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Blog de Marcos Blanco

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Un Vetusto eufórico en el húmedo caos de Vallecas (visita a 'Musicland' en la noche del viernes 27)

Archivado en: festival, Musicland, Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano, Vetusta Morla, Pendulum, Violadores del Verso

Lo de Vetusta Morla no tiene nombre. Se están acabando los calificativos y las consideraciones para esta enorme banda madrileña, cuyos conciertos se convierten en auténticas pruebas de superación personal, ejercicios íntimos de placer corporal y puro enriquecimiento artístico para quienes acuden a su llamada. Ya van unas cuántas veces viéndoles en directo y la mejoría es extraordinaria, tanto a nivel instrumental como en la capacidad grupal para no repetirse, reinventarse y manejar los latidos sonoros, aunque las luces se vuelvan locas tras el diluvio universal que cayó este viernes sobre ‘Musicland'. Ojalá no suceda lo mismo a lo largo del presente sábado para deleite de los más electrónicos, cuya principal referencia horaria será la de Carl Cox (18:00 horas). 

El chaparrón deslució el estreno, la primera jornada de un festival que suspendió en su organización y sentido común a la hora de facilitar el disfrute ciudadano. No es sencillo coordinar un evento de estas características y menos al aire libre, con la posibilidad de que el mal tiempo fastidie la electricidad necesaria para el correcto desarrollo de las previsiones. Sin embargo, la falta de orden en las taquillas, las colas en el acceso al ‘espacio indie' donde El Columpio Asesino trataba de calentar el ambiente, la exagerada separación de espacios en aquella zona dependiendo del tipo de entrada comprada o la paciencia necesaria para comprarse una cerveza irritaron a un público que por el simple y enorme hecho de pagar merece ciertos servicios para un mayor bienestar. Aquel plástico azul lleno de charcos congelaba los pies y sólo el entusiasmo social por la música permite que estas cosas se conviertan en anécdotas, aunque no deberían caer en el olvido.

Más que ‘Musicland', aquello debía llamarse ‘Tierra de Vallecas' porque en plena Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano y con la atmósfera existente uno tenía la sensación de estar en el mejor pueblo de Madrid, más que en una cita repleta de ‘glamour'. Compaginar indie, electrónica y hip-hop no suele ser muy habitual entre los melómanos, aunque quien escribe consiga hacerlo y le encuentre gracia. Quizá me equivoque, pero no veo al fan de Vetusta gozando de igual manera con el ‘flow' de Violadores del Verso o sintiendo los ‘beats' de Pendulum en el único escenario tapado del festival. Al final, allí había pequeñas sectas musicales que habían pagado su entrada para ver la selección temática ofrecida en cada estilo. Una buena manera de hacer caja (estas historias jamás serán altruistas) y permitir, de este modo, atraer a gente distinta para una misma causa: pasarlo en grande.

Pasada la medianoche, la viciosa lírica de Violadores del Verso, dioses nacionales en esto de hacer rimas imposibles, abarrotaba el ‘escenario hip-hop' y un poco más lejos había menos personal para contemplar las contundentes melodías de Pendulum. Ante su ‘set', los watios eran tan exagerados que no se podía hablar al oído. A esa hora, cientos de personas abandonaban el recinto de ‘pop-indie' tras haber asistido a una nueva exhibición de Vetusta Morla. Pucho y sus compañeros derrocharon clase, energía y la sensación de que pueden superar el entorno meteorológico u organizativo más desapacible para firmar un gran ‘bolo'. Ese sello tan propio que han creado sigue creciendo, ya suenan a rock de estadio por su gigantesca puesta en escena y sólo nuestros prejuicios o la eterna manía de valorar más todo lo que llega desde fuera impiden que sean más grandes. 

 

 

Publicado el 28 de abril de 2012 a las 14:45.

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'Musicland', un festival para perder la cabeza

Archivado en: festival, música, Musicland, Madrid, Cuidad Deportiva del Rayo Vallecano, Vetusta Morla, Violadores del Verso, Carl Cox

Los festivales musicales constituyen oportunidades excepcionales para empaparse de mucha y buena música en sesiones maratonianas por un coste inferior a la suma del caché económico de sus artistas e incluso pueden ofrecer viajes estilísticos imprevistos si uno va con un objetivo fijo.

