Zapatero, el carbón de León y la UE
Otro año más y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, volvió a inaugurar el curso político en Rodiezmo. Fueron más de 30.000 personas las que acudieron a esta XXX Fiesta Minera Astur-leonesa. Desde la tribuna, el presidente se refirió especialmente a asuntos de índole nacional y, entre ellos, anunció una subida de las pensiones mínimas, aunque no precisó cuánto, así como su compromiso de que el Gobierno central apostará por las políticas sociales. Su convencimiento de que España está saliendo de la crisis y los reproches al PP, en el sentido de que, según Zapatero, parece que se están frotando las manos esperando a que seamos los últimos de Europa en salir de ella, centraron una buena parte de su discurso.
Ya en asuntos más domésticos. Zapatero aprovechó la ocasión para referirse al sector del carbón, no en vano estaba en una fiesta minera. Allí, afirmó que el Gobierno central trabaja en “una solución definitiva” al problema que existe de almacenamiento de carbón en los grupos mineros leoneses, aunque afirmó que habrá que aguardar a enero para ello. No precisó en qué iba a consistir dicha solución, pero sí insistió en que la actual medida que se ha adoptado de que la compañía estatal Hunosa compre a los grupos mineros el carbón autóctono que no recoge Endesa para la central de Compostilla II iba a ser transitoria. Además, aseguró, también si ahondar mucho en el asunto, que cuando España tenga la presidencia europa revisará el reglamento para conseguir que el carbón autóctono tenga más apoyos.
En este acto, en el que interviene hasta el apuntador , al menos media docena de personas, también habló Alfonso Guerra, quien se refirió al inicio de curso de Rajoy en Valencia, donde dijo que además de “butifarras en el menú, algún chorizo también vi”. A Guerra hay que reconocerle el toque de humor que pone al asunto ‘dando leña’ al “partido de los pájaros”logrando el aplauso de un público que aguanta tres horas de intervenciones al retestero y sin toldo ni nada.
Además, estuvo el presidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces, que aprovechó para defender las bondades de la línea de alta tensión Sama-Velilla, que en León no cuenta con demasiados adeptos, ante la necesidad de evacuar la energía que se produce -o producirá- en el vecino Principado y que tendría gran impacto en Picos de Europa.
Allí, estaban además todos los de UGT, con Cándido Méndez a la cabeza. Méndez arremetió contra la patronal, pidió una reforma de la cultura empresarial, acusó de mentir a los que dijeran que con una bajada de impuestos se paliaría la crisis económica y abogó por volver a la negociación colectiva. Y también Leire Pajín,o Amparo Valcarce, ahora delgada del Gobierno en Madrid, o la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, que llegó un día antes a León, el sábado, para visitar con Zapatero una planta de obleas de silicio, un componente de las placas solares, que ha puesto en marcha DC Wafers en Valdelafuente. El motivo de la visita de Aído a esta planta es que el consejo de administración tiene muchas mujeres. Tras el fin de semana de Zapatero en León, las reacciones no se hicieron esperar, y la oposición le reprochó falta de compromiso con León y con Castilla y León, e inconcreciones a mansalva. Parece que a Zapatero le empieza a pesar el gasto realizado en esta crisis y empieza a ser más prudente.
Publicado el 11 de septiembre de 2009 a las 10:00.