lunes, 4 de noviembre de 2024 03:26 www.gentedigital.es
Gente blogs

Gente Blogs

Blog de Javier Memba

El insolidario

Que la tierra le sea leve a la maravillosa Françoise Hardy

Archivado en: Que la tierra le sea leve, Françoise Hardy

imagen

(Sirva este texto, publicado en Zenda Libros el pasado 17 de enero, a modo de último tributo a la maravillosa Françoise Hardy)

Otro 17 de enero, el de 1944, nacía en París la chica con los ojos más grandes y tristes del mundo. Fue un momento estelar de la humanidad, porque, si, como nos dice Fernando Pessoa, en El libro del desasosiego -publicación póstuma de 1982-, la humanidad es “una mera idea biológica que no significa más que la especie animal humana”, con Françoise Hardy, la entonces neonata que hoy cumple ochenta años y pide a Macron de regalo una muerte asistida, nació un milagro de la biología: un ideal de la feminidad etérea. Una biología que hoy se extingue en una terrible agonía que ya se prolonga durante seis años. Dicen que hay veces que se le nubla la vista hasta el punto de cegarla.

Leer texto completo »

Publicado el 12 de junio de 2024 a las 13:00.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

In memoriam: Fernando Suárez

Archivado en: Miscelánea, In memoriam

imagen

            Llega un tiempo en el que todo son recuerdos. Ya estando en esos días con aire postrero, cuando te encuentras con alguien conocido del pasado, verificas en esos primeros signos de su decrepitud esa vejez que también se ha apoderado de ti. Es lógico, ante semejante panorama, considerar que no sería raro que aquélla, la del encuentro fortuito con alguien del pasado, sea la última vez que ves a esa persona que, igual que tú, nunca ha de ser un rey entrando triunfante en Persépolis y ya cuenta en las nóminas de quienes pueden morir en breve. Cualquiera puede irse mañana, bien es cierto. Pero cuando llega esa edad de guardar treinta, cuarenta, cincuenta años de recuerdos, ya se está entre los primeros que va a llamar La Parca.

            Llega un momento en que, esa fugacidad del tiempo que como obedeciendo a artes nigrománticas desvencija la belleza, se acelera. Es entonces cuando deja de ser un dicho que el devenir de los días discurre más rápido cuantos menos quedan. Como por arte de magia, las fotografías no interesan tanto por su calidad artística y empiezan a hacerlo por su carácter documental. Ya en esa sazón, todo son derrotas. Contra el destino nadie da la talla y “envejecer y después morir”, como escribe el gran Jaime Gil de Biedma en No volveré a ser joven, resulta ser el único argumento de la obra.

Leer texto completo »

Publicado el 29 de mayo de 2024 a las 18:30.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

Que la tierra le sea leve a Roger Corman

Archivado en: Inéditos cine, Que la tierra le sea leve, Roger Corman

imagen

 

 

(Acusada  la noticia del fallecimiento de Roger Corman, sirva este artítulo, publicado el treinta y uno de octubre de 2021 en Zenda Libros, a modo de tributo. Que la tierra le sea leve al paradigma del cine de serie B.)

Casi setenta años después de su primera y ya brillante realización -Cinco pistolas (1955)- y a treinta y cuatro de la última -La resurrección de Frankenstein (1990)- cuando puede darse por concluida su filmografía, todavía cabe preguntarse si la verdadera vocación de Roger Corman -uno de los grandes paradigmas de la serie B- fue la producción o la realización. No faltan quienes sostienen que, cuando emplazó su cámara por primera vez, lo hizo para ahorrarse el sueldo de un director bajo contrato. Dicha teoría podría desmentirse aludiendo al vigor narrativo que Roger Corman supo imprimir a todas y cada una de sus películas, porque contaba tan bien las historias que conseguía que el espectador no reparara en todas las carencias inherentes a los bajos presupuestos con los que trabajaba.

Leer texto completo »

Publicado el 12 de mayo de 2024 a las 14:00.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

La bandera de Madrid (IV)

Archivado en: Miscelánea, la bandera de Madrid

imagen

Goya el tres de mayo de 1808

(viene de la entrada del doce de marzo de 2024)

            El pintor figurativo, sostiene Antonio López, ha de crear su obra en base al paisaje que ve. De ahí que este maestro del hiperrealismo sea uno de los artistas que, de un tiempo a esta parte, más ha pintado Madrid. Como ese vecino de nuestra amada ciudad que es, a menudo puede vérsele en la Puerta del Sol con su caballete, tomando unas vistas de tan querido paisaje.

