Organizada por la ONG 'A home in Haiti' (Una casa en Haití), y con la actriz Eva Longoria como principal impulsora, @twitchange se celebrará del 15 al 25 de septiembre. Más de 150 famosos subastarán algo así como sus propios 'productos virtuales', acciones tan frecuentes en nuestro día a día como seguir a una persona en Twitter, retwittear o mencionar a alguien en un tweet, en este caso a los fans, que son quienes pujarán por sus 'celebrities' favoritas ayudando a reconstruir con sus donaciones el país más pobre del mundo.
Concretamente, la recaudación se destinará a la reconstrucción del Miriam Center, un centro para niños con parálisis cerebral, autismo y otros problemas.
Aunque, poco a poco, todos nos olvidamos del terrible terremoto que destruyó Haití el 12 de enero, afortunadamente, son muchas las personas que trabajan cada día en la recuperación de un país empobrecido hasta las cejas. Entre ellos, los cuatro militares españoles que el pasado viernes fallecieron en un accidente de helicóptero mientras desarrollaban una labor humanitaria.
Su trabajo ha quedado atrás, en la memoria. Ahora le toca el turno a otros, porque la vida es así, por desgracia. Su muerte nos ha recordado que Haití todavía existe, que nos necesita y que debemos trabajar duro.
Ayer, en el concierto 'Un canto de esperanza por Haití', en República Dominicana, Juan Luis Guerra, acompañado de otros artistas como Juanes, Miguel Bosé, Alejandro Sanz, Enrique Iglesias y Luis Fonsi, se prestaron una vez más para recaudar fondos y construir un hospital en Haití, en una iniciativa organizada por la Fundación Juan Luis Guerra y la Fundación Sur Futuro.
"Somos un colectivo de artistas que estamos dispuestos a colaborar y hacer cosas que promuevan la esperanza en el mundo. Creo que sí que podemos seguir trabajando con ese objetivo", dijo Juanes en un encuentro con la prensa.
Este martes 20 de abril se pone a la venta el single de 'Ay Haití!', cuyos ingresos se destinarán a los proyectos de Intermón Oxfam en este país. Otra opción es descargársela enviando Haití al número 28011 habilitado por la ONG.
En la canción 'Ay Haití!', producida por Carlos Jean y Dnovae, han trabajado 25 artistas: Alejandro Sanz, Aleks Syntek, Anni B. Sweet, Bebe, Belinda, Carlos Jean, David Otero, Enrique Iglesias, Estopa, Hombres G, Daddy Jean, José Mercé, Juanes, Kun Agüero, La Mala Rodríguez, La Oreja de Van Gogh, Macaco, Marta Sánchez, Miguel Bosé, Najwa Nimri, OBK, Sandra Carrasco, Shakira, Wally López y Zahara. En el videoclip han trabajado Paz Vega, Diego Forlán, Andrés Iniesta, Kaká, Sergio Ramos y DJ Nano.
Ay Haití! "es un himno esperanzador, una unión de artistas de gran alcance popular y de alternativos, una hermandad entre lo comercial y lo underground. Todos estamos muy contentos y ha sido un intercambio muy bonito y emocionante, pero lo más importante es haber conseguido que nadie se lucre con la canción y que todo lo que se consiga vaya a parar a Intermón Oxfam. Es por Haití", explica Jean.Además de la versión original de la canción, el pack incluye tres remixes: Ay Haití! Jelly Remix Edit; Ay Haití! Dub Mad Remix, by Carlos Jean; y Ay Haití! Remix Extended.
Evitar epidemias en los campamentos de refugiados es, hoy por hoy, una de las prioridades en Puerto Príncipe. Abril se acerca, y con él la temporada de lluvias. La OMS pide urgentemente 18.000 letrinas necesarias para atender a unas 900.000 personas. Un portavoz de la OMS, Paul Garwood, explica que, de momento, "se han repartido menos del cinco por ciento de las letrinas que serían necesarias", cuando lo conveniente es que haya una por cada 50 desplazados.
Actualmente, más de 1,2 millones de personas sobreviven tras el terremoto en asentamientos temporales, campamentos en forma de laberinto como el que podéis observar en este vídeo de CNN, creados tras el seísmo. En ellos viven demasiadas personas, víctimas que lo han perdido todo y que tratan de salir adelante como buenamente pueden, construyendo agujeros en la tierra para hacer sus necesidades y evitar las epidemias, y conviviendo incluso con cementerios improvisados tras la tragedia, como recoge este reportaje audiovisual.