El 'Musicland', que se celebrará los días 27 (viernes) y 28 de abril (sábado) en Madrid resume perfectamente esta filosofía. Electrónica, indie (pop-rock nacional también sería una etiqueta muy válida), hip-hop y 'new beats' configuran la potente programación que se llevará a cabo desde las 18 horas de mañana mismo en los cuatro escenarios previstos para la ocasión en la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano (metro Congosto).


La propuesta sonora merece mucho la pena, ya que melómanos de todo tipo se reunirán en este enorme recinto para gozar con distintas propuestas musicales, tan singulares como complementarias cuando existen oídos abiertos y mentes libres. Para la jornada del viernes 27 (30 euros), habrá 'indie' del bueno con la actuación estelar de Vetusta Morla, hip-hop con grandes formaciones como Violadores del Verso o 'New beats' como el 'set' previsto por Pendulum. El cachondeo empezará a las 18 horas y la conclusión dependerá de cada uno.

El sábado (45 euros) será el turno de la electrónica, que acaparará la atmósfera de 'Musicland' desde las doce del mediodía hasta que el cuerpo aguante con un DJ que eclipsará al resto por su trascendencia mediática y capacidad para reunir a miles de almas: Carl Cox. El británico es uno de los reyes de las pistas de baile y 'pincha' house, techno y trance como muy pocos en el universo.

Eso sí, 2ManyDJs (el popularísimo dúo belga formado por los hermanos Dewaele), John Digweed o Marcos Carola también serán otros nombres significativos en un sábado apoteósico. Tu verás lo que haces. Pásate por allí, no vayas a arrepentirte luego...

Publicado el 26 de abril de 2012 a las 18:15.

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Josemi Carmona: "El hecho de tocar hace que me sienta vivo"

Archivado en: josemi carmona, las pequeñas cosas, flamenco, fusión, ketama, entrevista, marcos blanco

Josemi Carmona (Madrid, 1971) es una de las grandes figuras del flamenco. Un músico precoz que a los cinco años ya hizo una ‘tele' con Enrique Morente -"salí a tocar una bulería" - y que con 13 le dijo a su padre, Pepe El Habichuela, que quería dedicarse a la música como guitarrista y compositor. Más que un oficio o un trabajo, siempre la ha visto como una pasión inevitable, una necesidad imprescindible en su día a día. "Para mí el hecho de tocar es vida. Es sentirte vivo, contento, te tienes que arreglar, tienes que estar bien, en marcha, te ríes...", argumenta  un artista de conversación fácil y trato extremadamente cercano. Desde joven recorrió medio mundo con su padre, ha sido un elemento fundamental de Ketama -referente en la transgresión flamenca durante los 90- y hace casi un año que publicó ‘Las pequeñas cosas'(Universal). Ha sido su primer disco en solitario, le valió una nominación a los Grammy Latino y sigue muy vigente con múltiples actuaciones en lugares dispares.                        

Aunque tiene su refugio vital en una zona residencial de Madrid, Carmona es un auténtico nómada debido a su profesión. Ha tocado recientemente en Roma, Orense, Munich, Madrid (también tiene cuatro fechas en los dos próximos fines de semana) e incluso manifiesta con ilusión que viajará a la India en abril. "La cosa está como para intentar ir a todos los sitios y dar un poco de ánimo a través de la música porque son momentos duros en los que no está bien apoyada, como el resto de las cosas. Hay que arrimar el hombro y repartir alegría. Estar dispuesto a todo", afirma el guitarrista y compositor madrileño, que habiendo sentido los efectos de la maldita crisis económica observa el presente con positividad. "El mundo en el que estoy es muy raro. Puedes tener seis fechas en febrero y sólo una en marzo. Es cierto que el apoyo institucional es muchísimo menor (ayuntamientos, festivales), pero esto hace que, como hay muchas ganas de ver música, veamos conciertos en bares o clubes. Es una cosa maravillosa. A ningún músico se le caen los anillos por tocar en un sitio más pequeño porque ofrece un contacto más directo con la gente", expone Carmona.

‘Las pequeñas cosas' salió en abril de 2011 y "el recorrido ha sido mejor del esperado para mí. Es difícil vender discos (asegura que ahora es un triunfo vender 5.000 copias), pero las críticas han sido muy buenas y las vibraciones buenísimas. Sobre todo, el respeto de los músicos, que para mí es muy importante porque me considero un músico de músicos". El título del álbum dice mucho sobre el concepto sonoro de sus canciones. "El nivel de los guitarristas en España es altísimo, pero estoy tirando un poco más por la sonoridad, me gusta el sonido bonito y también el espacio, el hueco entre las notas. Creo que los silencios son importantísimos en la música y las pequeñas cosas intenta emocionar con pocas notas. Ese fue el camino que he tomado para este disco, el de hacer música sencilla", argumenta.

