Locura ‘roja'
Pedro Sánchez echó un órdago en toda regla al PSOE. Comité Federal el sábado 1 de octubre, Primarias el 23-O para la elección del secretario general por los afiliados y 39º Congreso Federal para ratificar al ‘viejo’ -o nuevo- secretario general en diciembre. El candidato/a que logre el beneplácito de los afiliados podría tener tiempo para intentar formar un ‘gobierno de cambio’ (si sale Pedro Sánchez) o abstenerse para que Rajoy sea presidente y el PSOE ‘mande’ desde el Parlamento mientras se reconstruye el partido. Sánchez está muy seguro de su triunfo, pero da la impresión de que le salió el tiro por la culata al dimitir más de la mitad de la ejecutiva. Tanta ‘marejada’ no podría terminar en otra cosa que una ‘batalla campal’ de incalculables consecuencias. Sólo el tiempo dirá si Sánchez va de farol o tiene un as en la manga.
Es bueno que decidan lo afiliados, pero quizá llega demasiado tarde. Pedro Sánchez logró el 20 de diciembre de 2015 el peor resultado del PSOE en las urnas. No sólo no dimitió ni se sometió al ‘arbitrio’ de los afiliados sino que se lanzó a una sesión de investidura llamada al fracaso al contar sólo con 131 votos (90 del PSOE, 40 de Ciudadanos y 1 de Coalición Canaria), apenas 8 votos más que los 123 diputados del PP. Nuevas elecciones el 26-J con nuevo fracaso y nuevo mínimo histórico (bajó de 90 a 85 escaños). Tampoco asume responsabilidades ni deja gobernar al PP que, apoyado por Ciudadanos, llega a sumar 170 diputados a sólo 6 de la mayoría absoluta. ‘No es no, qué parte del ‘no’ no ha entendido’ se ha convertido en el lema político de un Pedro Sánchez obsesionado con relevar a Rajoy como presidente del Gobierno. Nuevo batacazo electoral -ahora doble, Galicia y País Vasco- y Sánchez se sale por la tangente lanzando un órdago a los críticos a su gestión. Promete disciplina absoluta con el ganador y exige lo mismo con él si repite como ‘líder’.
El 23-O quedaría un tiempo limitadísimo para evitar las elecciones de diciembre, bien favoreciendo la investidura de Rajoy, bien buscando ese ‘cambio’ tan difícil de lograr porque es mucho lo que separa a Ciudadanos (que fracasó en Galicia y Euskadi) y Podemos contentos con sus buenos resultados a pesar de ser menores de lo esperado. Y pactar con los partidos separatistas catalanes parece todavía un ‘imposible’.
Y mientras Rajoy sigue a la expectativa, con más moral y en ascenso. Prefiere la investidura, pero no hace ascos a nuevas elecciones porque las expectativas siguen mejorando. Además, un hipotético ‘pacto’ con el PNV llegaría a los 175 votos. Una legislatura de locos. Tendrían que ‘rodar’ muchas cabezas...
Publicado el 30 de septiembre de 2016 a las 09:15.