Puede que lo único cierto que dice esta gente que nos gobierna sea su empeño en la descapitalización de nuestra amada ciudad. “Mientras nosotros gobernemos no se abrirá ningún organismo ni ningún museo en Madrid”, anunció en su momento Miquel Iceta. Su sucesor, Ernest Urtasun, ya prepara el espolio del patrimonio museístico madrileño con lo que él llama “descolonización del relato de las salas” a su cargo. La indignación de los madrileños se ha hecho notar, ha sido una de las grandes polémicas de tan desafortunada cartera. El espolio empezará por El Prado, que, como es sabido, tiene su origen en las espléndidas colecciones reales. Luego, está en Madrid porque así lo dispuso la corona española, principal donante de la pinacoteca en su momento. Llevarse sus fondos a otro lugar de España, sin más motivo que restar a Madrid de un patrimonio que le pertenece, es volver a injuriar nuestra ciudad por ese infausto afán de descapitalizarla y restarle atractivo turístico, pues de eso se trata, al fin y al cabo: acabar con la industria madrileña a favor de las de otras partes de España.

Leer texto completo »

Publicado el 2 de mayo de 2024 a las 13:00.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

Los cuentos de Lord Dunsany

Archivado en: Cuaderno de lecturas, En el país del tiempo

imagen

            “Inigualable en el embrujo de la prosa cristalina y musical, único en la creación de un mundo espléndido y lánguido”, escribe, sobre Lord Dunsany, H. P. Lovecraft, en El horror en la literatura*. Poco después, se refiere a sus cuentos como: “un elemento casi único en nuestras letras. Inventor de una nueva mitología y tejedor de un folclore sorprendente, Lord Dunsany se ha consagrado a un extraño mundo de fantástica belleza, empleado en una guerra eterna contra la terquedad y fealdad de las realidades diurnas”.

            No sé si sobrestimé el criterio del Outsider de Providence sobre su admirado colega y mentor inglés o si aún me tiene fascinado la lectura de J. R. R. Tolkien -junto a Lovecraft, el otro gran discípulo de Dunsany-, especialmente del Tolkien de El Silmarillion (1977), donde acomete toda la complejidad mitológica de Arda -allí donde surgirá la Tierra Media con el despertar de los elfos- tan espléndidamente explicada -de un modo mucho más divulgativo- en La enciclopedia de Tolkien**, otra de esas lecturas que me maravillaron mediados los años 90. El caso es que, leído finalmente En el país del tiempo***, de Dunsany, me ha resultado algo decepcionante. Todo me predisponía favorablemente a esta “selección incompleta”, según su copilador, mi admirado Francisco Torres Oliver, de los cuentos del lord publicados entre 1905 y 1919. Pero, ya digo, no ha sido el caso.

Leer texto completo »

Publicado el 11 de abril de 2024 a las 06:30.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

La Bandera de Madrid (III)

Archivado en: Miscelánea, la bandera de Madrid

imagen

(viene del asiento anterior)

La ira de los frustrados (y frustradas)

Ya sea esa suerte de Commonwealth ibérica, ya una unión de estados independientes a la americana, la destrucción de la España que conocimos los que ya estamos en el otoño de nuestros días, que esta gente que hoy nos gobierna trama, empieza por esa advertencia del bueno de Miquel Iceta, cuando ocupaba la cartera de cultura, que no tuvo ningún problema en declarar: “Mientras nosotros gobernemos, no se abrirán más organismos ni museos en Madrid”. Ernest Urtasun, su sucesor -un antiguo comunista, venido de allí donde más odian al Foro, como Iceta-, se ha propuesto llevar esa idea a la práctica y profundizar aún más en ella: ya trabaja para demediar nuestro patrimonio museístico. Qué lejos se queda este acólito de Yolanda Díaz, la enemiga del comercio -como enemigos del comercio, describió Antonio Escohotado a los comunistas- de Jorge Semprún, otro ministro de cultura con un pasado político semejante. Urtasun quiere llevarse de Madrid una buena parte de El Prado. Semprún, sobre el que yo escribía hace unos días en Zenda Libros, jugó un papel determinante en la llegada del Thyssen a nuestra ciudad. Urtasun también es ecologista -fue vicepresidente del grupo de Los Verdes en el Parlamento Europeo- y, siendo el caso de que en este infausto tiempo las juventudes ecologistas se han descubierto como las grandes enemigas del patrimonio museístico del Viejo Continente -agreden físicamente, casi a diario, las obras de arte-, nada mejor que poner a un comunista, verde y oriundo de una de las comunidades donde más se odia a Madrid, a desmantelar El Prado.

