La Universidad del futuro
La Universidad de León (ULE) celebró por todo lo alto el 26 de abril la festividad de su patrón San Isidoro de Sevilla. El rector, José Ángel Hermida, está a punto de cumplir el segundo año de mandato y ofrece un panorama optimista a pesar que las deudas parecían hipotecar el futuro. Y es que Hermida accedió al Rectorado en junio de 2008 con la idea de que la Universidad de León tenía una deuda de poco más de 10 millones de euros, pero luego la realidad demostró que la mala gestión del equipo anterior había sumido en la ruina a la Universidad con 27,3 millones de deuda. Y eso que 2002 se había cerrado con 4,4 millones de superávit. Pero entre 2003 y 2008 una frenética política de gasto se llevó por delante más de 40 millones de euros. Y nadie ha pagado por ello a pesar de que, como denunció el rector, no se invirtió en futuro y se hizo del derroche la forma de actuar.
Afortunadamente, la situación parece controlada y el plan financiero aprobado por la Consejería de Educación aunque obliga a apretarse el cinturón garantiza la viabilidad de la Universidad de León en un momento clave como es la puesta en marcha de los planes de estudios acorde con el famoso ‘Plan Bolonia’. Hermida anunció orgulloso el día de San Isidoro que la ULE ha hecho los deberes europeos de forma brillante y ya tiene la autorización para impartir 36 grados el curso que viene, todos los solicitados y que incluyen tres novedades: Educación Social, Comercio Internacional y Ciencia y Tecnología de los Alimentos. “Un reto superado”, dijo satisfecho Hermida tras lograr la plena adaptación de la ULE al Espacio Europeo de Educación Superior (Plan Bolonia).
La ‘carrera’ o ‘grado’ que no se incorporará -al menos a corto ni a medio plazo- es Medicina. Ni la demanda social en León ni las necesidades de profesionales han sido razones suficientes para que la Universidad se ‘enganche’ a la plataforma reivindicativa de dicha facultad. Quien dirige la política universitaria es la Junta, que ha dicho reiteradamente que no es necesaria en León una Facultad de Medicina. El equipo de Hermida ha optado por no mojarse y ser fiel a quien paga. Lógico. Corregir el déficit estructural y conseguir el equilibrio financiero es la clave primera del éxito y de garantía de futuro de la propia ULE. Tampoco se habla de Telecomunicaciones, un ‘grado’ que tiene mucho sentido en León por la presencia del Inteco, HP o el Centro de Supercomputación, y que el propio presidente de la multinacional, el leonés José Antonio de Paz, ha reclamado. Serían dos ‘patas’ de gran relevancia que apuntalarían mejor el futuro universitario. Pero mientras tanto, la ULE tiene que mantener ese prestigioso ‘caché’ de producción investigadora y su apuesta por trasladar el conocimiento a las empresas, a la vez que apoyar iniciativas de otras instituciones como la llegada de la Universidad de Washington, el Instituto Confucio o el Centro de Supercomputación.
Publicado el 30 de abril de 2010 a las 09:15.