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Blog de Enrique Hormigos

Demasiada letra

"¿Tiene bocadillos de queso?"

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Un tío pequeñajo con gafas entre en un bar de la minúscula República de San Marcos y pide un café.
Se lo toma, reflexiona un segundo y, mirando al camarero le pregunta:
-¿Tiene bocadillos de queso?
-Sí.
-Bien. Pues pongameeeee... esteeeee... mil.
-¿Alguna cosa más?

Y el tío pide otros 1.500 de jamón (uno con pan inglés), 2.000 de tortilla y "ensaladilla rusa para 900 hombres". Para beber se lleva 1.800 botellas de agua mineral, 500 de agua con gas y 2.000 cafés con leche. Llegado el momento, los bocadillos y las bebidas atiborran el local y el camarero aparece con la kilométrica cuenta.
Es entonces cuando Woody Allen saca una metralleta y le grita: "¡¡Cóbraselo a Vargas!!".

Esta escena de aprovisionamiento guerrillero, libremente inspirada en las peripecias revolucionarias de Fidel Castro, aparece en la película "Bananas", y ahora ya sabéis por que, desde hace ya más de un año, nadie en casa ha vuelto a comer queso sin imaginar a cinco cocineros empujando a través de la selva cinco carretillas cargadas con "ensaladilla rusa para 900 hombres"...

No. No somos gente muy normal.

+ tonterías en ehormigos.blogspot.com

Publicado el 21 de octubre de 2008 a las 20:15.

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Comentarios - 1

1 | Contramaestre - 22/10/2008 - 13:41

A mi me trae muchos recuerdos el camarote de los hermanos Marx. Mi hermano lleva años anuciandose por el telefonillo, como el "ayudante del plomero"...

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Enrique Hormigos

Enrique Hormigos

Desde que me metí en el lucrativo negocio del humor con la idea de hacer una fortuna en un par de semanas y retirarme a vivir de las rentas en una hermosa finca en la Toscana, hay una escena que se repite de manera exacta cada vez que busco echarle el lazo a un nuevo cliente.

La cosa empieza en el despacho de la víctima, dónde me presento generalmente sin avisar (soy un fan del "Efecto Sorpresa"). Una vez que el director se da cuenta de que no me sacará de su despacho sin la ayuda de un revolver del 45, suspira resignado y abre mi viejo carpetón (Viejo desde el día en que lo compré. Lo até mal a la baca de mi motocicleta y, recién salido de la tienda, lo arrastré durante 200 metros por el asfalto. Pero bueno; no lo iba a tirar).

Silencio sepulcral. El tío estudia el material y, después de un rato sin decir ni pío, se rasca la barbilla y murmura: "Mmmm... Demasiada letra..."
Fin de la entrevista.

Y aunque nunca he entendido porqué la gente no se rasca la barbilla y murmura "Mmmm... Demasiada letra" cuando lee los chistes de Forges o de El Perich, espero que, en este caso, mi asqueroso defecto no os desanime demasiado.

De cualquier manera, gracias por sintonizar este canal.
Un saludo.

 

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