jueves, 25 de abril de 2024 20:10 www.gentedigital.es
Gente blogs

Gente Blogs

Blog de Luisgé Martín

El infierno son los otros

El noviazgo de Rajoy con Hollande

Archivado en: Hollande, Rajoy, Merkel, Política económica

Se ha repetido mucho estos días, con caricatura, que el más deseoso de la victoria de Hollande en Francia era Mariano Rajoy. Yo estoy casi seguro de que era así, salvo que sea aún más imbécil (dicho siempre en el sentido psicoclínico) de lo que parece.

Recapitulemos la historia. En 2008 hubo una crisis cataclísmica mundial. Se hundió el sistema financiero, que, dejado de la mano de Dios (que es quien más sabe de mercados de futuros y de hedge funds, al parecer), se había llenado de gusanos y estaba podrido. Entonces se dijo que se iba a refundar el capitalismo (lo dijo Sarkozy, precisamente) para que eso nunca volviera a suceder, para que los tahúres tuvieran que repartir las cartas con las mangas remangadas. Los estados, en esos días, hicieron lo más elevado que deben hacer, aunque alguno (los tahúres) lo llamen paternalismo: proteger a los ciudadanos de sí mismos. Salieron al rescate y trataron la economía como si estuviera enferma. Le pusieron sondas y le inyectaron medicinas.

En España el barquinazo fue más grave. Como habíamos crecido con pies de barro, alimentando una burbuja inmobiliaria que lo único que conseguía era endeudar a los españoles de por vida (es la deuda privada el gran problema de España, no la deuda pública, por mucho que lo repitan los trompeteros gubernamentales), el castillo se derrumbó desde los cimientos. El desempleo se desbocó, lo que tenía un doble efecto en las cuentas: por un lado se dejaban de ingresar impuestos y por otro se aumentaba geométricamente el gasto en prestaciones. Es decir, el apocalipsis.

En España, como en toda Europa y en casi todo el mundo, se aplicaron recetas elementales. Una de ellas era utilizar al estado como motor de la economía, lo que simplificando mucho se llama keynesianismo. Se trataba de sostener los sectores más golpeados, insuflándoles oxígeno, para que poco a poco todo reviviera. Como cuando a un coche se le para la batería y se le empuja hasta que arranque. El del automovilismo fue uno de esos sectores subvencionados. Y el de la construcción, que era el principal castigado, fue suavemente nutrido a través del Plan E. De este modo se salió de la recesión y se empezó a recuperar algo de pulso. En unas partes más que en otras, pero en todas partes.

Allá por los primeros meses de 2010, algunos organismos de esos tan autorizados (el FMI, por ejemplo) seguían recomendando no retirar los estímulos económicos bruscamente. Si empujas un coche y lo sueltas antes de que arranque, mantendrá la inercia unos metros y se parará luego. Era razonable. Pero había una serie de talibanes, encabezados por Angela Merkel (a la que sin duda recordaremos en el futuro con el mismo afecto que a Margaret Thatcher, si no más) que dieron un golpe encima de la mesa y dijeron que ya estaba bien de gastar. Que los alemanes no hacían más que trabajar mientras los españoles y los italianos estaban todo el día en la playa y los irlandeses en el pub. Que era el momento de ahorrar. No sólo de retirar los estímulos a la economía, sino de retirar incluso todo aquello que no se pudiera pagar a pelo, en cash, sacando la cartera y poniendo los billetes sobre la mesa.

Uno de esos talibanes era Mariano Rajoy. En abril de 2010 hubo un duro debate en el Parlamento español en el que Zapatero defendió la política económica que estaba haciendo y Rajoy le acusó de derrochador, de mujeriego, de borracho y casi de cocainómano. Uno dijo que había que mantener los estímulos a la economía y el otro que había que cerrar el grifo del gasto radicalmente.

Unas semanas después, en un episodio de catacumbas que nunca se ha explicado del todo, Zapatero se fue de viaje y al volver comenzó a hacer lo que había dicho Mariano Rajoy. Bajó el sueldo a los funcionarios, congeló las pensiones, cerró grifos y firmó con Europa un pacto de estabilidad (vaya nombre: pacto de estabilidad) en el que comprometía a España a reducir su déficit draconianamente.