Debido a esta sobrecarga y a estas condiciones, ahora toca prevenir todo tipo de infecciones, que van de los problemas en las vías respiratorias (un cuarto de las consultas) a las diarreas (han aumentado hasta el 12%).
Tiene 28 años y acaba de nacer. Evan Muncie ha sobrevivido al seísmo que hace un mes destruyó Puerto Príncipe, atrapado bajo los escombros del mercado donde trabajaba vendiendo arroz, según CNN.
Todavía investigan el rescate, mientras es atendido en un hospital de campaña de la ciudad. Sufría deshidratación extrema y desnutrición, pero no tenía heridas graves, según los doctores.
El doctor Mike Connelly (Universidad de Miami) señaló que Muncie "estaba demacrado. No había comido nada en mucho tiempo y tenía heridas abiertas con úlceras en ambos pies".
El hombre declaró a los doctores que una persona le había llevado agua mientras se encontraba atrapado, pero los médicos afirmaron que parecía conmocionado y, de hecho, aún creía seguir bajo los escombros.
A pesar de estos rescates milagrosos, el Gobierno de Haití dio por finalizados los esfuerzos de búsqueda y rescate el pasado 23 de enero para centrarse en la limpieza de escombros y la atención médica.
Pasan los días. Poco a poco nos olvidamos. Porque el telediario ya no nos entrega la noticia masticada, porque ya hemos visto demasiadas imágenes desoladoras -ante las que ya ni nos inmutamos-, y porque ya nos han dado demasiada lástima. Mientras tanto, Haití sigue admirablemente paciente, pidiendo ayuda.
Poco a poco, muy lentamente, demasiado diría yo, la ayuda llega. En este caso, la centrada en mujeres y niñas, de la mano del Campamento Feminista Internacional 'Myriam Merlet, Anne Marie Coriolan y Magalie Marcelin', que recuerda a las tres feministas fallecidas en el terremoto el pasado 12 de enero, y de las que también os he hablado.
Esta iniciativa pretende poner fin a la desigualdad y a la marginación que sufren las mujeres en este país caribeño, y que se acentúan ante tragedias de este tipo. A través de ella, se pretende que la ayuda llegue directamente a mujeres y niñas, y que el movimiento feminista que tanto ha trabajado por su evolución y progreso, vuelva a renacer tras el seísmo. Tal y como recoge la web Pon fin a la violencia, las metas de este Campamento serán:
"- La atención a partos y emergencias obstétricas-incluyendo los abortos espontáneos, a consecuencia de la situación, así como el tratamiento de infecciones vaginales- prácticamente ha desaparecido, incluso en los campamentos y centros de ayuda humanitaria, con las graves implicaciones y riesgos de daños y muertes maternas.
- Se requiere garantizar de manera inmediata la atención psicosocial, respetando las necesidades de las mujeres de todas las edades y estableciendo las condiciones que les permitan procesar el duelo.
- Por otro lado señalan que: Es urgente tomar medidas para prevenir, proteger y sancionar la violencia de género en todas sus manifestaciones, cuya incidencia, se ha demostrado aumenta en situaciones como las actuales, sobre todo en los campamentos y lugares de refugio.
- Tomar en cuenta que el riesgo de trata de personas -especialmente mujeres y niñas- aumenta en situaciones de emergencia y caos como la actual".
También señala como prioridades inmediatas:
"* Abogar, incidir y monitorear para que las necesidades específicas de las mujeres y las niñas se incorporen en las agendas multilaterales y bilaterales de ayuda a la población. * Apoyar los esfuerzos de las organizaciones de mujeres haitianas y latinoamericanas para incidir en políticas públicas nacionales e internacionales sobre mitigación y reconstrucción, y en el caso de Haití, de refundación de su estado, gobierno y sociedad civil, conforme lo planteen las haitianas, recogiendo la experiencia de las organizaciones de las mujeres en la región en otros casos de desastres. * Aportar, junto con las compañeras haitianas, al diseño de políticas públicas que tomen en cuenta necesidades que han surgido con el terremoto natural y social que ha devastado ese país, especialmente en lo referente a discapacidad (incrementada en un porcentaje ni siquiera detectable en este momento), traumatología emocional generalizada, violencia de género y salud sexual y reproductiva. * Apoyar la recuperación de la memoria histórica del movimiento feminista y de mujeres de Haití. * Acompañar los procesos de duelo y dar apoyo sicológico para afrontar los diferentes efectos y consecuencias de los daños y pérdidas.
* Reforzar la continuidad del Ministerio de la Mujer y de las instituciones del gobierno de Haití responsables de velar por los derechos de las mujeres".