El primer trabajo en solitario de Josemi Carmona incluye doce canciones con guiños a diferentes estilos. "A lo largo de mi vida he tocado con mucha gente. He tocado con africanos, brasileños, portugueses... Lo he hecho desde pequeño y con Ketama también hacíamos fusión. En este disco, abarco esta visión de otras músicas desde el flamenco. No me considero un músico de jazz, un ‘popero' ni un hombre de música electrónica. Soy un flamenco, pero me gusta abarcar música y me acerco desde el flamenco", sostiene sobre "un disco arriesgado" que le ha salido del alma, cuya escucha hace que se detenga el tiempo.         

Manuel Carrasco, Alex Cuba, Dave Holland, Bugge Wesseltoft, Oxmo o Jorge Drexler haN colaborado en un álbum donde también comparte la bulería ‘Dos puñales' con el maestro Paco de Lucía, a quien menciona cuando recuerda los tiempos de Ketama. "Tuvimos la suerte de estar en el momento justo, pero lo hicimos bien. Fueron años que vivimos con mucho compromiso. Creo que fue el principio de esta última revolución del flamenco. Antes, estuvieron Paco de Lucía y Camarón, que rompieron con todo. Nosotros lo rompimos a nivel más popular y accesible para el público. Hicimos escuela entre la gente que ahora está haciendo este estilo de música y somos pioneros de este estilo". Lo dice desde el ‘creo', con la boca pequeña, pero semejante conclusión encontrará escasas réplicas porque Josemi Carmona siempre ha ido un paso más allá de lo establecido.

-Así sueña 'Dos puñales', la bulería del disco con Paco de Lucía

Publicado el 15 de febrero de 2012 a las 18:15.

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Los 'Ok Go' se superan a sí mismos

Archivado en: Ok Go, videoclip, Needing/Getting, Marcos Blanco

Nunca he sido un gran seguidor de los videoclips. No es que crea que ‘Video kill the radio star' como decían The Buggles, pero me interesa mucho más sentir la música con los oídos que con la vista, a excepción, evidentemente, de los conciertos. Pienso que éstos le quitan casi toda la magia a los temas, aunque resulte indiscutible la belleza técnica, artística e incluso filosófica (traducción del significado del ‘single' en imágenes) de estas preciadas piezas audiovisuales.

No obstante, también existe el camino contrario, el de grupos o artistas que no te apasionan (como estos americanos llamados ‘Ok Go'), pero cuyos videoclips te quedan con la boca abierta. El ‘Needing/Getting' de la banda norteamericana tiene ahora mismo casi ocho millones de visitas en Youtube. No me extraña. Hay que verlo. Han hecho un ejercicio creativo brutal para demostrar que la música está en todas partes y surge con asociaciones insospechadas. Estos tíos ya han hecho otras maravillas, pero aquí se han superado. ¡Bravo!

Publicado el 9 de febrero de 2012 a las 00:30.

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Clarence Clemons, notas que vuelan entre lágrimas

Archivado en: música, muerte, Clarence Clemons, derrame cerebral, Bruce Springsteen, E Street Band, Javi Casal

Maldito derrame cerebral. Sus consecuencias han enviado al cielo a Clarence Clemons, uno de los mejores saxofonistas que he visto jamás sobre un escenario, un elemento imprescindible en la música de Bruce Springsteen y, según cuentan, un tipo extraordinario. Durante los últimos años, 'Big Man' formaba parte de mi familia como todas aquellas canciones, discos y artistas que te hacen sonreír, con los que experimentas sensaciones que ninguna suma de dinero puede igualar. Las notas que partían de su instrumento musical constituyen una fuente inagotable de imaginación. Superior a la más potente de las drogas que tengan en mente.

Afortunadamente, la pena que me embarga (la E Street Band nunca volverá a ser lo que era sin él) encuentra cierto consuelo las miles de personas que lloran su pérdida, aunque las lágrimas vayan por dentro. Son esas que no pueden secarse con pañuelos de papel. ¿Recuerdan a ese amigo de un amigo que hoy en día es su amigo con mayúsculas y sin intermediario? Javi Casal, periodista pontevedrés y enorme 'springsteeniano', es uno de ellos. Nos unen muchas cosas, pero el jefe y su banda han aproximado nuestros corazones.