Mayo de 2010, recuérdenlo. A partir de ese momento, o de poco después, todas las tendencias se invierten. Caen Irlanda y Portugal. Italia y España se tambalean. Los índices de recuperación europeos se ralentizan o desaparecen. El aumento del desempleo en España se acelera aún más. Y, poco a poco, llegamos a nuestros días.

Desde el principio hemos estado escuchando a Rajoy, a Montoro, a Sáenz de Santamaría y, ahora, a Guindos, alabar el déficit cero. Recortar, cortar, tajar. No gastar lo que no se tiene. Ser austeros. Pero en ningún momento se nos ha explicado cuál es la virtual magia del déficit cero o de la austeridad. De acuerdo, hemos llegado al déficit cero, hemos cerrado hospitales, los profesores dan clase en los gimnasios para que quepan todos los alumnos, los soldados ensayan con pistolas de agua, las carreteras las cobramos a precio de autopista y reducimos los cargos públicos hasta que sólo queden Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre (por poner un ejemplo). Además, bajamos los sueldos porque con lo que ganan los dependientes de Zara, a Amancio Ortega no le queda liquidez para abrir nuevas tiendas y seguir creando empleo. De acuerdo, hemos hecho todo eso. ¿Y ahora qué? ¿Por qué empezamos a crecer, cómo? ¿Qué mecanismo económico (o sobrenatural) se pone entonces en funcionamiento para que la economía crezca?

No lo sabemos. Durante un tiempo, antes de ganar las elecciones, dijeron que el mecanismo económico milagroso se llamaba "confianza". Lo imbéciles (en el sentido psicoclínico) se lo creyeron. Si se puede creer en que una paloma es Dios, ¿por qué no se va a creer que llegando Rajoy al gobierno todo comenzaría a ir confiadamente mejor?

De un tiempo a esta parte, sin embargo, ya hay algunas vocecillas que dicen que con ajustes no basta. Que los recortes son el principio, pero no el final. Que hacen falta otras medidas de estímulo. Que a lo mejor tampoco hay por qué llegar al 3% en 2013.

Caramba, lo mismo que decía Zapatero antes de mayo del 2010. Lo que dijeron el PSOE e IU en la campaña electoral. Lo que hemos estado diciendo unos indocumentados con escasos estudios económicos desde hace tiempo. Caramba, cómo es el sentido común de extraño. Qué cosas tiene la vida.

Rajoy nunca pedirá perdón por haber estado equivocado tanto tiempo. Por haber defendido tan enfáticamente la política que nos ha traído a la recesión (mucho antes de que él mismo la ejecutara). Por haber mentido a más velocidad que Pedro con el gallo. No lo hará. Por eso necesita que alguien le saque las castañas del fuego. O los euros de la trituradora. Y el primero con posibilidades de hacerlo es François Hollande. Luego, eso sí, si todo sale bien, dirán que ha sido idea suya. Y si todo sale mal, siempre queda Zapatero.

En cualquier caso, vive la France!

Publicado el 7 de mayo de 2012 a las 02:00.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

Comentarios - 21

1 | sergio - 09/5/2012 - 11:13

Felicidades por el Vargas llosa de cuentos. Y, a propósito de este premio, ¿Se puede leer el relato en algún lugar? ¿podrías colgarlo en este blog para leerlo? Gracias. Sergio

2 | Agi desde Sidney - 10/5/2012 - 07:52

Ya ves que mi desintoxicación necesitaba distancia, cuantitativa y cualitativa. La rompo, lo juro, no para entrar en un debate -pobre de mi- sino para felicitarte por ese Vargas LLosa que no conocía. A algunos de tus amigos se les va a atragantar. Supongo que será el Vargas LLosa sin peluca.
Pasando a otro tema, veo que has adelantado a Zapatero en eso de la economía en un par de lecciones. Te veo como profesor en uno de esos campos de concentración que se avecinan si la cosa literaria te fuera mal.
Finalmente me pregunto si lo de "derrochador...mujeriego...borracho y E3...cocainómano" va con comillas o simplemente es una de tus gracietas para animar al personal. En este caso no tienes precio. Pues nada, buena suerte para todos, que nos hace falta. Y sí, Vive la France, ahora y cuando votaron a Sarkó puesto son los mismos. Sobre todo, y por suerte, son un país.