Leer texto completo »

Publicado el 12 de marzo de 2024 a las 06:45.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

La bandera de Madrid (II)

Archivado en: Miscelánea, la bandera de Madrid

imagen

(viene del asiento del 8 de febrero)

Mentían cuando decían que iban a redimir a los pobres, que la casta política no les representaba; su único interés era el medro personal, los metros cuadrados y la piscina de su casa: convertirse en la nueva casta cuando levantasen el campamento de la Puerta del Sol, ser ellos quienes pisasen las moquetas del poder. Ni siquiera el discurso había cambiado, venía siendo el mismo desde los días de la tediosa canción protesta, allá en los años 60. Si acaso, cambió la praxis: aquel caos en que sumieron el centro geográfico de España. Aquel caos del que -evocando a mi admirado Agustín García Calvo- anuncié que iba a hablar en el asiento anterior de esta etiqueta.

Leer texto completo »

Publicado el 7 de marzo de 2024 a las 07:30.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

Elogio de la fotografía digital (y II)

Archivado en: Entre la imagen y las mil palabras, fotografía

imagen

(viene del asiento anterior)

Adquirí mi primera cámara digital -una Canon PowerShot A-540- en agosto de 2006. La calidad de sus imágenes, muy superior a las tomadas en 35 mm. y en 6 x 6, los dos formatos de los que me valí durante mis casi cuarenta años de experiencia analógica, y el hecho de no tener que revelar los negativos y ampliarlos para su positivado en papel, hicieron que el verano siguiente, el del 2007, me entregase a la fotografía digital.

Además de esa calidad superior, infinitamente superior de la imagen digital, todo lo concerniente al cuarto oscuro -una de las tareas a las que he dedicado más tiempo en mi vida, ya que hice del revelado del negativo y su ampliación en papel un auténtico desafío personal- quedaba suprimida con el nuevo procedimiento. La toma de vistas es igual tanto en la analógica como en la digital. Ciertamente, ahora lo normal es que todo sea automático, hasta el enfoque. Pero si el fotógrafo prefiere trabajar manualmente -opción que permiten la mayoría de las cámaras- deberá abrir o cerrar el diafragma y cambiar la velocidad de obturación para obtener uno u otro efecto en su vista. Exactamente igual que se hacía en los tiempos de Cartier-Bresson.

Leer texto completo »

Publicado el 26 de febrero de 2024 a las 16:45.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

Elogio de la fotografía digital (I)

Archivado en: Entre la imagen y las mil palabras, fotografía

imagen

            El once de junio de 1997, cuando el francés Philippe Kahn tomó una instantánea a su hija con una cámara digital, valiéndose con posterioridad de su teléfono móvil para retrasmitir el archivo con la imagen de la recién nacida a su ordenador, debieron de ser muy pocos los que comprendieron que la fotografía había marcado un hito parangonable al del diez de agosto de 1839, cuando otro francés -Louis Daguerre- presentó el daguerrotipo. Considerada esta última fecha como la del nacimiento de la fotografía, lo cierto es que la primera imagen del natural, que quedó fijada, fue tomada por Joseph-Nicephore Niepce en 1816 con el título de Vista desde la ventana en Le Gras. Ya he escrito sobre ello, con todo el entusiasmo que el nacimiento de la fotografía me despierta, en uno de mis Nuevos momentos estelares de la humanidad, artículo al que remiten los dos primeros enlaces de este texto. Hoy, a lo que voy, es al dato de 1997. Ya tengo edad para decir que “soy viejo, pero no tanto como para haber asistido a los gloriosos días del nacimiento del octavo arte”.

El antepenúltimo verano del amado siglo XX aún me valía de mi Yashica Mat 124-G para tomar las vistas que me salían al paso. Enviado especial del diario El Mundo a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) -aquellos aún eran los años en que los cursos de verano capitalizaban la actividad cultural en los estíos-, fotografié la península de la Magdalena, su palacio y, algo, pero muy poco, la ciudad de Santander.

