Las ‘buenas cuentas’ del ‘Rajoy de León’ (1)
Agustín Rajoy Feijóo, el primo del presidente del Gobierno Mariano Rajoy, recibió en junio de 2011 el duro encargo de poner orden en las ruinosas cuentas del Ayutamiento de León. Tal era la ‘quiebra’ que la auditoría encargada a Deloitte cifró la deuda en 434 millones, casi tres veces el presupuesto anual del Ayuntamiento y con 225 de millones de ‘agujero’ en la tesorería; es de decir, de facturas acumuladas de ejercicios pasados que no habían sido pagadas y que, además, generaban unos intereses de demora de unos 100 millones de euros. Una herencia nefasta, sin duda, pero no muy diferente a la heredada por el pacto PSOE-UPL en 2007. Pero entre ambos equipos de gobierno (PSOE-UPL y PP) hubo una diferencia radical de actuación. Los primeros no actuaron en profundidad y siguieron gastando por encima de las posibilidades generando un desfase presupuestario de 58 millones anuales y los segundos -quizá obligados por las imposiciones de la crisis económica que obligaba a ajustes y recortes- se embarcaron en la ardua tarea de ordenar la deuda municipal y dar viabilidad a un ayuntamiento en quiebra.
No han pasado ni tres años de gestión ‘popular’ y las cuentas empiezan a cuadrar. El Plan ICO ha sido un excelente colchón para ‘colocar’ deuda municipal, ya que por esta vía se pagaron 175 millones a proveedores con facturas pendientes algunas de varias décadas atrás. Además, el pago de la deuda llevaba aparejada la condonación de los intereses de demora, con lo que se produjo un ‘ahorro’ de 100 millones.La deuda del Ayuntamiento de León es a día de hoy 312 millones, 300 de deuda financiera y comercial, el ‘agujero patrimonial’ más los 12 millones que el Ayuntamiento tiene comprometidos para aportar al Palacio de Congresos y Exposiciones. Y lo que es más importante, el remanente negativo de tesorería se ha reducido en casi un 90%; de los 225 millones de 2011 (sin incluir intereses de demora) a los 27 millones actuales. El ICO, los ajustes con reducciones de gastos y aumentos de ingresos y amortizaciones de deuda han hecho el ‘milagro’.
Ahora sólo queda lograr un par de operaciones para coronar con éxito el plan y generar una situación estable y creíble. La primera tiene que ver con que el Ministerio de Hacienda cumpla su promesa de ampliar el plazo de devolución del crédito ICO de 8 a 20 años. Esto permitiría que León apenas tendría que pagar 8,5 millones al año frente a los 22,5 que se pagarán de no ampliarse el plazo. Y la segunda es conseguir que Junta y Ministerio de Hacienda autoricen un crédito de 27 millones para pagar la deuda pendiente (principalmente de sentencias urbanísticas 11 a Cyed, ó 10 millones a Gersul,...). De lograr estas dos actuaciones el Ayuntamiento estaría hipotecado para 20 años, pero con un plan de viabilidad claro donde los gastos estarían equilibrados con los ingresos, donde se paga a 29 días y donde ‘sobraría’ para poder invertir más de 5 millones al año en política social y en mejorar y difundir la ciudad.
Publicado el 14 de febrero de 2014 a las 09:15.