3 | Agi desde Sidney - 10/5/2012 - 07:59

NB. Mi ipad es responsable de los errores ortográficos, no yo. Te lo digo para que no pierdas tu tiempo recordándome mis problemas con la edición o con la ortografía.

4 | Luisgé - 10/5/2012 - 11:12

Hija, Agi, para no entrar en el debate has estado muy expansiva. Ya me extrañaba a mí.

Yo estudié economía mucho antes que Zapatero, qué le vamos a hacer. De todas formas, esto no es economía, es eso que Rajoy llama "sentido común" o "como Dios manda" o "las cosas como
son". La economía es otra cosa.

No me meto con tu iPad, pero me meto con tus consideraciones ortográficas. Déjame a mí que ponga las comillas donde las crea necesarias.Y que haga las gracietas como me salga de la peluca. Que no tengo precio ya lo sabías. Yo en cambio creo que tú sí lo tienes.

Los franceses no son los mismo, Agi querida. Después de cinco años de gobierno de Sarko nadie puede ser el mismo.

5 | Luisgé - 10/5/2012 - 11:14

Sergio, no sé si puedo colgarlo. Me voy a enterar, porque no quiero contravenir las bases. En teoría, lo editará NH, que es quien patrocina los premios, para dejar los libritos en las mesillas de noche. Pero si de verdad tienes interés puedo mandártelo por coerreo, eso sí. Gracias en cualquier caso.

6 | Pol Pot redivivo - 10/5/2012 - 14:30

Desde Sidney o desde Phnom Penh, Agi y su ipad siguen sin dar pie con bola.
¿Un ipad que comete errores ortográficos? Dice mucho de la personalidad del comprador.

7 | Agi from Sydney - 10/5/2012 - 17:04

Gracias Pol Pot , estaba un poco aburrida después de darme una vuelta por Nouvelle Caledonie y ahora divertirme un rato con los Aussies. Sabia que un post os iba a levantar la moral y yo ya tenía una cierta añoranza de sentir el calor de mis compatriotas, por las pintas me parece que te has reencarnado como españolito de a pié. Me encanta tu clarividencia a la hora de juzgarme, es que me hago un lío con tanto idioma y tanto país, ya sabes.

8 | Cristina - 11/5/2012 - 00:49

Enhorabuena, Luisgé. Estás inmenso tanto en lo inédito como en lo "édito" (como he comprobado que "sindiós" y "clientelar" no figuran en el diccionario de la RAE, con lo oportunos que son esos términos para la que está cayendo, ya me lanzo a los neologismos...). Aún convaleciente de "La mujer de sombra" (es decir, recomponiendo mis trozos), estoy deseando encontrar el librito de NH para la siguiente prueba de carga.

Doña Agi no perdona ni desde 10 metros más allá del fin del mundo. Efectivamente, una maldición parece perseguirme, rodeando a Vargas Llosa de efluvios positivos... Pero, desde Cantor, los infinitos se pueden ordenar. Y yo tengo claro que, ante todo, prevalece la alegría por un reconocimiento a quien se lo merece. No lo juro. Lo prometo por mi conciencia y honor, eso sí.

9 | Agi desde10 metros etc - 11/5/2012 - 10:15

Señà Cristina, apéeme el tratamiento. Gracias. Simplemente llámeme Dick, no Mr. Dick, como dijo aquél.

10 | Agi desde10 metros etc - 11/5/2012 - 10:16

Señà Cristina, apéeme el tratamiento. Gracias. Simplemente llámeme Dick, no Mr. Dick, como dijo aquél.

11 | Sergio - 11/5/2012 - 10:42

Luisgé, Me encantaría que me pudieses mandar el relato, si eso fuera posible. Mi correo es scaaastro@yahoo.es Será unn placer leerlo.

Sergio

12 | Luisgé - 12/5/2012 - 12:50

Jesús, tengo poco que discutir a las dos columnas, más allá de aaspectos concretos que en el general son minucias (por ejemplo: el poco sentido que tiene hoy seguir hablando de bancos españoles y bancos alemanes). En lo que tendría que discutir todo es en el punto de partida. Tú sigues buscando lo que falla en el sistema y yo ya me ha convencido de que lo que falla es el sistema, como está tan de moda decir ahora. En Algo va mal, Tony Judt recordaba que en 1968 el director ejecutivo de General Motors ganaba sesenta y seis veces más que un trabajador medio de esa empresa, mientras que en nuestros días el director ejecutivo de una firma equivalente gana novecientas veces más. Con esos números, tal vez sea imposible que salgan las cuentas, sobre todo cuando la fiscalidad deja mucho que desear. Pero lo que hay que cambiar son esos números no, como propones tú, las cuentas.

