 6.000 nuevos vecinos censados constituyen alrededor del 9 por ciento de los ciudadanos. En Castilla y León residen más de 170.000 inmigrantes, según los datos aportados por el director general de Políticas Migratorias y Cooperación al Desarrollo de la Junta, Félix Colsa. La ciudad sufre el lastre del desempleo y por consiguiente, sus ciudadanos, nacidos o no nacidos en ella, también. Este año se han contabilizado 200 inmigrantes menos en la ciudad. Es de suponer que cuando la situación económica mejore, habrá que decir para ver si es cuanto antes ‘Dios mediante’, volveremos a tener más vecinos con acento polaco, dominicano o peruano. En el marco de la convivencia, también fruto de ella, siete asociaciones de la ciudad han organizado la I Semana por la Integración, con la que se pretende dar a conocer las peculiaridades de cada cultura y hacer partícipe al resto de la ciudadanía de actividades diversas de confraternización, entre las que figuran competiciones deportivas o juegos escolares. En Ávila la convivencia es armónica entra nacionalidades (no en vano hace siglos ya fue conocida como la ciudad de las Tres Culturas), tal vez porque la presión migratoria no es tan alta como en otros lugares de España. El desconocimiento y la ignorancia de su cultura y tradiciones suelen generar miedo y rechazo. A pesar de lo anterior, puedo y me agrada decir con conocimiento de causa que Ávila es una ciudad que acoge. Fomentar el entendimiento y el conocimiento de nuevas realidades significa trabajar para que la convivencia siga gozando de buena salud.

Publicado el 16 de julio de 2010 a las 10:00.