Tanto por lo escuchado en las aulas de la UIMP, como entrevistando a expertos en comunicación para el suplemento Campus -las páginas que el periódico dedicaba entonces todas las semanas a la escena universitaria, donde también colaboraba con asiduidad-, tenía cierta idea de lo que habría de ser la inminente revolución digital. Pero ignoraba por completo que el once de junio de aquel año hubo dos neonatas que trasformaron radicalmente la fotografía: una fue la hija de Khan al protagonizar aquella primera imagen que inspiró a su padre; la otra, el procedimiento de envío -la inclusión de la foto en el teléfono hablando en plata- que aquel retrato inauguró.

Leer texto completo »

Publicado el 24 de febrero de 2024 a las 19:45.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

La bandera de Madrid (I)

Archivado en: Miscelánea, la bandera de Madrid

imagen

            Hace más de cuarenta años que recelo de la obra de Ernest Hemingway. Si he de ser exacto, desde que en 1983 terminé mi lectura de París era una fiesta (1964), publicación póstuma pues él mismo era consciente de las ampollas que iba a levantar. Con todo, esas memorias de juventud en aquel París fascinante que sucedió a la Gran Guerra, el de la Generación Perdida, donde el escritor fue “muy pobre y feliz” a mí siempre me ha interesado mucho más que la manida Por quién doblan las campanas (1940) o El viejo y el mar (1952) que, de puro buenrollista -es decir, sensiblera-, se me antoja poco menos que naif.

Más que de la bibliografía, de lo que yo recelo es del personaje que el propio Hemingway se creó: el del ególatra bravucón. Su culto a la aventura, a la acción, me carga como el Hollywood de nuestro infausto tiempo, que es como una canción con mucho ritmo, pero carente de melodía.

Leer texto completo »

Publicado el 8 de febrero de 2024 a las 04:30.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

Javier Memba

Javier Memba

            Periodista con más de cuarenta años de experiencia –su primer texto apareció en la revista Ozono en 1978-, Javier Memba (Madrid, 1959) fue colaborador habitual del diario EL MUNDO entre junio de 1990 y febrero de 2020. Actualmente lo es en Zenda Libros. Estudioso del cine antiguo, en todos los medios donde ha publicado sus cientos de piezas ha demostrado un decidido interés por cuanto concierne a la gran pantalla. Puede y debe decirse que el setenta por ciento de su actividad literaria viene a dar cuenta de su actividad cinéfila. Ha dado a la estampa La nouvelle vague (2003 y 2009), El cine de terror de la Universal (2004 y 2006), La década de oro de la ciencia-ficción (2005) –edición corregida y aumentada tres años después en La edad de oro de la ciencia ficción-, La serie B (2006), La Hammer (2007) e Historia del cine universal (2008).

 

            Asimismo ha sido guionista de cine, radio y televisión. Como novelista se dio a conocer en títulos como Homenaje a Kid Valencia (1989), Disciplina (1991) o Good-bye, señorita Julia (1993) y ha reunido algunos de sus artículos en Mi adorada Nicole y otras perversiones (2007). Vinilos rock español (2009) fue una evocación nostálgica del rock y de quienes le amaron en España mientras éste se grabó en vinilo. Cuanto sabemos de Bosco Rincón (2010) supuso su regreso a la narrativa tras quince años de ausencia. La nueva era del cine de ciencia-ficción (2011), junto a La edad de oro de la ciencia-ficción, constituye una historia completa del género, aunque ambos textos son de lectura independiente. No halagaron opiniones (2014) fue un recorrido por la literatura maldita, heterodoxa y alucinada. Por su parte, David Lynch, el onirismo de la modernidad (2017), fue un estudio de la filmografía de este cineasta. El cine negro español (2020) es su última publicación hasta la fecha.  

 


 

          

 

Miniatura no disponible

 

Javier Memba en 2009

 

Javier Memba en 1988

 

Javier Memba en 1987

 

1996

 

 

Javier Memba en la librería Shakespeare & Co. de París

 

 

 

 

Imagen

 

 

COMPRAR EN KINDLE:

 

 

 

contador de visitas en mi web



 

 

Enlaces

-La linterna mágica

-Unas palabras sobre Vida en sombras

-Unas palabras sobre La torre de los siete jorobados

-50 años de la Nouvelle Vague en Días de cine

-David Lynch, el onirismo de la modernidad en Radio 3

-Unas palabras sobre Casablanca en Telemadrid

-Unas palabras sobre Tintín en Cuatro TV

 