LA ONU REPARTE 'KITS' MÉDICOS A MUJERES EMBARAZADAS
Al margen de este Campamento, también nos llegan noticias de la ONU, que ahora reparte entre las embarazadas haitianas material para que puedan dar a luz en caso de no tener ayuda médica. Se estima que el 15% de las 63.000 embarazadas en las zonas afectadas tendrá problemas en el parto. El "paquete para un parto limpio" incluye un plástico limpio, una cuchilla y un hilo para cortar y atar el cordón umbilical, así como jabón, un pañal para el niño y guantes.
Además, se han distribuido equipos avanzados con material para practicar cesáreas en las tiendas destinadas a los partos en los hospitales de campaña. La agencia de la ONU también está distribuyendo material higiénico para mujeres y niños, así como condones y kits para atención a mujeres violadas y a aquellas que presentan complicaciones tras abortar de forma no segura.
200.000 MUERTOS
Mientras tanto, mientras se trabaja en la reconstrucción de un país destrozado, las autoridades nos hacen llegar cifras y más cifras, de muertos, de heridos... El primer ministro de Haití, Jean Max Bellerrive, ha dicho este miércoles que se han contabilizado más de 200.000 muertos, pero esta cifra no incluye los cuerpos que todavía yacen bajo los escombros ni las víctimas enterradas por sus propias familias en Puerto Príncipe.
"Patricia, en este momento estamos reunidas organizaciones feministas de República Dominicana junto compañeras de Bolivia, Puerto Rico, Brasil, México, Santa Lucía, Nicaragua, Estados Unidos y Honduras. Estamos escuchando el testimonio de Lise-Marie Dejean, Directora de SOFA, una de las más destacadas organizaciones de mujeres haitianas, y luego iniciaremos los trabajos para definir las acciones solidarias mas allá de la ayuda humanitaria y de emergencia.
Se ha hecho una propuesta de establecer un Campamento Feminista Internacional que se especialice en dar atención a las mujeres, pero también que sea un espacio para que las compañeras haitianas organizadas puedan rearticularse después de la pérdida de sus líderes (1), y de muchas de sus militantes, y que todas podamos colaborar a fin de garantizar que las mujeres y las niñas haitianas no sean revictimizadas como consecuencia de esa tragedia, ni dejadas de lado en el proceso de reconstrucción".
Con este mail, Magaly Pineda, de CIPAF (Centro de Investigación para la Acción Femenina), me informaba acerca de las medidas que se desarrollan en Haití para proteger a las niñas y mujeres que ya sufren abusos y violaciones, unas agresiones que ya se producían antes del terremoto, pero que ahora se acentúan. Muchas niñas deambulan todavía por las calles de Puerto Príncipe, sin saber qué hacer, sin familia, sin nadie. Otras muchas mujeres, instaladas en esa especie de campos de refugiados que se han formado tras el terremoto, se exponen a graves situaciones de riesgo, por la falta de intimidad y de protección. Tampoco existe seguridad, ni comisarías, sólo soldados.
Esta situación, lamentablemente, se presenta como elemento común a las guerras y desastres naturales. En Darfur (Sudán), aunque ya han pasado siete años desde el inicio del conflicto, las mujeres y niñas todavía son víctimas de violaciones y agresiones sexuales. Soldados del Gobierno y milicianos las buscan en las afueras de los campamentos y tratan de aterrorizar a la población con estos ataques. Los responsables, que también suelen ser otros refugiados e incluso familiares, quedan impunes, mientras ellas guardan silencio, sin denunciar y atemorizadas para evitar consecuencias peores.
Kuwait, Ruanda, Argelia, la ex Yugoslavia, Sarajevo, Bosnia, Costa de Marfil, Colombia ... también han sido testigos de estas torturas durante sus respectivos conflictos. Y al igual que las guerras, desastres naturales como el tsunami que devastó el sudeste asiático en 2004, también dan paso a estas agresiones o a la condena de mujeres y niñas a la prostitución.
Para evitar que se produzcan de nuevo, ONG's como Intermón Oxfam, toman una serie de precauciones a la hora de realizar su trabajo en Haití y prestar su ayuda, que consiste en abastecer de agua a la población e instalar letrinas, entre otras cosas. Iván Muñoz, portavoz de esta institución en Puerto Príncipe, me cuenta que procuran instalar el agua en zonas visibles, porque son las mujeres las que van a buscarla, y de esta forma se intimida al posible agresor. También han pensado en su protección a la hora de instalar los baños, que tampoco estarán nunca en zonas apartadas. Hay más letrinas dirigidas a las mujeres y menos para hombres, para que éstas siempre sean más y se puedan defender en caso de que ocurra algo. Este modo de trabajo sobre el terreno, nos explica Muñoz, es común al que han desarrollado en otros países como Congo.
