Federico Jiménez Losantos, el hombre de mi vida en esRadio
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No os lo váis a creer, viniendo de vuestra Purita. Los que me conocéis, sabéis que tengo buen gusto para los hombres, porque de momento las mujeres no me llaman la atención. Aunque nunca se sabe. Más aún con la de buenorras que han entrado en Gran Hermano 11... Pero, en fin, ese no es el tema. Se trata de algo serio.
No sé que me ocurre. Llevo dos noches sin dormir, con un cosquilleo en el estómago, algunas mariposas, o quizás gusanos que se arrastran. Creo que estoy atravesando un punto de inflexión en mi vida, como persona, como mujer, como amante. Soy consciente de que ayer mismo os hablé de mi nuevo 'enamoramiento': Arturo, concursante de Gran Hermano 11.
Lo hice como terapia, para esconder lo que ya rondaba ayer por mi mente. No... no debo confesaros este sentimiento. No debo. Esto es sólo un blog y mi misión es informar y divertir, dice mi jefe... Ay, no sé...
Estoy cansada, aburrida de tanto niñato, de Duques, de Hugos Silva, de maromos superficiales, con mucho músculo, mucha testosterona, mucho atractivo... pero nada más.
Ayer, desde muy temprano, mi jefe me ordenó seguir un nuevo programa de radio en una nueva emisora 'Es la mañana de Federico', en esRadio. Entonces... -buscando información, como buena paparazzi, como buena periodista-, le descubrí. Y ahora, no lo puedo evitar, no puedo dejar de ver sus fotos, su imagen, leer sus textos... Es él, estoy segura, es él. Llevo esperándolo tanto tiempo. Un hombre maduro, inteligente, de derechas -como manda Dios, dice mi padre-, con ese aire fresco, dinámico, alternativo... Se llama Federico y sí, estoy segura, es él, el hombre de mi vida, el hombre que tanto tiempo llevo esperando...
Guapo por delante, con esa tez rosadita, como un bebé, y esa camisa remangada a lo Clooney:
Por detrás, de blanco, impoluto, sexy...:
También de perfil, con ese peinado perfecto y esas gafas que enfatizan su aire 'interesante':
Ahora, sólo queda esperar, aguardar que se fije en mí. Mientras tanto, esperando ese momento, escucho su voz, suave y sigilosa, de 07:00 a 13:00, cada día...
P.D.: Federico, llámame. Atentamente, tu Purita. 696 696 6969. Rezaré todas las noches por ti, y por tu audiencia.
Publicado el 8 de septiembre de 2009 a las 12:30.
