El eco de la bomba
Archivado en: En la cuerda floja, Terrorismo ETA
No me ha despertado la bomba. Vivo a un par de kilómetros de la casa cuartel de la Guardia Civil, en el centro de Burgos. Si hubiera dormido en la casa de mis padres, a un kilómetro, el estruendo me habría sacado de la cama. Tampoco nadie me ha llamado para avisarme. He abierto el ordenador, esta mañana, como cualquier otro día, y me he topado con la noticia.
A mediodía he salido a la calle con la cámara de vídeo, pero después de pensarlo me he puesto a caminar con mi hijo en dirección contraria. Hace un par de meses, la última vez que fuimos juntos al cine subimos a un centro comercial cercano al cuartel; al salir estuvimos correteando donde los terroristas han aparcado la furgoneta cargada de explosivos.
La semana que viene pasaremos por allí, otra vez (este viernes estrenan Up). Quizá nos sentemos en el descampado, un rato, para contemplar el edificio. Aunque aún no sé qué me preguntará, intuyo que no sabré qué decirle.
Publicado el 29 de julio de 2009 a las 20:00.