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'Fabricanciones': Melodía de recuperación y supervivencia

Archivado en: fabricanciones, violencia machista, igualdad, rafa sanchez, generando igualdad, tetuan, madrid

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'Llevo un tren adentro que me lleva a algún lugar...'. Así comienza una canción que nos trasladará a lo largo de sus estrofas a un viaje interior en clave de recuperación... El viaje en el que todavía se encuentran Conchi, Maite y otras mujeres supervivientes de la violencia machista que participan en el proyecto 'Fabricanciones', un taller de composición a modo de terapia dirigido por Rafa Sánchez. "El objetivo es involucrar a personas en situación de fragilidad, en este caso víctimas de maltrato, en el proceso creativo de hacer canciones. Queremos empoderarles y que descubran que dentro suyo, a pesar de lo que han vivido, tienen un caudal de belleza", explica antes de dar los primeros acordes de la melodía y mientras ellas, en círculo, observan atentas.

Aquí comienza la primera parte del taller, enmarcado dentro de las actividades organizadas por la asociación Generando Igualdad, con sede en Tetuán, que reúne a mujeres de todas las edades, de 30 a 60 años, y que atraviesan fases muy diferentes en su lucha contra la violencia.

La primera lluvia de ideas para construir la canción, palabra a palabra, les invita a recordar, a descubrir a aquella mujer que en su día fueron. "Yo era un cascabel, estaba llena de vida, de chispa", apunta una de las participantes. "Pero luego vas comprando la tranquilidad día a día. Si cuando estás en casa recibes un bofetón y quieres contestar, inmediatamente puede pasar a destrozar los muebles, a agredir a los niños, entonces te callas ese bofetón, te aguantas", añade otra de las usuarias. Sus frases se escriben en una pizarra, y la estrofa inicial va saliendo.

Pasamos ahora a la segunda parte, el "qué pasó", "el barro". "Vives con miedo, intentas no hablar por si dices algo mal y por lo que te puedas encontrar, una discusión o un insulto", comienzan diciendo en una nueva lluvia de ideas, en la que escuchamos otros testimonios como "llega un momento en el que te sientes culpable por consentirlo", "no vales para nada, no eres nada, si haces algo procura ver que lo has hecho mal o te lo destruye, es la zancadilla del día a día", "si no cocinas muy bien pues ahí te machacan y si no lavas muy bien o no planchas como él quiere pues es que no vales para la casa"...

Poco a poco, la tarde transcurre y con ella esta suerte de creatividad innnata. Llegamos al final de la composición, una tercera parte en la que destacan "las ganas de vivir, de conocer a otra persona que te quiera", "de reirte de nuevo"... Este será el punto y final de una terapia grupal en la que "las mujeres, unas más recuperadas que otras, comparten sus historias y se identifican", tal y como explica Elena, psicóloga de Generando Igualdad. Aunque ellas la consideran parte de su tiempo libre. "Nos sirve para hablar y para que se nos escuche, algo a la que ya no estábamos acostumbradas. Te da fuerza para seguir adelante", concluyen.

Canciones disponibles en la red

Todos los temas compuestos dentro del proyecto 'Fabricanciones', iniciado en marzo, pueden consultarse en la web Generandoigualdad.com y en Rafasanchez.org, además de vía Facebook o Twitter (@fabricanciones). A través de estos talleres, supervivientes del maltrato comparten fragmentos de vida comunes que intentan olvidar. "Yo no tenía trabajo cuando le dije a esta persona basta, no tenía nada, pero dije, me va a matar o le acabo matando, o paso a la cárcel o al cementerio", confiesa una de las mujeres. La mayoría observa, mientras asiente. El cuento les suena.

Fotografía: Luis E. Sánchez.

Publicado el 26 de abril de 2013 a las 09:45.

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Olímpicos y paralímpicos, aún a kilómetros de distancia

Archivado en: madrid 2020, alfonso cabello, lorenzo albaladejo, paralimpicos, deporte, igualdad

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Los hipóteticos JJOO de Madrid 2020 serían los terceros para Alfonso Cabello y para Lorenzo Albaladejo. El primero, ciclista, consiguió el oro en Londres 2012 con sólo 18 años y estableciendo un nuevo récord mundial. El segundo, atleta, terminó sexto en 100 metros lisos y séptimo en los 200, recién cumplidos los 22. Ahora, fijan su ilusión en unos Juegos nacionales que eliminen las desigualdades existentes entre deportistas olímpicos y paralímpicos, porque las hay.