Cuando uno entra en el facebook, suele encontrar joyitas audiovisuales suyas relacionadas con Bruce y la E Street Band. Dice que estuve en el mejor concierto de Springsteen en España, junto al del 81. Se refiere al de Barcelona en el Paul Sant Jordi (2002). Javi habla como si les conociese de toda la vida porque los lleva en las venas. Hace un rato, ha colgado en su muro una nota que me ha hecho llorar. No me enorgullezco de ello ni voy de sensiblero. Simplemente describo mi realidad porque cada uno tiene la suya. Le he pedido permiso para publicar su texto. Creo que merece una ambientación adecuada. Pulsen el 'play' de este vídeo que viene a continuación para leerlo, si les apetece (no se arrepentirán), y cuando finiquiten la lectura, hagan lo propio con el segundo vídeo. 'See you, Big Man'. Descanse en paz, Clarence Clemons.

'See you, Big Man'

"La primera y, a la postre, antepenúltima vez que vi a la E Street Band en directo fue a finales de 2007 en el Palacio de los Deportes de Madrid. Era noviembre y el fresco empezaba a rascar. Fue un concierto especial por muchas razones. Mayormente, por perder la virginidad en lo que a shows de Springsteen se refiere. Después de devorar CD's, DVD's y rarezas varias que llegaron a mis manos durante años y años, a través de diferentes vías, por fin caía una actuación de mi banda favorita. Atrás quedaba el palo de 2002, cuando me quedé sin disfrutar del histórico concierto del Sant Jordi por estupideces que no vienen a cuento.

Digo que fue un espectáculo especial porque, sin que sirva de precedente, los planetas quisieron alinearse para bien y, de chiripa pura y dura, conseguimos colarnos prácticamente en primera fila, con bastante hueco a nuestro alrededor y con Manel Fuentes haciéndose el interesante con el set list a pocos menos de nosotros. Sobre estas cosas reflexionaría después del concierto, porque antes y durante me resultó imposible. Estaba demasiado centrado en disfrutar de la música y flipar de lo lindo con el negraco que tenía a unos pocos metros de distancia. Sombrero, gafas de sol, gabardina y con un saxo casi tan grande como él, se llevaba todas aquellas ovaciones que no iban destinadas directamente al Boss. Aquel bicharraco de casi dos metros de humanidad era Clarence 'Big Man' Clemons, el alma mater de un grupo de rock histórico que, al igual que él, hoy a dejado de respirar.

El saxo es un instrumento que siempre me ha llamado la atención, pero al que me costó asociar al rock. Buena parte de culpa que de acabase pasando por el aro la tiene el bueno de Big Man, por no decir toda. Todo aquel que piense que el saxo está de más a la hora de mezclarse con riffs guitarreros, debería escuchar Jungleland, The promised land, Night,  Badlands o, por supuesto, Born to run. Temas históricos e inolvidables que ya nunca volverán a ser lo mismo sin los pulmones de Clarence haciendo de las suyas.

El propio Bruce afirmó en más de una ocasión de que la E Street Band solo tenía sentido gracias a su oscuro compañero, por mucho que él fuese el Jefe y partiese bacalao. Así lo reconoce en una de las canciones del Born to run, Tenth Avenue Freeze-out, en la que recuerda que  "When the change was made uptown / And the big man joined the band/ From the coastline to the city / All the little pretties raise their hands". En resumen, que algo tenía ese hombretón en cuya espalda se apoyaba socarronamente en la portada del disco más aclamado del Boss.

Clarence Clemons no era excesivamente viejo (no llegó a los 70 años). Es cierto que un derrame cerebral le puede dar a cualquiera, pero no lo es menos que el hombre ya llevaba mucha tralla en el cuerpo. Treinta años de giras mastodónicas, con conciertos de cuatro horas y algún que otro exceso mellan a cualquiera, por mucho que mientras estás a ello te lo pases pipa. Porque, realmente, daba la sensación de que tanto él como Bruce disfrutaban de lo lindo en cada concierto, portándose como dos chiquillos, señalando al público y animándolo a tomar parte del show, partiéndose la caja con cualquier gesto... Especialmente hilarante resultaba cuando el Boss presentaba en sociedad a todos sus compinches y, cuando llegaba el turno del Big Man (siempre lo dejaba para el final), lo camelaba con todo tipo de tiropos. Secretario de la Hermandad, el próximo Rey de Inglaterra, el futuro senador de New Jersey... y, mientras tanto, Clarence, que de carisma iba tan sobrado como de estatura, se cruzaba de brazos y miraba al público con una expresión de reto fingido, tratando de aparentar seriedad, pero siempre acababa traicionándolo su sonrisa de bonachón.

