Noticias de Burgos

Los ciudadanos quieren actuaciones. Exigen la máxima transparencia a aquellos en los que un día depositaron su confianza a través del voto en las urnas; que procedan con firmeza, con mano dura contra los corruptos, apartándoles de sus cargos, expulsándoles de sus formaciones y exigiéndoles que devuelvan lo robado. Y la Justicia que actúe, y si tienen que ir a la cárcel, que lo veamos. Instalándose en la tribuna dialéctica del ‘y tú más’ y apuntando al adversario con la única intención de desacreditarle  aún más solo conseguirán que aumente la desconfianza hacia la actividad política y hacia quienes a ella se dedican.
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Son demasiados los casos de corrupción conocidos y que están siendo investigados por la Justicia, pero ha pasado demasiado tiempo sin que los partidos hayan tomado cartas en el asunto. De ahí el cabreo del ciudadano. Ante un problema, hay que ir a la raíz del mismo y buscar solución lo antes posible, y ante una sospecha de irregularidad, denunciar. Mirando para otro lado, las consecuencias son imprevisibles. Está en juego la credibilidad de un país y sobran los adjetivos para calificar a determinados personajes que han aprovechado sus cargos de responsabilidad en instituciones y partidos para un lucro personal. En un país con casi cinco millones de parados es sencillamente intolerable y repugnante.

La lucha contra la corrupción, tanto en lo público como en lo privado,  deber ser una prioridad.

Publicado el 3 de noviembre de 2014 a las 13:15.

Cómo se nota que se aproxima una nueva cita electoral. El 20-N está a la vuelta de la esquina y los políticos intensifican sus agendas, se ajustan el casco a la cabeza y se van de excursión a visitar el estado de las obras que son competencia de la administración a la que representan. Pero no se van solos, claro está, convocan a la prensa para anunciar  ‘in situ’ lo bien que van y, aún a riesgo de equivocarse, vaticinar una determinada fecha sobre la finalización de las mismas, que en muchos casos -no hay más que revisar la hemeroteca- no se cumple. Lástima que pasen de puntillas por los retrasos acumulados.

Como las elecciones son Generales, la Administración Central anda estos días afanada en exponer sus proyectos en un intento por demostrar sus compromisos con quienes dentro de unas semanas están llamados a las urnas.

La ‘fiebre’ por el casco, de la que en Burgos tenemos más de un ejemplo, ha llegado hasta la Subdelegación del Gobierno, donde su titular, Berta Tricio, se afana en dar cuenta del grado de ejecución de los proyectos impulsados por el Gobierno central. La biblioteca pública de la calle San Juan; la futura autovía A-73; la vía verde que el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino está llevando a cabo sobre la plataforma del antiguo ferrocarril Santander-Mediterráneo; las obras de rehabilitación de la Casa Cuartel de la Guardia Civil dañada en el atentado de julio de 2009; las obras de la Comisaría de Miranda de Ebro; las obras de plataforma del subtramo Villazopeque-Estépar de la Línea de Alta Velocidad (LAV) Venta de Baños-Burgos-Vitoria... son algunos de las actuaciones en curso a las que se quiere dar brillo de cara al 20-N. A veces pienso que todos los años debería haber elecciones...

Publicado el 23 de septiembre de 2011 a las 13:45.

La constitución estos días de los nuevos Ayuntamientos y Parlamentos regionales surgidos de las elecciones celebradas el pasado 22 de mayo pone de relieve, tras escuchar las intervenciones de algunos alcaldes y presidentes de las Cortes, que la legislatura recién comenzada va a requerir de grandes sacrificios, a tenor de la delicada situación económica que atraviesan el país y las administraciones públicas.

Si una palabra se repite hasta la saciedad en los discursos de quienes asumen la responsabilidad de gobernar durante los próximos cuatro años esa es austeridad. Una austeridad que la mayoría de los ciudadanos de a pie venimos aplicando desde hace ya muchos meses, años incluso, en nuestro día a día, en la gestión de las economías familiares. Estamos en época de vacas flacas y los excesos de antaño pasan factura. El margen para el endeudamiento cada vez es menor. Nuestros dirigentes deben ser los primeros en dar ejemplo si, como decía en su investidura la primera presidenta de las Cortes de Castilla y León, Josefa García Cirac, quieren “reconquistar” la confianza ciudadana. El Barómetro de mayo de 2011 del Centro de Investigaciones Sociológicas revela que después del paro y la situación económica, el principal problema que existe en España es la clase política y los partidos políticos. La desafección entre los ciudadanos y los políticos es cada vez mayor y la brecha solo podrá reducirse si éstos logran transmitir confianza en su gestión, actúan con transparencia, saben escuchar las demandas y reivindicaciones ciudadanas y hacen de la austeridad la bandera de su  acción de gobierno.

