Trabajar por León
El sistema democrático tiene de bueno que cada cierto tiempo los ciudadanos pueden examinar a sus políticos para renovarles la confianza, modificar ligeramente el sistema de fuerzas o provocar una profunda renovación. En España, las legislaturas son de cuatro años, un tiempo más que necesario para que los dirigentes de turno puedan poner en marcha su política dadas las pesadas trabas burocráticas que tanto ralentizan la gestión. Tanto si un partido logra la mayoría absoluta, como si logra los apoyos necesarios para respaldar su gestión, tiene toda la legitimidad para poner en marcha su ‘modelo’ y utilizar todos los cauces legales para llegar a dicho fin. A veces, estas medidas llevan en sí mismas un coste político elevado porque se trata de subidas de impuestos o recortes de prestaciones. Es lo que estamos viviendo en León, a costa de la subida del IBI en 2008, o en España, con la anunciada subida del IVA a partir del 1 de julio. Aquí, el PP se alegra porque el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León declara nula la subida, a pesar de que se aplica un Boletín Oficial de la Provincia de fecha 31 de diciembre de 2007 y que la propia sentencia dice que el error de que ese BOP no se imprimiera a tiempo es imputable a un tercero (la Diputación). En el otro lado, el mismo partido llama a la insumisión fiscal contra la subida del IVA. ¿Para qué queremos entonces al Parlamento? ¿Por qué no hizo lo mismo el PP cuando el Gobierno decidió en tiempos de bonanza económica ‘dar’ 400 euros a cada contribuyente o dijo a ‘sus’ pensionistas que devolvieran la subida de su pensión por encima del IPC?
Quien gobierna -de uno y otro lado- toma decisiones; a veces nos gustan y a veces nos obligan a rascarnos el bolsillo. La crítica es sana y democrática, pero esta oposición tan feroz y descalificante no es un buen camino. Más bien, busca un atajo para llegar al poder. Pero es un atajo peligroso. Todos los analistas económicos, los sindicatos y los empresarios señalan que el gran punto débil de la economía española es la falta de confianza y los partidos políticos deberían unir fuerzas para sembrar optimismo y recuperar el consumo, aspecto éste clave para generar empleo. Pues, no; la táctica es la contraria,tratar de arrinconar al Gobierno para que se vea obligado a adelantar las elecciones. Pues quizá sea bueno para el partido de la oposición si cree que puede pescar mejor en este río tan revuelto, pero no para el país que se metería en un gasto innecesario sin ninguna garantía ni de que cambiase el presidente del Gobierno ni de que cambiasen las cosas con otro.
En León pasa lo mismo. Hay un equipo de gobierno PSOE-UPL sólido. Hay que dejar que gobiernen. Las ‘facturas’ -si las hay- se pasarán en mayo de 2011. Pero, mientras tanto, hay que arrimar el hombro para mejorar la promoción de la ciudad y lograr nuevas infraestructuras y más turistas. Crítica sí, pero no continuas descalificaciones. Hay que trabajar por León y difundir sus excelencias si queremos tener garantías de futuro. El enemigo... nunca puede estar en casa.
Publicado el 18 de marzo de 2010 a las 09:15.