Big Man ya estaba muy cascado cuando la E Street Band realizó su última gira, allá por 2009. Un taburete era colocado discretamente en uno de los laterales del escenario, para que el hombre no tuviese que estar 3 horas y pico de pie. Atrás quedaban sus bailoteos de cadera y sus saltos. Pero, aún hecho pedazos, le daba de sobra para quebrar el aire y silenciar a Camp Nou abarrotado con el desgarrador solo de Jungleland, o darle vidilla al cuerpo en Night, mientras Bruce desgarraba versos cargándose en los jefes de turno (ironías de la vida).

Clarence Clemons se ha ido y, con él, la E Street Band. Dudo que Springsteen se plantee si quiera sustituirlo. Mal haría. No me imagino a los Rolling fichando a otro batería si Charlie Watts se fues al otro barrio, por poner un ejemplo similar. Hay cosas que trascienden más allá de cómo se interprete un tema, y mal haría el Boss si dejase que si banda de siempre fuese languideciendo a base de sustitutos de poca monta. Solo queda dar las gracias por haber podido disfrutar de esta gente en directos inigualables y dar el más sentido pésame a aquellos que no escucharon jamás el Born to run en directo, ni vieron a Bruce guiñarle un ojo a su gran amigo y arrancarse con su 'one, two, one, two, three, four!'

Es probable que Big Man está ahora mismo con Danny Federici, el primer miembro de la originaria banda que murió en 2008 víctima de un cáncer. No sería de extrañar que estuviesen comentando la que liaron juntos aquí, acompañando a su mandamás. Sea como fuere, see you, Big Man".

 

Publicado el 20 de junio de 2011 a las 00:45.

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Un inmenso aleluya por Leonard Cohen

Archivado en: música, Leonard Cohen, Premio Príncipe de Asturias de las letras 2011, Hallelujah, Suzanne, Marcos Blanco

Leonard Cohen (Montreal, 1934) ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2011, una fantástica noticia para el mundo de la música. El jurado ha valorado la capacidad del artista canadiense para contar su vida como una balada interminable y destaca que su obra literaria ha influido en tres generaciones de todo el mundo, a través de la creación de un imaginario sentimental en el que la poesía y la música se funden en un valor inalterable. Según los encargados de decidir este carismático premio, "el paso del tiempo, las relaciones amorosas, la tradición mística de Oriente y Occidente y la vida contada como una balada interminable configuran una obra identificada con unos momentos de cambio decisivo a finales del siglo XX y principios del XXI".

Cuando Cohen habla, canta. Cuando canta, habla. Recita. Explica. Sentencia. Propone. Novelista y poeta antes que músico, publicó a los 33 años su primer disco, el maravilloso 'Songs of Leonard Cohen' (1967), donde estaban temas tan representativos en su forma de entender el arte como 'Suzanne'. Desde entonces, dotado de una voz cavernosa que jamás ha generado indiferencia, ha transformado la poesía en música y la música en poesía. Lo ha hecho una y otra vez, de un modo natural. Sin artificios.

Sus canciones no sólo se escuchan, se leen. En ambos casos transmiten una poderosa delicadeza y la identificación popular con los pensamientos de quien sabe explicar la realidad con palabras, bendita habilidad, o utiliza la brutal imaginación para escapar de ella, bendita capacidad. De mis labios sale un 'Hallelujah', como el incluido en 'Various Positions' (1984), para darle gracias a este gran hombre por transmitir tanta paz y reflexión en un universo demasiado acelerado.

Publicado el 1 de junio de 2011 a las 13:15.

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Traveling Wilburys, cinco genios unidos por una casualidad

Archivado en: música, Travelling Wilburys, George Harrison, Tom Pety, Bob Dylan, Jeff Lyne, Roy Orbison, handle with care, wilbury twist, marcos blanco

Lo que iba a ser la grabación de una cara B para el single 'This is love' de George Harrison se convirtió en un proyecto fascinante, cuya fuerza y talento artístico está plasmado como 'Traveling Wilburys', el grupo que montaron cinco grandes de la música: George Harrison, Tom Petty, Bob Dylan, Jeff Lyne y Roy Orbison. La reunión casual para grabar esa cara B desembocó en un temazo como 'Handle with care', tan especial que salió como single de la nueva aventura musical en 'Traveling Wilburys Vol. 1' (1988). El álbum salió en octubre y Orbison falleció en diciembre, por lo que no pudo participar en la segunda grabación, curiosamente denominada 'Vol.3'. Allí estaba este twist increíble. Los hermanos Wilburys, que así se hacían llamar, demostraron que las grandes estrellas pueden y deben juntarse, más allá de egos y manías personales. Al final y al cabo son hijos del mismo padre: la música.