La música que acompaña a estos primeros discursos suena bien; durante los próximos años toca escribir la letra, con hechos que no desentonen.

Publicado el 17 de junio de 2011 a las 14:00.

La batalla electoral llega a su fin. El domingo día 22 de mayo se celebran elecciones municipales y autonómicas. Las urnas revelarán el nombre de los representantes políticos a los que los electores de Castilla y León y de la provincia de Burgos habrán encomendado llevar las riendas de sus respectivos gobiernos durante los próximos cuatros años.

Los ciudadanos, tal y como reconoce la Constitución Española en su artículo 23.1, tienen el derecho a participar en los asuntos públicos,  directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas  por sufragio universal.

Durante las dos últimas semanas, los candidatos de los diferentes partidos que concurren a la cita electoral -968 candidaturas proclamadas en la provincia de Burgos para las elecciones locales y 11 para las autonómicas-, han dedicado tiempo y esfuerzos a trasladar sus mensajes a la opinión pública. Con más o menos suerte, han diseccionado y reiterado las claves del programa con el que aspiran a gobernar y han llenado de promesas y más promesas sus mítines y encuentros.

Tras el ajetreo de la campaña, llega la jornada de reflexión. Es un día para meditar sobre lo escuchado y leído en las últimas semanas, y sobre las opciones que se presentan.

En la provincia de Burgos, 302.270 personas podrán ejercer su derecho a voto en las elecciones autonómicas y 292.182 en las municipales. En el municipio de Burgos son 137.216 ciudadanos los que están llamados a las urnas.

La participación ciudadana a la que de forma reiterada se invita desde diversos foros cobra, de nuevo, más fuerza y sentido ante unos nuevos comicios, porque en una sociedad democrática como la actual es responsabilidad de sus ciudadanos participar en la elección de quienes están llamados a gestionar sus órganos de gobierno. Para exigir, participar.

Publicado el 20 de mayo de 2011 a las 13:15.

Maratonianas jornadas las que les esperan a los candidatos a la Alcaldía de Burgos y a la Presidencia de la Junta de Castilla y León a partir de este viernes 6, inicio de la campaña electoral del 22-M.

Dos semanas en las que las que la maquinaria de los partidos políticos hará que sus candidatos pisen el acelerador para llegar a la meta de la jornada electoral lo mejor posicionados posibles. Quince días para intentar convencer, a los indecisos principalmente, que sus programas de gobierno son los mejores para la próxima legislatura y merecedores, por tanto, de sus votos. Se abre la veda de las promesas; son éstas precisamente la salsa de todas las campañas. El electorado, sin embargo, está ya un poco, o bastante cansado, del ‘circo’ en el que cada cuatro años se convierten los días previos a la cita con las urnas y de que sólo entonces se acuerden los políticos de ellos. Promesas a cambio de votos y, conseguido el objetivo, si te he visto no me acuerdo.

Una campaña electoral debe servir para que los ciudadanos-votantes puedan conocer a fondo las propuestas de las diferentes candidaturas que aspiran a gobernar y para que quienes han gobernado rindan explicaciones de su gestión durante la legislatura que termina. El aprobado o suspenso está en manos del electorado, quien con su voto se convierte en el auténtico juez de un proceso al que nadie es ajeno.

Señores candidatos, juego limpio, por favor. No prometan aquello que no podrán cumplir. Déjense de brindis al sol que solo contentan a sus incondicionales. Hablen de sus programas, de su proyecto de ciudad o Comunidad; dejen los dardos envenenados contra el adversario en casa y márquense como principal e irrenunciable objetivo atender e intentar solucionar las preocupaciones del ciudadano de a pie.Mi voto, y el de miles de electores, tienen que ganárselo.

Publicado el 6 de mayo de 2011 a las 17:30.

Cuando a última hora de la mañana del miércoles 23, se nos convocaba a los medios de comunicación para el día siguiente a una comparecencia del presidente de la Diputación Provincial, Vicente Orden Vigara, ya intuíamos que lo que era oficioso desde hacía algunas semanas estaba a punto de oficializarse.

