Balón dividido

"No sé lo que están haciendo en España para desarrollar su talento individual pero están haciendo algo bien..." con estas palabras definía recientemente el deporte español una de las grandes estrellas de la NBA, Kobe Bryant. Y es que solo tenemos que mirar los resultados que han conseguido deportistas, equipos y selecciones españolas durante los últimos años. Desde el fútbol y el baloncesto donde lo ganamos prácticamente todo en cualquier categoría, y pasando por otros deportes donde cada vez se brilla más como el balonmano, motociclismo, atletismo, ciclismo, tenis y natación entre otras, hay un sinfín de deportistas que trabajan duro para cosechar estos éxitos, pero ¿es solo trabajo y calidad?.

Desde mi punto de vista, uno de los factores más influyentes para ser un buen deportista está en el talento, esa capacidad para desempeñar o ejercer una actividad sobre la que se tiene cierto potencial. Pero esto no es una cosa fácil de observar, y mucho menos de explotar.

Para empezar deberemos analizar qué tipos de talentos son los que tiene o puede tener un deportista, empezando en primer lugar por el talento físico. Este se verá en el desarrollo del cuerpo de la persona, su crecimiento, su musculatura, su flexibilidad, etc. Algo en lo que también influye la genética, está bien observar a padres, hermanos y otros familiares que desde que un niño es pequeño nos puede indicar cuál va a ser su talento físico.

Otro aspecto a considerar en una observación para la búsqueda de talento, es la capacidad para asimilar conceptos y llevarlos a la práctica, el rápido aprendizaje y la habilidad para analizar sobre esos conceptos, influyen enormemente en el crecimiento de los deportistas.

Lógicamente, a ese talento de aprendizaje lo podemos prolongar con el talento para trasladar a la práctica esos conocimientos, esa posibilidad de utilizar el mejor de los recursos en el mejor de los momentos y en tiempo determinado con el fin de optimizar el resultado. Este talento es el que normalmente asociamos a esos "chicos listos" que solucionan con maestría conflictos o son capaces de hacer mejores a cualquier compañero.

Por último existe otro talento más psicológico ligado a la motivación, control de situaciones de estrés, toma de decisiones ante momentos de presión, pasión con la que se vive el deporte, etcétera. La carencia de este tipo de talento es el que provoca un mayor porcentaje de fracasos entre deportistas.

Así pues, tras esta reflexión, invitaría a todos los entrenadores a que dediquen tiempo a la observación y al análisis de los deportistas (indistintamente de su categoría), ya que no siempre el niño que más puntos consigue o el que más aprende o el que más aporta al equipo, es el niño que con el paso de los años podrá convertirse en un referente dentro del equipo, de la ciudad o del deporte.

Publicado el 13 de abril de 2012 a las 14:30.

               

Cada día que pasa nos encontramos con noticias relacionadas con los problemas económicos que los equipos profesionales tienen, son serias las dudas que aparecen sobre si podrán disputar su máxima categoría o deberán retirarse amenazados por los problemas económicos, si los jugadores podrán cobrar íntegramente sus salarios, etc. Además no podemos evitar pensar en los muchos equipos con deudas pasadas, plantillas encerradas en vestuarios protestando por los impagos, y a saber cuantas acciones más pueden surgir dentro de unos meses cuando la competición esté funcionando.

Pero esta alarma que tantos quebraderos de cabeza trae entre directivos, deportistas profesionales y asociados, no debe centrar nuestra atención sino que debemos mirar posibles consecuencias favorables. Como decía un colega de profesión en Twitter, los grandes beneficiados pueden ser los jóvenes deportistas. La inversión en el deporte profesional es muy alta y además quienes participan en ella necesitan de un salario para vivir, ya que su dedicación es íntegra a ese deporte, sin embargo, en la cantera la práctica de una modalidad está vinculada con la diversión y el crecimiento personal de cada uno, de ahí que la inversión necesaria sea menor.

Considero que una buena política de club que plantear actualmente sería la de invertir en la cantera, tratar de disponer de los mejores entrenadores, ofrecer una formación, buscar jóvenes talentos e incluso becarlos para que puedan destinar su tiempo al deporte. Los éxitos deportivos se pueden conseguir igual en las competiciones de cantera y las inversiones son menores, ya que los jugadores cuestan menos, los desplazamientos suelen ser menores y las competiciones son más económicas.

Otra de las grandes ventajas de invertir en el deporte base está a largo plazo, algo para lo que es requisito imprescindible la paciencia. Preocuparse en la mejor formación de los chavales, traerá consigo una mayor calidad cuando lleguen a competiciones sénior y por lo tanto todo eso tendrá también una repercusión económica importante, ya que los jugadores de la casa suelen ser más rentables que los de fuera (ahorro en alojamientos, desplazamientos, manutención, etc.).

Aunque lógicamente, todo puede parecer muy bonito visto así, pero también hay inconvenientes, el principal que veo es que si se prescinde de los equipos profesionales, se perderá también una referencia para los chavales cuyo objetivo sería el de llegar ahí algún día. Recomiendo dejar clara la filosofía del club desde un principio, que cada jugador sepa que aunque no haya equipo arriba, si hay trabajo e implicación, cuando ellos tengan que llegar ahí lo harán porque entonces habrán mejorado los tiempos y podrán estar donde se merecen.

Publicado el 13 de julio de 2011 a las 12:30.