Recuperar la calma
Uno
Hay algo en lo cotidiano que es sublime y, desde luego, me salva la vida. Quiero recuperar esa grandeza de los libros que me aguardan abiertos junto al ordenador en las mañanas que suceden a las noches en que duermo sosegado. Quiero recuperar el equilibrio perdido en los últimos días. Lucho contra ese otro yo que habita en mí y es mi peor enemigo. Hubo un tiempo en que decía, evocando uno de los sonetos del gran Blas de Otero, que escribía como escupo, contra el suelo. Era retórica, fulgor juvenil. En realidad es todo más sencillo: escribo para expresarme. No por pedantería. Estas notas me salvarán la vida. Pobre de mí. Yo no soy quién para consignar su nombre. Pero si se me permite, citaré a Pessoa, a los asuntos de su desasosiego, puesto a hablar de eso sublime de lo cotidiano. Esta será mi cita diaria.
Publicado el 12 de mayo de 2010 a las 08:15.