Acompañado por el portavoz de su equipo de Gobierno, Borja Suárez, Vicente Orden Vigara anunciaba públicamente el jueves 25 que es hora de dar paso a otras personas al frente de la institución que ha presidido durante los últimos veinte años.

Orden Vigara dice adiós a la que ha sido su casa política en las dos últimas décadas, aunque no confirma su adiós definitivo a la política. Como hombre de partido y disciplinado que siempre ha confesado que es, seguirá a disposición de lo que el Partido Popular considere.

A punto de cumplir 74 años -soplará las velas el próximo mes de mayo-, Vicente Orden cierra una etapa, una larga etapa tanto en la institución provincial como en su carrera política, que no duda en calificar como la mejor de su vida. “Haber estado al frente de la provincia veinte años es lo mejor que ha podido ocurrir en mi vida”, reconocía con orgullo un hombre que lleva a gala el haberse pateado la provincia de norte a sur y de oeste a este y que nunca ha ocultado que, después de su familia, “no hay nada que me compense más que ser presidente de la Diputación”.

Aunque en el anuncio de su despedida ante los medios de comunicación, Orden Vigara pudo contener la emoción, más difícil le resultará el próximo 18 de marzo en el homenaje que prepara la Diputación a 102 exdiputados de la etapa democrática. Son muchos los recuerdos y sentimientos que confluyen en 20 años, demasiados para que alguno no aflore.

Publicado el 25 de febrero de 2011 a las 14:15.

La irrupción en el escenario político del que ha sido presidente de la Federación de Asociaciones Empresariales de Burgos durante los últimos siete años, Roberto Alonso, es, junto con la renuncia del actual alcalde, Juan Carlos Aparicio, a encabezar la candidatura del PP a la Alcaldía de Burgos en las elecciones del 22 de mayo, y a falta de que José Mª Peña confirme públicamente su abandono definitivo de la política, la principal novedad de la nueva contienda electoral.

Alonso oficializaba el miércoles día 12 su salto a la política municipal de la mano de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), partido del que será cabeza de lista. Lo hacía en la sede de FAE, emocionado, tras despedirse de su junta directiva y con el objetivo de “aportar algo” a la sociedad burgalesa en esta nueva etapa que comienza.

Cuando una persona como Roberto Alonso, empresario con más de 40 años de experiencia, sin militancia, decide a sus 64 años entrar en política, cabe plantearse alguna que otra reflexión acerca de los motivos que pueden impulsar a un hombre como él a tomar semejante decisión, valiente donde las haya. Confesaba Alonso en su comparecencia que asume esta responsabilidad porque se lo han pedido y porque está, como muchos otros ciudadanos, “harto” y “desencantado” de la actual clase política.

El discurso de Alonso suena limpio, un tanto utópico, eso sí, y muy diferente a los que nos tiene acostumbrada esa clase política tan cuestionada hoy en día. Aboga por una forma de gobernar basada en la optimización de recursos, alejada de la confrontación, que priorice los intereses ciudadanos y no los del partido y que se base en la búsqueda de acuerdos y unión de voluntades. Promete trabajo, honestidad, sentido común e inteligencia emocional. Alonso ha desvelado sus cartas, con las que todo apunta que pueda dar alguna sorpresa.

Publicado el 14 de enero de 2011 a las 13:15.

De cortés, pero desalentadora. Así ha calificado el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, la reunión mantenida el día 3 con el ministro de Fomento, José Blanco, para conocer los planes del Gobierno de España en relación con las infraestructuras viarias y ferroviarias de la Comunidad Autónoma.

Quien pensara que tras siete meses de espera -la reunión se solicitó por parte de Herrera el pasado 8 de abril-, Blanco iba a concretar con fechas, plazos y presupuestos detallados cada una de las infraestructuras pendientes de ejecución o finalización que son de su competencia, se ha equivocado. Lo cierto es que si separamos la paja del grano de lo que ha dado de sí la reunión, granos quedan muy pocos.

Si nos detenemos en lo que concierne a la provincia de Burgos, el ministro explicó que todos los tramos de las Líneas de Alta Velocidad a Burgos “se encuentran en fase de obras y avanzan según lo previsto”. Luego nos enteraríamos por el titular del ejecutivo regional que la alta velocidad, según comentó el ministro, llegará a Burgos en 2015 dado que está previsto que llegue al País Vasco en 2016.

