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La gestión del tiempo y la racionalización de los horarios. Bajo este sugerente título se ha celebrado en Burgos una jornada organizada por la Junta de Castilla y León y promovida por la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles dedicada a analizar la función de los horarios como medida eficaz para favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar, favorecer la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, mejorar la calidad de vida e impulsar la convivencia familiar. Suena bien, ¿verdad?
En éste, como en muchos otros temas, una cosa es la teoría y otra, muy distinta, la práctica. Y una cosa es el trabajo en la Administración pública y otra en la empresa privada. Una encuesta del CIS de 2008 concluye que el 73% de los españoles considera que las empresas y centros de trabajo dan pocas o ninguna facilidad a sus trabajadores para compaginar su vida laboral y familiar.
Recientemente y con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, celebrado el pasado 8 de marzo, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles ha elaborado un Decálogo con los diez NO aconsejables que las mujeres deben decir para poder conciliar mejor su vida laboral, personal y familiar.
Les recomiendo que si tienen tiempo y ganas inviertan unos minutos en su lectura en la página web www.horariosenespana.es
Esos diez NO vistos sobre el papel quedan muy bien, pero que se hagan realidad requiere todavía un largo camino por recorrer y algún que otro ‘riesgo’ para su puesta en práctica, no nos engañemos, máxime ahora en tiempos de crisis.
La conciliación no es cosa de mujeres, no debe serlo; es cosa de mujeres y hombres, por igual. Del ser humano como tal empeñado en hacer un mejor uso, una mejor gestión del tiempo para que éste cunda más. Ya no hay roles de mujeres y roles de hombres, eso ocurría en la época de nuestros abuelos.
Los horarios españoles tienen muchos inconvenientes sobre los de nuestros vecinos europeos. La jornada partida prolonga hasta ‘las mil y monas’ la jornada laboral restándonos tiempo para otros menesteres –hijos, hobbys, etc.– y, si bien es cierto que hay profesiones y sectores –el de los medios de comunicación, por ejemplo– en los que cambiar las prácticas horarias es casi imposible, también lo es, en mi opinión, que un horario laboral más europeo nos regalaría algún que otro minuto más para nuestra vida privada y nuestro ocio. Pero España es diferente y siempre lo será, para bien y para mal.
Y usted, ¿cómo concilia?
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“El organismo distingue un solo impulso desde el principio: la supervivencia. Y… en la mayoría de nosotros este sentimiento va unido a la noción de una madre”
El alienista. Caleb Carr
Publicado el 16 de marzo de 2009 a las 18:30.
