Gente de internet

Informar, siempre, es desinformar. O informar insuficientemente. Cualquier noticia siempre se queda corta. Nunca se puede mostrar con todos sus detalles, con todos sus matices, dentro de su contexto, algo que ya ha sucedido o, por supuesto, que está sucediendo. El empeño de cualquier periodista en particular o de todos los medios de comunicación en general es heroico, titánico. O, si nos podemos menos estupendos, quizá podríamos decir que emulamos a Sísifo: nuestra labor, aunque encomiable, siempre está destinada a fracasar.

He abierto el portátil con la vana intención de escribir otra vez sobre cómo está cubriendo la prensa española el caso Marta del Castillo. Pero he saltado de web en web y me he quedado mudo. No quiero añadir ni una palabra más.

Luego he visto en El País una noticia de la agencia EFE que reproducen varios medios más: Hallado el cadáver de un inmigrante en una playa de Cádiz. Incluye esta fotografía.

Hace cuatro años abrí un blog con esta frase de Javier Marías: «Casi todo lo que decimos y comunicamos todos es filfa, es relleno, es superfluo, es vulgar, aburrido, intercambiable y trillado, por mucho que sea "nuestro" y que la gente, como se repite ahora con cursilería extrema, "sienta la necesidad de expresarse"».

Publicado el 18 de marzo de 2009 a las 09:15.

El periodismo se aprende en la Universidad, bien, y también en la calle y en las redacciones. Y escuchando a los que saben, contemplando su trabajo. Y leyendo: delante de un libro, bueno, de muchos, o de las pantallas con las que nos vayamos topando (cada vez más: las televisiones, los ordenadores, los teléfonos y ya veremos qué).

Pero, sobre todo, aprendemos de los errores. Tropezando. Sigamos abusando del gerundio: sonrojándonos, disculpándonos, reconociendo que hemos metido la pata hasta el fondo, asumiendo que debemos cambiar, mejorar. Así se aprende, ¿no?

La mayoría de los periodistas en activo no han olvidado el crimen de Alcácer, aunque hayan pasado más de dieciséis años. Tocamos fondo, entonces, o eso pensamos, cuando se montó un lamentable e indigno circo televisivo en torno a la muerte de tres adolescentes valencianas.

Esta tarde, en Facebook, Rafael Rodríguez López, viejo amigo y compañero de clase, redactor de El Faro de Vigo, se quejaba en mi muro: "Hoy en Telecinco han repetido el esperpento de Alcácer con el caso de la pobre chica de Sevilla. Lamentable y vergonzosa cobertura, pura carnaza. Antena 3, lo mismo". Un par de horas antes, otro periodista gallego, Nacho de la Fuente, redactor de La Voz de Galicia y autor de La Huella Digital, creaba en Facebook el grupo Respetemos a Marta. ¡No al circo mediático! A estas horas ya tiene 90 miembros. Esperemos que tenga más, muchos más, y que los periodistas continuemos recordando, y aprendiendo. Va siendo hora.

Publicado el 17 de febrero de 2009 a las 19:15.