 

ALGUNOS ARTÍCULOS:

Malditos, heterodoxos y alucinados de la gran pantalla

Nuevos momentos estelares de la humanidad

Chicas yeyés

Chicas de ayer

Prólogo al nº 4 de la revista "Flamme" de la Universidad de Limoges

Destinos literarios

Sobre La naranja mecánica

Mi tributo al gran Chris Marker

El otro Borau

Bohemia del 89

Unos apuntes sobre las distopías

Elogio de Richard Matheson

En memoria de Bernadette Lafont

Homenaje al gran Jean-Pierre Melville

Los amores de Édith

Unos apuntes sobre La reina Margot

Tributo a Yasujiro Ozu con motivo del 50 aniversario de su fallecimiento

Muere Henry Miller

Unos apuntes sobre dos cintas actuales

Las legendarias chicas de los Stones

Unos apuntes sobre el "peplum"

El cine soviético del deshielo

El operador que nos devolvió el blanco y negro

Más real que Homeland

El cine de la Gran Guerra

Del porno a la pantalla comercial

Formentera cinema

Edward Hopper en estado puro

El cine de terror de los años 70

Mi tributo a Lauren Bacall

Mi tributo a Jean Renoir

Una entrevista a Lee Child

Una entrevista a William McLivanney 

Novelistas japonesas

Treinta años de Malevaje

Las grandes rediciones del cómic franco-belga

El estigma de La campana del infierno

Una reedición de Dalton Trumbo

75 años de un canto a la esperanza

Un siglo de El nacimiento de una nación

60 años de Semilla de maldad

Sobre las adaptaciones de Vicente Aranda

Regreso al futuro, treinta años después 

La otra cabeza de Murnau

Un tributo a las actrices de mi adolescencia

Cineastas españoles en Francia

El primer surrealista

La traba como materia literaria

La ilustración infantil de los años 70

Una exposición sobre la UFA

La musa de John Ford

Los icebergs de Jorge Fin

Un recorrido por los cineastas/novelistas -y viceversa-

Ettore Scola

Mi tributo a Jacques Rivette

Una película a la altura de la novela en que se basa

Mi tributo a James Cagney en el trigésimo aniversario de su fallecimiento

Recordando a Audrey Hepburn

El rey de los mamporros

Una guía clásica de la ciencia ficción

Musas de grandes canciones

Memorias de la España del tebeo

70 años de la revista Tintín

Ediciones JC regresa a sus orígenes

Seis claves para entender a Hergé

La chica del "Drácula" español

La primera princesa de la lejana galaxia

El primer Tintín coloreado

Paloma Chamorro: el fin de "La edad de oro"

Una entrevista a la fotógrafa Vanessa Winship

Una recuperación del Instituto Murnau

Heroínas de la revolución sexual

Muere George A. Romero

Un mito del cine francés

Semblanza de Basilio Martín Patino

Malevaje en la Gran Vía

Entrevista a Benjamin Black

Un circunloquio sobre la provocación

Una nueva aventura de Yeruldelgger

Una dama del crimen se despide

Recordando a Peggy Cummins

Un tributo a las yeyés francesas

La última reina del Technicolor

Recordando a John Gavin

Las referencias de La forma del agua

El Madrid de 1988

La nueva ola checa

Un apunte sobre Nelson Pereira dos Santos

Una simbiosis perfecta

Un maestro del neorrealismo tardío

El inovidable Yellowstone Kelly

Que Dios bendiga a John Ford

Muere Darío Villalba

Los recuerdos sentimentales de Enrique Herreros

Mi tributo a Harlan Ellison

La inglesa que presidió el cine español

La última rubia de Hitchcock

Unos apuntes sobre Neil Simon

Recordando Musicolandia

Una novelista italiana

Recordando a Scott Wilson

Cämilla Lackberg inaugura Getafe Negro

Una conversación entre Läckberg y Silva

El guionista de Dos hombres y un destino

Noir español y hermoso

Noir italiano

Mi tributo al gran Nicholas Roeg

De la Escuela de Barcelona al fantaterror patrio

Recordando a Rosenda Monteros

Unas palabras sobre Andrés Sorel

Farewell to Julia Adams

Corto Maltés vuelve a los quioscos

Un editor veterano

Una entrevista a Wendy Guerra

Continúa el misterio de Leonardo

Los cantos de Maldoror

Un encuentro con Clara Sánchez

Recuerdos de la Feria del Libro

Viajes a la Luna en la ficción

Los pecados de Los cinco

La última copa de Jack Kerouac

Astérix cumple 60 años

Getafe Negro 2019

Un actriz entrañable

Ochenta años de "El sueño eterno"