Pero la realidad es que ahora, desde Haití, nos llegan las primeras voces de alarma. Aunque este país caribeño ya registraba altos niveles de violencia sexual contra mujeres y niñas antes del seísmo (2), el caos, la emergencia y la inseguridad se ceban ahora con ellos. Julio César Alonso, periodista y colaborador en la misión de Mensajeros por la Paz en Haití, explica que los agresores no sólo son los presos que han huido de las cárceles tras el seísmo. Lo más grave, asegura, son las bandas organizadas que ya existían antes del desastre y que se refuerzan ahora con los reos. Las primeras violaciones se han producido en Cité Soeil, una de las zonas más miserables de Puerto Príncipe.
Llegados a este punto, sólo queda trabajar para protegerles, simplemente porque la reconstrucción no será posible sin ellas. Las mujeres en Haití encabezan el 43% de las familias y sin ellas no serán suficientes los diez años estimados para devolver a la vida a este país caribeño, uno de los más pobres del mundo.
(1)Magalie Marcellin, de la organización Kayfanm; Myriam Merlet, una activista feminista y actual cabeza del Ministerio de la Mujeres de Haití; y Anne Marie Coriolan, de la organización feminista SOFA (organización feminista de Port-au-Prince), son tres luchadoras feministas que han perdido la vida en el terremoto.
(2) Ya en 1990, tras el golpe de estado que vivió Haití, se creó una formación de extrema derecha que agredía sexualmente a mujeres. En 1996, la Comisión Nacional para la Verdad y la Justicia de Haití declaró que la violación fue usada como arma política. Un año más tarde, Puerto Príncipe acogió el Tribunal Internacional contra la violación de derechos de las mujeres.
Alguien escuchó su voz, dio el aviso, y un equipo de rescate formado por trabajadores franceses y haitianos de Cruz Roja y Protección Civil, la ha devuelto a la vida después de pasar 15 días bajo los escombros de su vivienda, destruida el pasado 12 de enero tras el terremoto.
Su nombre es Darline, y la única secuela que sufre después de esta terrible experiencia, es una grave deshidratación y heridas en una pierna.
"No sé como es posible que haya resistido tanto tiempo. Es un milagro", indicó uno de los hombres que la rescataron, J.P. Malaganne.
"Vivirá. Sólo tiene 16 años y toda su vida por delante", indicó un médico francés, el coronel Michel Orcel. "Le estamos dando los cuidados que necesita y se pondrá bien".
Darline es una de las 130 personas que han sido salvadas desde el terremoto. Los rescates de los últimos días sorprenden a los expertos, que dan por hecho la muerte donde todavía queda un hilo de vida. Entonces, ¿por qué no se han retomado los trabajos de búsqueda?
170.000 CADÁVERES RECUPERADOS
El presidente del país, René Préval, asegura que se han recopilado al menos 170.000 cadáveres desde el 12 de enero: "En estos quince días se han hecho importantes esfuerzos" y la Compañía Nacional de Equipamientos (CNE) ha conseguido "retirar cerca de 170.000 cadáveres de las calles y ha despejado las avenidas para facilitar la circulación", declaró.
"De nuevo hemos amanecido con otra fuerte réplica, otro temblor. Pero no ha habido gran alarma. La gente ya no tiene ganas de correr, ya ni siquiera tiene fuerzas para asustarse", escribe Fran Sevilla, corresponsal de Radio Nacional de España en su último post.
Se refiere a la réplica de 4,9 grados que sacudió la parte occidental de Haití este martes, dos semanas después del devastador terremoto que mató a unas 150.000 personas y destruyó Puerto Príncipe.
Pero, además de cadáveres, el seísmo ha dejado a miles de personas sin hogar, y esa parece ser ahora una de las mayores preocupaciones. Unas 500.000 personas necesitan cobijo, aunque casi 600 campamentos improvisados dan cabida a unos 700.000 refugiados. Aún así, el presidente del país, René Préval, ha solicitado urgentemente 200.000 tiendas de campaña.
Y, mientras poco a poco, Haití vuelve a la mayor normalidad posible, nos siguen llegando buenas noticias, noticias de rescates milagrosos. Tropas estadounidenses han sacado este martes a un hombre de entre los escombros en un edificio en Puerto Príncipe. Tiene 35 años y aparentemente no sufre heridas graves.
"Llevo doce días viendo cadáveres, heridos en la calle, rostros de dolor por todas partes...miseria, sufrimiento, hambre, desesperanza... Pero hoy la sonrisa de unos niños me ha hecho pensar en la enorme capacidad de los más pequeños para recuperarse de los desastres", cuenta Almudena Ariza, enviada especial de TVE en su bitácora 'Cuadernos de Rodaje'.