En cuanto a la conexión Miranda de Ebro-Logroño, Blanco tan solo recordó que el Ministerio ha adjudicado hace unas semanas el estudio informativo de este tramo del Corredor Cantábrico-Mediterráneo.

En el capítulo de infraestructuras viarias, el balance deja mucho que desear.  Sobre la Autovía del Duero, el ministro anunció que en 2011, para agilizar la construcción, se iniciará su licitación a través del plan de colaboración público-privada. Lo mejor es lo que dijo sobre la Ronda de Burgos -anunció que continuarán las obras (no dijo cuándo)- y sobre la Variante de Aranda, que se retomará a través del PEI. No sé a ustedes, pero a mí me han quedado muchas dudas.

Publicado el 5 de noviembre de 2010 a las 14:00.

Comenzó el espectáculo. Ni circense ni musical, sino político, el lamentable espectáculo político. A siete meses de que se celebren las elecciones municipales y autonómicas, los políticos de los diferentes partidos suben el tono de su discurso y las batallas dialécticas se suceden un día sí y otro también. Cualquier asunto, proyecto, actuación o expediente da pie al lanzamiento de dardos envenenados entre Gobierno y oposición.

El portavoz del equipo de Gobierno, Javier Lacalle, criticaba esta semana la “radicalidad” en la que se ha instalado el Partido Socialista, al que le pedía una reflexión en el sentido de que “no siga por ese camino”, que deje de “enfangar la política”, que “nos deje seguir trabajando para rematar los proyectos pendientes y necesarios para la ciudad” y que sea más riguroso en sus apreciaciones.

Por su parte, el concejal socialista Antonio Fernández Santos volvía a poner el acento “en la presunta corrupción generada en el Instituto Municipal de Cultura y Turismo por su presidente, el concejal Diego Fernández Malvido”, en relación con un expediente de reconocimiento extrajudicial de crédito aprobado la semana pasada por el Consejo del IMC para hacer frente al pago de tres facturas por importe de 40.000 euros relativas a gastos de la gala fin de año 2009. Y para disipar cualquier duda presentó ante los medios de comunicación informes del gerente del IMC, de Intervención General y de la Administración General del IMC, que reconocen “la irregular tramitación” de dicho expediente. El edil socialista no se quedó ahí y denunció también públicamente una “presunta ilegalidad en la modificación del contrato de urbanización de las calles Santander y Concordia” y “un cúmulo de irregularidades” en el proyecto del Pabellón Arena.

Tras las denuncias públicas, los socialistas han anunciado que acudirán a los tribunales.

Publicado el 29 de octubre de 2010 a las 13:30.

La carrera electoral ha comenzado. El primero en situarse en la línea de salida ha sido el secretario general de la Agrupación Municipal Socialista, Luis Escribano, quien el jueves día 8 anunciaba públicamente su candidatura a la Alcaldía de Burgos. Habrá que esperar, sin embargo, al día 21 de septiembre para que sea proclamado ‘candidato oficial’ del PSOE, pues hasta esa fecha pueden presentarse más candidatos, situación muy improbable.

El PP, como ya es tradición, comenzaba el nuevo curso político con una comida popular para afiliados y simpatizantes en Villalbilla el día 5, pero de candidatos, en las filas populares, todavía no toca hablar, al menos públicamente, porque en los corrillos no hay otro tema de conversación. Los ojos están puestos en el actual alcalde, Juan Carlos Aparicio y en el relevo al frente de la Diputación Provincial. El ‘aparato’ quiere que Aparicio vuelva a ser cabeza de lista por tercera vez, pero la pelota está en su tejado. El presidente provincial del PP, César Rico, reitera que será una decisión personal del propio Aparicio volver a encabezar la candidatura. Y mientras éste deshoja la margarita, o si ya lo ha hecho, pone luz y taquígrafos a su decisión, el resto de fuerzas políticas mide sus tiempos, pero da pocas muestras de actividad, sabedoras del escaso margen de maniobra que les queda, pues a nadie se le escapa que el bipartidismo es la principal característica del escenario político burgalés.

Durante los próximos nueve meses, y hasta la fecha de celebración de los comicios municipales y autonómicos de mayo de 2011, los ciudadanos asistiremos al rifi-rafe electoral por excelencia que constituye toda cita con las urnas.  De momento, la gran incógnita continúa siendo el nombre del candidato del PP a la Alcaldía de Burgos. Especulaciones, todas; rumores, miles; pero confirmaciones, ninguna.

Publicado el 10 de septiembre de 2010 a las 13:15.