Sam Spade cumple 90 años

Un western en la España vaciada

Romy Schneider: el triste destino de Sissi

La nínfula maldita

Jean Vigo: el Rimbaud del cine francés

El último vuelo de Lois Lane

Claudio Guerin Hill

Dennis Hopper: El alucinado del Hollywood finisecular

Jean Seberg: la difamada por el FBI

Wener Herzog y la cólera de Dios

Gordad, el gran maese de la heterodoxia cinematográfica

Frances Farmer, la esquizofrénica que halló un inquietante sosiego

El hombre al que gustaba odiar

El gran amor de John Wayne

Iván Zulueta, arrebatado por una imagen efímera

Agnès Varda, entre el feminismo y la memoria

La reina olvidada del noir de los 40

Judy Garland al final del camino de adoquines amarillos

Jonas Mekas, el catalizador del cine independiente estadounidense

El gran Edgar G. Ulmer

La última flapper; la primera it girl

El estigmatizado por Stalin

La controvertida Egeria del Führer

El gran Tod Browning

Una chica de ayer

El niño que perdió su tren eléctrico

La primera chica de Éric Rohmer

El último cadáver bonito

La exnovia de James Dean que no quiso cumplir 40 años

Don Luis Buñuel, "ateo gracias a Dios"

La estrella cuyo fulgor se extinguió en sus depresiones

El gran cara de palo

Sylvia Kristel más allá de Emmanuelle

Roscoe Arbuckle, cuando se acabaron las risas

Laura Antonelli, la reina del softcore que perdió la razón

Nicholas Ray, que nunca volvió a casa

El vuelo más bajo de la princesa Leia Organa

Eloy de la Iglesia y el cine quinqui

Entiérralo con sus botas, su cartuchera y su revólver

La chica sin suerte

Bela Lugosi y la sombría majestuosidad de Drácula

La estrella de triste suerte

La desmesura de Jacques Rivette

Françoise Dorléac

Klaus el loco

Una hippie de los 70

Jean Esustache, entre la Nouvelle Vague y el ascetismo

Nadiuska, un juguete roto

Thea von Harbou

Jesús Franco

David Cronenberg

Sharon Tate, como en un cuento de Sheridan Le Fanu

Un guionista sediento

La reina del fantaterror patrio

Dalton Trumbo y los diez de Hollywood

La primera chica que arrojó una tarta 

El desdichado Hércules contemporáneo

En la tradición familiar

El músico del realismo poético

Otro tributo a la gran Patty Shepard

Elmer Modlin y su extraña familia

Las coproducciones internacionales rodadas en España

Marilyn Monrore y su desesperado último gesto

Un amor más poderosos que la vida

El actor atrapado en sus personajes

Entre el fantasma de su madre y el final del musical

Barbet Schroeder

Amparo Muñoz

Samuel Bronston más alla de Las Rozas

Chantal Akerman

Françoise Hardy 

Un antiguo dogmático

Jane Birkin

Anna Karina, su turbulento amor y el Madison

Sandie Shaw, ya con calzado

El gran Serge Gainsbourg

Entre la niña prodigio y la mujer concienciada

La intérprete de Shakespeare que inspiró a The Rolling Stones

La maleta del capitán Wajda

Val Lewton y su dramatización de la psicología del miedo

La alimaña de Whitechapel

Cristina Galbó

La caravana Donner

Eddie Constantine

Un nuevo curso del tiempo

Rosenda Monteros

Una criatura de la noche

Una carta a Nicolás I

Edison y el 35 mm

Barbara Steele

El felón Esquieu de Floyran acaba con los templarios

Entre Lovecraft y Hitchcock

Tchang Tchong Yen recuerda a Hergé

La musa del ciberpunk

Néstor Majnó

Una leyenda del Madrid finisecular

El rey de la serie B

La primera cosmonauta soviética

Cuando la injuria sucede a la fatalidad

Bajo Ulloa y sus cuentos crueles

La cicerone de los Stones en el infierno 

Nace Toulouse-Lautrec

El París del Charlestón se rinde a Josephine Baker

Nastassja Kinski, la dulce hija del ogro

Un tributo a Sam Peckinpah

La leyenda del London Calling