Publicado el 17 de mayo de 2011 a las 13:30.

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Tom Petty, un rostro entre la multitud

Archivado en: música, Tom Petty, The Heartbreakers, Full moon fever, a face in the crowd, Free fallin, Marcos Blanco

El músico estadounidense Tom Petty, que anda por los 60 otoños, publicó en el año 1989 un disco precioso con el título de 'Full moon fever', supuestamente el primer en solitario sin The Heartbreakers. El disco incluyó canciones tan bonitas como este 'A face in the crowd', que me recuerda a algunos temas de Jeff Tweedy con los Wilco como evolución más contemporánea. El disco tuvo un éxito brutal en Estados Unidos y sirve para recordar a este gran compositor e instrumentista. Petty sigue dándolo todo en solitario o con su banda de siempre y en los directos una de los temas más emotivos es aquel 'Free Fallin'', que aparecía en 'Full moon fever'. ¿Preparados para caerse desde el precipio?

Publicado el 17 de mayo de 2011 a las 13:15.

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Septeto Santiaguero, la excelencia del son cubano

Archivado en: música, septeto santiaguero, son, Fernando Dewar, marcos blanco

"El son cubano es el ritmo por excelencia de Cuba", señalan los integrantes de el Septeto Santiaguero. Y ellos lo saben musicalizar mejor que nadie. Con Fernando Dewar al frente, siete músicos configuran esta brillante formación que proyecta la tradición sonora de la isla allá donde va. Con más de 15 años de vida, el Septeto Santiaguero tira de son son, guaracha, danzón, changüí o boleros para alegrar el corazón del respetable.

Lo hace con Rubén Matos, Inocencio Heredia e Ismael Borges como solistas. Alberto Castellanos está en la percusión, Dairon Robert Carlile Zalazar toca el bajo y Edy Lobaina se encarga de la batería. Sus letras picantes y las melodías resultan tan pegadizas que casi todas las cinturas pierden su compostura al escucharlas. Como la de esa niña a la que piropean en un tema perteneciente a 'Oye mi son santiaguero' (2010), el último álbum que han publicado. Tradición y modernidad se dan la mano en la propuesta de el Septeto Santiaguero. Puro sabor.

 

Publicado el 17 de mayo de 2011 a las 08:30.

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Bob Marley, una leyenda del reggae con alcance infinito

Archivado en: música, homenaje, Bob Marley, reggae, aniversario, muerte, Get up stand up, Marcos Blanco

Bob Marley, el mayor icono del reggae que haya existido jamás, falleció el 11 de mayo del 1981 en Miami por culpa de un cáncer. Hoy se cumplen 30 años de su muerte y el mundo entero le ha rendido numerosos homenajes. Desde aquí, uno más. La letra de 'Get up stand up', todo un himno al levantamiento social para luchar por los derechos humanos, y el ritmo de la canción sirven de ejemplo para representar la grandeza musical del fallecido artista jamaicano. Cuentan que ésta fue la última canción que cantó sobre un escenario, aquel 23 de septiembre de 1980 en Pittsburg (Estados Unidos). Tenía 36 años y su adiós terrenal supuso el nacimiento de una leyenda que todavía no conoce límites.

 

Publicado el 11 de mayo de 2011 a las 20:15.

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Marcos Blanco

Marcos Blanco

Vigués. Gallego. Periodista 'todoterreno'. Entusiasta de la vida. Melómano. Loco del deporte. Celtista. Enérgico. Radiofónico. Así es Marcos Blanco, periodista que actualmente colabora en el Grupo de Comunicación Gente  con este blog, que nació un 19 de noviembre de 2008 con un 'post' sobre Jamie Cullum.

 

Esta web ha funcionado durante todo este tiempo como una banda sonora diaria, repleta de canciones que nos hacen amar la vida. Recuerdos, descubrimientos, opiniones, novedades, entrevistas o crónicas de conciertos han formado parte de 'Melómanos' y seguimos en la brecha:

 

marcosblancohermida@gmail.com

 

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