"La mayor diferencia la encontramos en el nivel de preparación de unos y de otros. Un deportista en el que se vaya a confiar para un ciclo olímpico se concentrará en un centro de alto rendimiento con muchos otros compañeros y gente que trabajará exclusivamente para él. En el deporte paralímpico es ahora cuando se está dando ese paso", explica Cabello. Tampoco cuentan con las mismas infraestructuras ni con el mismo presupuesto y la falta de integración queda patente. "En otros países, olímpicos y paralímpicos comparten entrenamiento, y eso es algo que aquí todavía no ha pasado", añade el cordobés.

Mientras tanto, sueña con un Madrid 2020 que modifique estas y otras realidades, imaginando una preparación diaria acompañado por otro deportista con mayor rendimiento, olímpico, "que me ayude a mejorar mis marcas, que vaya más rápido y haga de liebre. Eso me obligaría a apretar las tuercas en cada serie, a subir de nivel", reconoce el corredor.

Con él coincide Lorenzo, compañero en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, donde residen. "A raíz de Londres 2012, el deporte paralímpico ha experimentado una profesionalización muy grande, porque hace cuatro años le preguntabas a alguien quién era Teresa Perales o David Casino y no sabría qué responder".

Pero todavían quedan cosas por hacer. "En cuanto al atletismo, se está acordando celebrar campeonatos unificados en la misma ciudad, no a la vez, y eso ya es un paso. No podemos ir nosotros por una parte y los olímpicos por otro, sobre todo cuando hablamos de un deporte con tan poco seguimiento y licencias. Quizás consigamos algo mayor si nos unimos". Quizás Madrid 2020 traiga ese espaldarazo definitivo y la integración reclamada.

"Que no se acuerden de nosotros cada cuatro años"
"Madrid 2020 sería algo super grande, porque tendríamos el calor de todos los españoles, estaríamos en nuestra tierra, con nuestros familiares, el clima, la cultura... Significaría un antes y un después en comparación con Juegos anteriores". Con esta enorme dosis de ilusión y positivismo afronta Cabello la visita del Comité Olímpico Internacional, convencido, como la mayoría, de que esta vez lo lograremos. "Londres fue un sueño hecho realidad, pero Madrid 2020 es lo máximo a lo que puedo aspirar, los JJOO de mi país", apunta Albaladejo.

Esperando esa gran cita, piden, eso sí, "que no se acuerden de nosotros cada cuatro años, trabajamos día a día y merecemos el mismo trato que otros deportistas", advierte el ciclista.

En el lado bueno de la balanza, Lorenzo reconoce el avance que Londres 2012 ha supuesto para el deporte paralímpico, "al menos ya no hablan de nosotros como los pobrecitos a los que les ha salido una enfermedad y corren, nadan o saltan, sino como verdaderos deportistas, y ese es el primer paso para avanzar, el reconocimiento".

Sin embargo, la igualdad total todavía no ha llegado, "aún no nos tratan como olímpicos, como gente normalizada", concluye. Todavía queda tiempo, todavía faltan siete años para que la capital les ayude en su particular lucha. De momento, ambos se preparan para los Mundiales de 2014 y para Río 2016, ese rival que tantos disgustos nos ha dado.

 

Publicado el 22 de marzo de 2013 a las 08:00.

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La calle, lugar de todos y para todos

Archivado en: sin hogar, sin techo, universidad, centro de acogida santa maria la paz, ayuntamiento de madrid, ONG

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2012 pasará a la historia por sus recortes, huelgas generales, desahucios, cinco millones de parados, un panorama hiriente que nos ha hecho gritar en demasiadas ocasiones eso de "la calle es nuestra", con más de 3.000 manifestaciones convocadas en Madrid. Hemos utilizado la calle para ejercer uno de los derechos fundamentales, pero también para perder parte de ellos, porque muchos de esos manifestantes no volvieron a casa una vez expresada su rabia, aunque su indigencia pasase desapercibida. El último recuento de personas sin hogar elaborado por el Ayuntamiento nos dice, por ejemplo, que el 23,6% tiene estudios superiores; y que de las 2.041 personas sin techo en la capital, un 66% permanece alojado en recursos sociales de la red pública y privada.