Fiódor Dostoievski frente al pelotón de fusilamiento

Mi alucinada favorita

El hombre de las mil caras

El 7º de Caballería pierde la gloria

Un recuerdo de Silke

El genocidio camboyano

Peter Bogdanovich

Guy Debord y la sociedad del espectáculo

Un héroe de Iwo Jima 

Lupe Vélez tras el último tequila sunrise

El general Lee

Roman Polanski

Un hampón italoamericano

Jane Fonda en su juventud

Kraken en la Cuesta de Moyano

Josef von Sternberg

The Beatles en The Carvern y en el show de Ed Sullivan

Que la tierra le sea leve a Douglas Trumbull

El último superviviente del hampa de Chicago

Inma de Santis

El Álamo

Una musa insumisa

El malvado Zaroff y un elogio a las revistas pulp

Miles Davis

Un polaco y el amour fou

La Legión extranjera como género literario

Conchita Montenegro

Peter Lorre y su cara de villano

El juez de la horca

Syd Barrett

Kathleen Turner

Una caricatura de la hombría

Eric Clapton

Helga Liné

Butch Cassidy

Carlos Arévalo, un cineasta español

Nace el último bohemio

Pascual García Arano

María Perschy

El Combray de Ingmar Bergman

Carlos Castaneda

Una canción de Neil Young

Un suicida dandi

Hedy Lamarr

Philip K. Dick y sus realidades bastardas

La última mujer fatal

Andréi Tarkovski, otro maldito por la censura soviética

Nace la música de la New Age

"Wie einst" Lili Marleen

Una lectura de Byron en Villa Diodati

Un apostol de la sedición juvenil

Ava en mi ciudad

Rider Haggard

Una entrada para la "Historia universal de la infamia"

La Marguerite Duras cineasta

Gallardo y calavera

El hombre que vendió su alma a Elizabeth Taylor

El crímen de Charlotte Corday

Un elogio entusiasta de la urbe

Un ángel caído

Mary Bradbury teme por su vida

Pierre Étaix y su triste gracia

El mejor verano de los Rolling

María Rosa Salgado y su conmovedora discrección

La valentía de Ramón Acín

Sylvie Vartan

La cruz de Malta de Wim Wenders

La epifanía de Louis Daguerre

Carroll Baker

Marie Laforêt y mi amigo Eloy

Eliseo Reclus atisba su quimera

Patty Pravo

Richard Pryor contra sí mismo

Miroslava, una actriz marcada por la fatalidad

France Gall y el doble sentido

Robert Bresson y el cine puro

La gesta de Alekséi Stajánov

Nace el Rimbaud del Rock & Roll seminal

Dominique Dunne, una filmografía que se quedó en el aire

Un actor vampirizado por un personaje

Tolkien publica El Hobbit

La segunda musa de Godard

John Dos Passos entra en la eternidad

Alain Resnais, el cine de la memoria

Una musa del filme noir

El cadáver de Nancy Spungen en el Chelsea Hotel

La historia de Bobby Driscoll

Un icono del feminismo

Recordando a Tina Aumont

Colgaron a Gilles de Rais

Dario Argento

Nico en el cine

Dylan Thomas en su último trance

Brigitte Helm

Un punkie en la Disney 

Nace Billy el Niño

The Wall

Tennessee Williams

Vivien Leigh

Kazuo Sakamaki salva la vida en Pearl Harbor

El proscrito de la Escuela de Barcelona 

47 hombres de honor

Charlotte Rampling

La incomunicabilità del gran MIchelangelo Antonioni

F. Scott Fitzgerald

Un pilar del cómic estadounidense

Juliet Berto

Erik, el fantasma de la Ópera

Una comedia francesa

Un pesimista alegre

Una mirada indolente a la derrota 

Sender en Casas Viejas

Kipling en su último momento

Los hermanos Marx

Puente sobre aguas turbulentas

Anouk Aimée

Mary Shelley

Quentin Tarantino

Neal Cassady 

Natalie Wood

La heterodoxia de Ermanno Olmi

Fu-Manchú

Stefan Zweig pone fin a sus días

 

 

 

 

 

 

EN TU MAIL

Recibe los blogs de Gente en tu email

Introduce tu correo electrónico:

FeedBurner

Archivo

Grupo de información GENTE · el líder nacional en prensa semanal gratuita según PGD-OJD