Es decir, que tenemos modelos de sociedad distintos, vaya. Y yo tengo la impresión, visto lo visto, de que el mío no solo es más justo, sino de que es también más eficaz y sostenible.

Y gracias de nuevo.

13 | Cristina - 14/5/2012 - 01:24

Agi, te agradezco tu arranque de liberalidad (en el buen sentido, en este caso) y obro en consecuencia. Por mi parte, yo te pido que no me trates como si estuviéramos en una película de Almodovar. No soy de silla de enea. Los de mi ... catadura moral nos sentamos últimamente en el bordillo de la acera o en la barricada, si queremos dramatizar. Gracias.

Y volviendo al tema del artículo, no tengo la formación económica que acompaña , con distintas consecuencias, por cierto, a las dos personas que han hecho gala de ella en esta discusión. Pero creo que sí tengo elementos de juicio suficientes para apostar por que "esto" era el punto al que había que llegar. Que estaba en la naturaleza del sistema el que ya no era preciso mantener ningún escaparate, ningún estado de bienestar. Que la siguiente crisis debía sustanciarse así. El libro de Tony Judt (cuya dramática desaparición precisamente cuando se estaba divulgando su obra, pareció anticipar la coda final de la hecatombe) está infestado, bueno, siendo yo como soy, también diría infectado, de citas de Adam Smith, todas las cuales pretendían ser exponentes de las regulaciones y normas que el sistema, en su desarrollo, ha ido orillando. Por lo demás, consecuencia natural de una dinámica que lleva a la acumulación de capital en "pocas manos" y que se basa nada menos en que el egoísmo generalizado por sí solo finalmente "desembocaría" en el bien común. Y luego dice Luisgé de la paloma. Eso sí que es fe y ... confianza. El autor de "La riqueza de las naciones" igual digirió mal la "armonía preestablecida" de Leibniz cuando acuño su "mano invisible". Supongo que en algunas cuestiones puntuales me puedo sentir a la izquierda de lo expuesto en "Algo va mal", pero, desde luego, el libro me conmovió absolutamente. A pesar de ser anglosajón, ¡qué le vamos a hacer! Efectivamente, Agi, llevó ya un tiempo con las tragaderas hechas un asco. Luisgé, no me regañes mucho. Desde luego no estoy dispuesta a volver al Twiter de Hermann Tertsch. Antes me corto las venas o me arrojo a las fauces de Los Mercados. Porque, voy a añadir una maldad, éste es el capitalismo realmente existente.

Pero... ya lo dijo Jan... , perdón, Humphrey en "Casablanca": "Siempre nos quedará París. Lo habíamos perdido, pero ahora lo hemos recuperado". Vive la France! Mais oui

14 | Juan Ramón Azaola - 14/5/2012 - 20:03

Luis, leo tu artículo el 14 de mayo, cuando a tu excelente, has leído bien: excelente, exposición (y perdón por tanto ex)de en qué ha consistido todo esto se suma lo de la "nacionalización" de Bankia. De momento, sin embargo, lo de Rajoy y Hollande está muyyy verde...Su noviazgo apenas pasa de un pudoroso "clin d'oeil" ultrapirenaico al que Rajoy responde con el mohín de que "a mí no me sacas tan fácilmente de mi austeridad, ya sabes que nos puede ver mamá Merkel por la ventana", aunque quizá sueñe con jurarle algún día amor para siempre ante el altar del estímulo al crecimiento...
Y ahora en serio. Tendrías que haber mandado eso a Opinión de El País. Me parece muy respetable que dediques tanto esfuerzo a la ficción pero creo que nos estamos perdiendo a un articulista estupendo.
Y, vale, por una vez,sin que sirva de precedente, lo haré:Vive la France!

