Con el aborto hemos topado
Mariano Rajoy logró en las urnas del 20 de noviembre de 2011 un triunfo histórico para el Partido Popular. Tras sus derrotas en 2004 y 2008 ante José Luis Rodríguez Zapatero, Rajoy se desquitó con una apabullante victoria sobre el PSOE, comandado por un experimentado Alfredo Pérez Rubalcaba, protagonista de la política española de las últimas décadas y con amplias cotas de poder en tiempos de Felipe González y de Zapatero. El PSOE quedó reducido a su mínima expresión ante un PP que, con Rajoy a la cabeza, decía una y otra vez que tenía la receta para sacar a España de la crisis que el PSOE no había sabido gestionar.
Con mayoría absoluta y con una diferencia de diputados más que notable sobre el PSOE, el Gobierno de Rajoy comenzó con una interminable sucesión de medidas, recortes y reformas que han hecho retroceder los derechos de los españoles a la época de la transición. Reforma laboral, copago farmacéutico, subida de impuestos, recortes en sanidad y educación,... Quizá fuera necesario apretar un poco las tuercas a este país un tanto desmadrado y donde parecía que valía todo, pero quizá también se han apretado demasiado.
Con más o menos contestación social, el Gobierno ha ido poniendo en marcha sus ‘reformas’, incluida una nueva Ley de Educación (la LOMCE) y la reforma de la Justicia con más tasas para rebajar la actividad judicial.
Todo ello se ha hecho con una unidad de acción del partido en el poder al estar convencidos de que el’cambio’ era necesario. Pero no ha ocurrido lo mismo cuando se ha hecho público el proyecto para cambiar totalmente la ley del aborto de ZP. Se ha ido tan atrás en el tiempo que cada día surgen nuevas voces dentro del PP en contra de la rigidez de la ley que quiere poner en marcha el ministro Gallardón. Un país no puede funcionar bien si cada Gobierno que viene se dedica a cambiar totalmente las leyes del anterior. Unos dicen que es la influencia de la Iglesia; otros que es poner una cortina de humo para tapar la incapacidad del PP para solucionar la crisis... En cualquier caso, corrige una ley ya asumida por la sociedad. El Gobierno debería centrar sus esfuerzos en crear empleo, la mejor política social y una asignatura pendiente por la que sí hay que luchar.
Publicado el 10 de enero de 2014 a las 09:30.