Recomendación: "El juego de lágrimas" (1992)
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Desde que Neil Jordan dirigió en 1992 El juego de lágrimas, su carrera ha ido dando bandazos un poco a lo loco. A pesar de haber rodado algunas buenas pelis desde entonces, parece insospechable que el irlandés vuelva a repetir una obra tan perfecta, tan original y tan sorprendente como esta.
Aunque antes de rodarla si que tuvo un par de cintas de calidad similar al la de El juego de lágrimas. Como En compañía de lobos, su segunda peli y una obra maestra del terror de los 80 que arrasó en todos los festivales del género por donde pasó. También Mona Lisa, una magnifica cinta negra con un gran Bob Hoskins que ganó todo tipo de premios por su interpretación, entre ellos un BAFTA, un Globo de Oro, una Palma de Oro y una nominación al Oscar.
El paso a Hollywood de Jordan fue desastroso. El hotel de los fantasmas y No somos ángeles fueron sonoros fracasos artísticos y taquilleros. Así que se volvió a Irlanda con el rabo entre las piernas y la verdad, que no lo pudo hacer mejor. Después de una intranscendente The Miracle, escribe y dirige El juego de lágrimas. ¡Qué maravilla! lo que empieza siendo una dura cinta sobre el terrorismo del IRA y la angustia de un secuestro se acaba convirtiendo en una de las historias de amor más original, bizarra e hipnótica jamas rodada. Del argumento poco más voy a contar por que no quiero dar ni una pista sobre lo que os vais a encontrar.
El reconocimiento crítico fue inmediato, en el 93 era la peli independiente de moda, a lo que contribuyó sus seis nominaciones al Oscar, aunque sólo consiguió el de mejor guión original. Totalmente merecido porque de verdad que es muy, muy original. Es una trama tan cuidadosamente hilada que impresiona y con un giro argumental que deja boquiabierto a todo el mundo.
La canción principal se titula igual que la película, es un precioso tema de Geoff Stephens de 1964 que Boy George volvió a popularizar para el film, donde tiene una especial transcendencia y armoniza todo el metraje.
Neil Jordan había tocado techo, cualquier proyecto que desease estaba en sus manos. Así que volvió a Hollywood con la intención de revindicarse y dejar claro que era capaz de rodar una gran obra en la capital mundial del cine. Y así hizo Entrevista con el vampiro, su peli más famosa y taquillera. El resultado fue satisfactorio y Jordan se sacó esa espinita que tenía clavada, pero luego poco más. Este año estrena Odine, una intimista película sobre una sirena protagonizada por Colin Farrel, la verdad que no tiene mala pinta. Ojalá que Neil Jordan nos vuelva hacer jugar.
Publicado el 18 de junio de 2010 a las 14:45.