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La paridad que persigue el Gobierno va a alcanzar también el orden de los apellidos. La tradicional prevalencia del apellido del padre sobre el de la madre en los hijos caducará en España si se aprueba una reforma legal en el país impulsada por el Gobierno. La misma establece que las parejas deberán precisar qué apellido llevará el bebé y, en caso de falta de acuerdo o especificación, prevalecerá el orden alfabético. Eso sí, concretan que el orden que se decida para el primer hijo, será el que se mantenga para el resto de nacimientos.

La idea ya ha suscitado polémica, ya que expertos en la materia han empezado a advertir que con el tiempo podían llegar a prevalecer los apellidos que empiecen por las primeras letras del alfabeto. Así apellidos como Vallejo, Valdajos o Zapatero podrían estar en peligro de extinción. También aseguran que pueden peligrar apellidos comunes en aras de otros más llamativos.

Al respecto surgen en mi cabeza preguntas como: ¿es éste tema una realidad tan relevante? o ¿según su posición, es más importante para la persona un apellido u otro? Porque para mí, los dos son iguales. Lo que si llama la atención es que en algunos países desarrollados las mujeres casadas tengan que adoptar el apellido del marido, renunciando al que en realidad les pertenece.

Pero lo que realmente me preguntó es si en estos momentos de crisis económica, con miles de personas en el paro y con otras muchas pasando hambre y verdaderas necesidades, ¿es una realidad tan relevante el tener que hablar de llevar primero el apellido paterno o materno cuando hay otros que temas que requieren atención?. Los parlamentarios pierden el tiempo, es una cortina de humo para alejar a la sociedad de lo verdaderamente importante. Además considero que en la actualidad existen otros tipos de discriminación que se deberían de resolver mucho antes que éste.

Publicado el 12 de noviembre de 2010 a las 12:00.