¡¡Oh libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre...!!
Esta frase pertenece a Marie-Jeanne Roland de la Platiere, esposa de Jean Marie Roland, un importante revolucionario francés de la Gironda (el grupo más moderado dentro de la facción revolucionaria). Madame Roland había tenido una importante participación en aquel París revolucionado y no se había cansado de denunciar los abusos del régimen del Terror llevados a cabo por los jacobinos, el grupo más extremista. Como ‘reconocimiento’ a sus manifestaciones contrarias a las injusticias cometidas, Marie-Jeanne fue guillotinada un 8 de noviembre de 1793. Cuenta la historia que, mientra iba camino a la guillotina, pronunció la frase que la haría famosa: “¡Oh Libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre!”. Dos días después de la ejecución de su esposa, Jean Marie Roland se suicidó en Lyon.
Pues este testimonio viene que ni pintado para lo que está sucediendo en Cataluña. En nombre de la democracia se rompe con el Estado de Derecho que tanto nos ha costado conseguir, se pasa olímpicamente de las leyes y se ‘extorsiona’ a quienes no piensan como ellos, a los que se les llena la boca de libertad mientras actúan como auténticos delincuentes. ¡Ya está bien de salvapatrias!, de gente que hacen referéndums ilegales, que se ‘inventan’ urnas llenas de votos, que permiten votar las veces que haga falta con tal de aparentar votación masiva, que aparentan lesiones para exagerar la actuación policial, que lanzan vallas a los policías y luego se hacen las víctimas, que presionan al vecino... Es evidente que el Gobierno de Rajoy no ha estado ‘fino’ en este tema, pero es que lo tenía superdifícil porque Puigdemont quiere la independencia y... o se la das con un referéndum falseado o te la monta... No hay negociación posible. No se sabe el final de esta historia, pero se imaginan que Cataluña se independiza y defrauda a los suyos y una mayoría quiere reintegrarse en España.. ¿Creen que el gobierno catalán de turno iba a permitir votar ese regreso? ¿O que alguna provincia o municipio quisieran votar dejar Cataluña y pasarse a otra comunidad y, por tanto, a España y se lo admitiesen? Qué va. Y mal proyecto es el que para empezar necesita tantas trampas, tanto fraude e ilegalidad, tanta extorsión y tanto terror. Eso sí, todo en nombre de la democracia, que queda muy bonito, pero detrás esconde una presión salvaje para hacer ‘entrar por el aro’ a una sociedad cómodamente instalada.
Publicado el 6 de octubre de 2017 a las 09:00.