15 | Milonga - 18/5/2012 - 19:56

Me gusta el contenido de tu post, creo que resume bastante bien lo ocurrido en materia económica estos cuatro últimos años, aunque lo encuentro -quizá- un poco tendencioso. Si los socialdemocratas o progresistas o como quieras llamarlos son los buenos y certeros tarde o temprano, la película se vuelve aburrida por previsible. En mi opinión el crecimiento económico no puede ser infinito y continuo en un mundo que es finito, por eso desde la industrialización existen las burbujas y las crisis y los llamados ciclos económicos que no son sino mecanismos correctores. Posiblemente, como ha ocurrido ahora, cada vez serán de mayor intensidad en la medida en que el socialismo real ha fracasado y el capitalismo sea el único sistema conocido que funcione, tanto para socialdemócratas como para liberales-conservadores y, por muy antipáticos que nos resulten estos últimos, las diferencias en esta materia son muy pequeñas.El problema es que las burbujas nadie las ve hasta que explotan. Saludos a todos.

16 | Luisgé - 18/5/2012 - 20:44

Más allá de los adjetivos, Milonga, que siempre son tendenciosos, la descripción es descripción, y es errónea o es verdadera. Estoy de acuerdo contigo en lo del crecimiento, pero el punto de partida no puede ser hoy, tal como están las cosas. Hay que buscar nuevas fórmulas de reparto de la riqueza, toda vez que la tecnología permite producir sin trabajar como hace un siglo, y toda vez que hace falta que la gente tenga dinero para comprar lo que se produce.

Yo no creo que se deba hablar hoy en día del capitalismo, y mucho menos enfrentado al socialismo. Hay muchos capitalismos, y casi son sistemas distintos. Por eso creo que las diferencias entre socialdemócratas y liberales son esenciales.

Y por último..., deberás reconocerme que en España, durante al menos 7 u 8 años antes de que estallara, todos hablábamos de la burbuja inmobiliaria. Como se habla ahora de la burbuja del arte y del fútbol. Cada una en su grado. O sea que verse sí se ven.

17 | Milonga - 19/5/2012 - 01:27

Perdón por lo de tendencioso,simplemente me extraña que tomes con tanta ilusión y tan poca crítica el discurso de una de las partes que nos han traído hasta el abismo que habitamos. Durante la primera legislatura de Zapatero no se habló de economía prácticamente. Entonces todos parecían estar de acuerdo en que la cosa iba sobre ruedas, discutían de terrorismo, de bodas gays, de Cuba, etc. pero no recuerdo a nadie que le dijera a Solbes que corrigiera su política. Solo al final, en aquel famoso debate con Pizarro, se empezó a hablar de crisis de hipotecas basura, pero tus indultados socialistas lo negaron con una contundencia y persistencia que llegó a ser patética. Cuando se hicieron los planes de estímulo ya era demasiado tarde y a lo mejor consiguieron arrancar el motor y quemar gasolina (más déficit)pero no sabían donde tenían que ir pues toda la economía pivotaba sobre la construcción y por todas partes había excedentes. Así que se pusieron a hacer lo único que sabían: aceras, alumbrados,canalizaciones, polideportivos...Yo no vi ninguna diferencia entre unos y otros a la hora de gastarse aquella pasta que parecía quemarles en el bolsillo.
En cuanto a la burbuja del arte y el fútbol, en caso de que estalle, solo afectaría a unos pocos que además están forrados, no creo que tenga repercusiones sistémicas. Lo del capitalismo es otro tema más complicado, pues ningún otro sistema ha mejorado los estándares de calidad de vida, claro que entre el capitalismo sueco y el ruso o el de Guinea Ecuatorial hay bastante diferencia.En cuanto a la utopía de Huxley ya hablaremos más despacio si quieres.

18 | Luisgé - 19/5/2012 - 01:57

Hombre, yo no lo llamaría ilusión, pero es una cuestión nuevamente semántica, y no voy a discutir por ello.

Tienes razón en lo que dices de la primera legislatura. Si el PSOE hubiera hecho lo que dijo en la campaña de 2004 que había que hacer, nos habría cantado otro gallo. Pero claro, es muy fácil decirlo después de la catástrofe. ¿Quién es el gobernante que renuncia a reducir geométricamente las tasas de paro y generar ingresos para hacer cosas (muchas de ellas faraónicas, es cierto)? ¿Qué dirigente toma la decisión, por si acaso cae Lehman Brothers en el futuro, de pinchar a reventón una burbuja? No digo yo que no lo haya (aunque no he oído hablar de él, en ningún ándulo ideológico), lo que sí digo es que ese dirigente tiene casi asegurado el fracaso electoral.