Los niños son precisamente la esperanza en la reconstrucción de un país que ya poco tenía, y que tardará diez años en recuperarse, según se explicó ayer en Montreal, en la Conferencia Internacional sobre Haití. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que fue "fructifera" y "se avanzó" en los temas que se abordaron. Esperemos que, aunque sólo sea por esta vez, los políticos no formulen promesas imposibles de cumplir:
Leo entre las noticias sobre la reunión en Montreal: "El ministro de Exteriores canadiense, Lawrence Cannon, explicó a la prensa que una de las opciones que eventualmente se considerarán en la cita de hoy es perdonar la deuda de Haití, estimada en poco más de 1.000 millones de dólares. Creo que eso es ciertamente algo que será considerado entre las diferentes opciones que están disponibles, afirmó".
¿De qué estamos hablando? ¿Es que todavía hay que debatir este tema? No me lo puedo creer, como tampoco me creo que de estas 'super reuniones' salga algo. Y me pregunto, ¿a quién debe perdonar Haití y los haitianos por todo lo que les ha ocurrido, antes y después del terremoto?
Ahora sólo cabe esperar que en esta conferencia haya compromiso de ayuda total a un país devastado, y que este lunes sea el comienzo de una eficaz cadena de reuniones que se sucederán en los próximos meses para echar una mano o dos al país más pobre de América. Ojalá este compromiso sea equiparable a la respuesta internacional inmediata que ha surgido tras el terremoto. Porque ya no hablamos de donaciones puntuales, sino de trabajo constante. Ojalá también, se hagan las cosas aprendiendo de los errores cometidos en anteriores catástrofes.
Esperemos, por favor, que no se consientan falsas promesas, como ocurrió en la conferencia de Washington en abril del pasado año. Allí se prometieron 350 millones de dólares para ayudar a Haití a levantarse de nuevo tras los huracanes de 2008. Pero nada o poco llegó.
Hoy en Montreal se pone en marcha una nueva cadena de ayuda. El primer ministro haitiano, Jean-Max Bellerive, será el representante de su país. La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, el ministro de Exteriores galo, Bernard Kouchner, y la vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, entre otros, intentarán encontrar una estrategia para reconstruir el país.
Aunque pasen los días, y los medios ya no 'abramos' con Haití, cabe recordar cada día que el seísmo del pasado 12 de enero ha matado a 200.000 personas, y que tendremos que trabajar a largo plazo. Porque son muchas las víctimas que han perdido a sus familias, sus casas, absolutamente todo. La gente está herida, enferma, hambrienta, desesperada. Mientras tanto, continúan las réplicas, el miedo, el olor a muerte y los milagros:
El cineasta estadounidense Dan Woolley estaba en Puerto Príncipe para grabar un documental acerca de la pobreza en este país caribeño, que ya tenía muy poco antes del terremoto y que ahora no conserva nada.
Se hospedaba en el Hotel Montana, donde le pilló el terremoto de la semana pasada, y donde estuvo atrapado durante 65 horas, en el hueco de un ascensor, hasta ser rescatado con vida.
En ese momento llevaba consigo una cámara réflex y un iPhone. Gracias al 'smartphone' de Apple y a su aplicación de primeros auxilios, Dan consiguió sobrevivir y no desangrarse:
Asuntos Pendientes. ¿Cuántos tienes tú? En este blog recogeré mi punto de vista y breves reportajes sobre temas sociales y todo tipo de desigualdades, centrándome especialmente en la mujer.
Nací en Redondela (Pontevedra), en 1981. Soy doctora por la Universidad de Vigo (con la tesis 'El tratamiento de la violencia machista y la lucha por la igualdad en la radio pública. Análisis del programa 'Tolerancia Cero' de Radio 5. Propuesta de modelo'), Master en Radio por la Universidad Complutense de Madrid y licenciada en Publicidad y RR.PP (UVIGO).
Comencé en Radio Galega, en Deportes, y desde 2007 soy colaboradora de Radio Nacional de España. Actualmente trabajo en los espacios 'Abierto hasta las 2' (Radio 1), 'Tolerancia Cero' y 'Tendencias', ambos en Radio 5. Además, soy redactora del semanario Gente en Madrid desde 2006, en este momento cubriendo la información relativa a la capital.
En 2009 gané el premio Carmen Goes de Periodismo en la modalidad de Radio por un reportaje sobre la ablación que podéis escuchar en este programa de Tolerancia Cero.
