Elecciones!: ¿No anticipadas?
La situación política actual, nos ha llevado a la puesta en activo de aquellos `exquest´, qué no estrategias, situadas en el poncelanismos -.- con freno y marcha atrás -.-, que evitan otras opciones.
Del mandato constitucional aquel, o sea el de `construir una democracia avanzada´, aún parece que estamos lejanos, visto cómo se mantienen en el tiempo los esquemas electorales, que eran provisionales, de los inicios de la transición.
De la intangibilidad de la Nación Española ( que es asumible a sus constitucionales quince partes alícuotas, de fecha del 6-12-1978, o sea con todas las regionalidades españolas), tenemos que pasar hacia todas las instituciones del Estado Español y otear en que modo, forma y manera les ha podido afectar, o no lo ha hecho, las diarias [6] pausas en la gobernanza de la centralidad.
Del tal y tan cantado, así parecía, por algunos, que iríamos a una elecciones [generales], donde todos los equipos políticos [-.- fueran de la mayoría gubernamental o fueran de su leal oposición -.-] expusieran sus propuestas electorales, se pasó, en alejamiento de lo anterior, a un ejercicio unilateral de recapacitación sobre un proyectivo futuro singularizado.
Ahora, después del impasse [en seis jornadas], debemos cotejar, entre todos los ciudadanos españoles, la situación de la novedad planteada y el cómo, y en qué medida, la acción cívica, ligada a la participación democrática, que está postulada en nuestra Constitución Española (desde el 6-12-1978), ha quedado establecida.
Desde nuestro total y completo respeto a la reflexiones particulares de cada ciudadano, situación que dejamos como explicita y asentada, la novedad nos ha instalado, por mor de los hechos, en una optante posibilidad de los planteamientos políticos, lo cual nos lleva hacia la consideración de que tal medida y observancia, que puede ser objeto de imitación a diferentes niveles del Estado Español, debe ser contemplada en nuestra legislación.
No se trata pues, y en modo alguno, de hacer una crítica destructiva sobre lo acontecido, antes al contrario, es por ello que inducimos a que tal comportamiento, que en principio lo tomamos como una libre opción decisoria personalizada, sea incorporado procedimental para que cualquiera, desde otro cargo electo, lo pueda igualmente ejercitar.
Sobre la salida del impasse, consideramos que la decisión personal, una vez conocida, y observando que es asumida por la mayoría gubernamental, pasa a ser del total completo de la misma y se establece como un hacer colegiado más, con el cual, y por cada grupo de la oposición, se puede, y acaso también se debe, ejercitar su respuesta democrática y con toda la versatilidad de las opciones argumentales en juego.
Tras las elecciones gallegas y vascas, todo parece apuntar que queda a expensas del resultado de las elecciones catalanas, no solo en lo del posicionamiento de los resultados y si y también, en la configuración de las mayorías pertinentes para lograr la dirección de la Generalitat.
Esta situación, así da la impresión, para relegar, ¡un mucho!, todo lo relativo a las elecciones europeas, con lo que ello supone del alejamiento ciudadano [español] del muy importante proceso constructivo de la Unión Europea, pero esto se tenía, bastante antes, que haber tenido en cuenta.
Sí, estamos en: ¡ elecciones!, y resulta que la interrogante es oportuna: ¿no anticipadas?.
Francisco Iglesias Carreño
Presidente PREPAL
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VALORIO 29-4-2024