Los planes de estímulo se hicieron cuando se hicieron en todas partes, como no podía ser de otra forma. Igual que solemos arreglar las cañerías viejas cuando nos estallan y mojan el techo del de abajo. No conozco a nadie que lo haga con un cálculo previsional.

Es dudoso, y esto sí se repite como si fuera una verdad mayúscula, que esos planes de estímulo supusieran más déficit. En la medida en la que taponan el desempleo, generan impuestos y evitan el pago de prestaciones, es posible que sean gasolina gratis. En cualquier caso, no son déficit bruto, como se repite una y otra vez.

La burbuja del fútbol, por ejemplo, afecta a los 670 millones que deben los clubs a Hacienda. Creo que eso es algo más que a unos pocos forrados. 670 millones. No digo que sea como las subprime, pero no es algo insustancial, desde luego.

Lo que se preguntan siempre los críticos anticapitalistas es a costa de qué y de quién se han mejorado los estándares de vida. Yo no soy crítico anticapitalista, pero también me lo pregunto. Y desde luego la pregunta me parece muy pertinente hoy en día. No obstante, si estamos de acuerdo en que hay una diferencia entre el capitalismo sueco y el ruso, y entre el capitalismo de 2012 y del de 1960, estamos de acuerdo en casi todo.

No conozco ninguna utopía de Huxley, sólo una distopía, pero te confieso, si es a ella a la que te refieres, que no le veo relación. Lo que no quita que, como siempre, esté encantado de hablar de ella más despacio.

19 | Ósperas - 24/5/2012 - 20:26

El Plan E está todavía sin pagar. Así también me gasto yo el dinero.

20 | Luisgé - 25/5/2012 - 00:31

Ósperas, ¿puedes decirme de dónde te sacas eso? Bueno, no me lo digas que ya me lo imagino. El Plan E (los dos) fueron contemplados en los Presupuestos Generales del Estado y pagados convenientemente. A lo mejor lo confundes con las deudas de los ayuntamientos, algunas de las cuales puede haber impactado en proyectos del Plan E porque los ayuntamientos desviaran los fondos de caja para pagar otras cosas más apremiantes. Y cuando quieras, en ese caso, hablamos de las deudas de los ayuntamientos.

21 | ??? - 12/6/2012 - 21:23

???

Tu comentario

NORMAS

  • - Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
  • - Toda alusión personal injuriosa será automáticamente borrada.
  • - No está permitido hacer comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • - Gente Digital no se hace responsable de las opiniones publicadas.
  • - No está permito incluir código HTML.

* Campos obligatorios

Luisgé Martín

Luisgé Martín

Un blog con olor a azufre y a carne quemada. Ciberllamas en las que arderán todos: no habrá ningún títere al que le quede la cabeza sobre los hombros. El convencimiento es claro: el infierno existe y son los otros. Basta con abrir los ojos y mirar el mundo alrededor. Hablaré de libros, de películas, de canciones y de paisajes extranjeros, pero siempre con el tridente desenvainado.

· En Facebook: facebook.com/luisgemartin

· En Twitter: twitter.com/luisgemartin

Biografía: Madrid, 1962. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Gerencia de Empresas. Autor de los libros de relatos Los oscuros (1990) y El alma del erizo (2002), la colección de cartas Amante del sexo busca pareja morbosa (2002) y las novelas La dulce ira (1995), La muerte de Tadzio (2000), ganadora del Premio Ramón Gómez de la Serna, Los amores confiados (2005) y Las manos cortadas (2009, publicada, como la mayor parte de su obra, por Alfaguara). Ganador del Premio del Tren 2009 "Antonio Machado" de Cuento, que convoca la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, con el cuento Los años más felices.

 

La mujer de sombra Las manos cortadas Los amores confiadosAmante del sexo busca pareja morbosaEl alma del erizoLa muerte de TadzioLa dulce iraLos oscuros

EN TU MAIL

Recibe los blogs de Gente en tu email

Introduce tu correo electrónico:

FeedBurner

Recibe este blog tu email

Introduce tu correo electrónico:

FeedBurner

Grupo de información GENTE · el líder nacional en prensa semanal gratuita según PGD-OJD