"En Secundaria llegan los problemas para los alumnos que sufren Asperger"
Álex (nombre ficticio) no filtra sus pensamientos, no entiende otra cosa que no sea decir la verdad. Tampoco encaja las normas de convivencia ni es capaz de adaptarse a situaciones diferentes. Aprende comportamientos. A sus catorce años, no quiere ir al colegio ni tiene amigos. Un síndrome, el de Asperger, los ahuyenta. Huyen también las buenas notas y cerca se quedan en este curso siete suspensos.
Álex necesita una atención especializada. "Lo principal para este tipo de alumnos es que cuenten con una adaptación curricular significativa, adaptando el contenido a otro tipo de método", explican desde la Asociación Asperger Madrid. "Necesitan más tiempo para un examen y la opción de poder asistir a clase con un ordenador, por el tipo de letra que hacen. También una persona de referencia en el centro, una pedagoga terapéutica o un AL (Audición y lenguaje), que son quienes se encargan de su integración en el centro", añaden. "Aunque lo más importante sería contar con un integrador social específico en el recreo, en el comedor... que es donde sufren mayor acoso. Pero no hay dinero", concluyen.
sin problema en primaria
Para atender a niños como Álex, que sufran cualquier tipo de trastorno generalizado del desarrollo (TGD), la Comunidad de Madrid dispone de cinco centros de educación Infantil y Primaria en Fuencarral-El Pardo (los CEIP Breogán, Leopoldo Calvo Sotelo, Virgen del Pilar, San Rafael Arcángel y Conde de Elda), uno en Tetuán (José Ortega y Gasset) y dos en Hortaleza, el Virgen del Cortijo y CEU San Pablo, que también ofrece estudios de Secundaria, aunque es un centro concertado.
El problema, cuando hablamos de alumnos como Álex, llega precisamente en este nivel educativo. En la zona norte, el único preferente TGD es el IES Pérez Galdós, en Fuencarral. Hablamos de centros "que cuentan con un aula específica para unos cinco niños y que utilizan dos formas de integración en función de las necesidades, pudiendo realizarse en dicha clase o en la de referencia. Pero en Secundaria existen más dificultades para encontrar este tipo de centros, aunque la educación pública es la mejor y donde se pueden exigir recursos para estos alumnos", subrayan desde Asperger Madrid.
Contra esas dificultades ha luchado en las últimas semanas María, madre de Álex, que hasta ahora ha cursado sus estudios en el colegio concertado Valdefuentes (Sanchinarro). Finalmente, ha matriculado a su hijo en el IES Manuel Fraga de Hortaleza. Nadie le ha explicado que no es preferente, sólo sabe que "es un centro pequeño y público" y que "el Pérez Galdós -preferente- tiene demasiados alumnos, aunque era mi segunda opción y a donde lo derivaron en un primer momento. Para eso, lo habría dejado en Valdefuentes", opina María. Subrayando, además, que la mayoría de institutos preferentes se sitúan en los municipios del sur de Madrid. "Y yo necesito un centro cercano. Álex sufre una discapacidad del 33% y está reconocido por la Ley de Dependencia. Tengo que estar pendiente", puntualiza.
A la ausencia de recursos se une la desinformación de una madre que se queda, sobre todo, con las cosas buenas de su hijo. Álex tiene una imaginación espectacular. Le encanta leer, dibujar y escribir. Como todos los Asperger puede llegar a ser genial en lo suyo, pero si le ayudan.
"Es especialista en aquello que le atrae"
Desde los 4 años, Álex presentaba un comportamiento peculiar. A los 9 llegó el diagnóstico final: síndrome de Asperger, un tipo de autismo, un trastorno severo del desarrollo que altera el procesamiento de la información. Sin embargo, "las personas afectadas tienen un aspecto e inteligencia normal o incluso superior a la media. Presentan un estilo cognitivo particular y frecuentemente habilidades especiales en áreas restringidas", tal y como explican desde la Federación Arperger España. Pero niños como Álex necesitan recibir terapias que ayuden a mejorar, sobre todo, sus habilidades sociales. "Mi hijo es muy vago y sus notas empeoran, pero es especialista en aquello que le atrae, como la historia, la arqueología, la mitología... Incluso hay empresas que buscan para sus plantillas estos perfiles concretos, por su especialización", apunta María. El síndrome de Asperger es un trastorno muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1.000 nacidos), pero poco conocido sin embargo entre la población general.
Fotografía: Rafa Herrero.
Publicado el 28 de junio de 2013 a las 12:15.