En esa red abrimos la puerta del Centro Santa María de la Paz (Hortaleza) y nos encontramos a Víctor, perito industrial de 58 años. No tiene barba, ni huele a alcohol. "Hay mucha gente con estudios, empresarios, personas que han vivido bastante bien, y que ahora, como yo, están en la calle", explica. En su caso, después de dirigir un almacén de hierros comerciales que facturaba al año más de tres millones de euros, lo perdió todo tras una expropiación. "El justiprecio que me dieron me arruinó. Las cosas pegaron un giro total, y ahora no tengo ni derecho a una paga", añade, sin dejar de nombrar a su mujer, que ha cruzado el charco en busca de nuevas oportunidades. Porque la calle también destruye familias.

Entre las 114 personas a las que este centro da acogida, la mayoría hombres de entre 45 y 60 años, vemos también a Pedro Pablo, de 44. Tras ocho meses de estancia, espera ahora el acceso a un piso de autogestión que le permita levantarse de nuevo. "Hace menos de dos años mantenía una vida normal, en Valencia, con mi trabajo de logística, mi pareja, el régimen de visitas con mi hijo, porque me separé... Todo comenzó cuando perdí un trabajo fijo y empecé a dar vueltas de un empleo a otro. Y cuando llevaba aquí tres o cuatro meses todavía no lo asumía", afirma.

Como él, Miguel Ángel, de 56 años, veía a la gente de la calle desde lejos, como "personas de mal vivir, sin ilusión por nada, pero me encontré otra cosa. A cualquiera le puede pasar esto", señala este ex empresario hostelero "con mala cabeza", que lleva un año y medio en la residencia.
Esta es la historia de tres manifestantes que un día salieron a la calle y nunca regresaron. Tres ciudadanos del mundo que lo han perdido todo menos lo imprescindible: las ganas. "Lo que tenía ya no lo tendré jamás, me voy a perder muchos años de mi hijo, por ejemplo, pero tengo ilusión", confiesa Pedro Pablo. "Yo sólo pido trabajar, y que la juventud tome conciencia de que no debe dejar de estudiar. Estar preparado en la vida sigue siendo lo más importante", concluye Víctor.

"No pueden quedarse aparcados"

En este albergue residencia gestionado por los Hermanos de San Juan de Dios desde hace 30 años, proporcionan habitación, cuatro comidas al día, asistencia psicológica, asesoramiento... "Se integran además en las actividades cotidianas como la limpieza, la cocina, la descarga de donaciones, la biblioteca... Y organizamos talleres de manualidades, teatro, informática, jardinería, habilidades sociales, yoga... para que durante el tiempo que estén aquí no se queden aparcados, que es un problema de este colectivo", explica Juan Antonio, uno de los Hermanos.

 

Publicado el 8 de marzo de 2013 a las 09:00.

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El sobre sin dinero de Asun

Archivado en: EMVS, Madrid, desalojos, alquiler social, PAH, manoteras, sanchinarro, hortaleza, hipoteca

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El temido sobre, ese que notifica tu futura mudanza a ninguna parte, cayó en el buzón de Asun Querol hace ya algunos meses avisándole del desalojo abortado finalmente el pasado día 8 en Sanchinarro, gracias al apoyo popular.

Ahora, esta mujer de 55 años, que sustenta a una familia de seis con su sueldo de 800 euros, espera que la próxima correspondencia de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo recoja una solución que le permita conservar su hogar a cambio de un alquiler bajo, de unos 300 euros. "La EMVS dijo una semana antes del intento de desahucio que la compañía se quedaría con la vivienda pero que Asun y su familia podrían seguir viviendo en ella pagando un alquiler de unos 325 euros al mes. Luego se echaron atrás y, el jueves, horas antes del desalojo, le plantearon un mes para pagar la deuda, que asciende a 22.000 euros. Es mentira que se le haya ofrecido otra cosa y que Asun no haya aceptado", aclara un portavoz de la recién creada Oficina de Apoyo Mutuo de Manoteras.

Lo que quiere Asun es renegociar la deuda, después de haber dejado de pagar las mensualidades durante tres años, al encontrarse en paro tanto ella como su marido Emilio Martín. "Hubo momentos en los que no podía ni comprar un litro de leche. Ahora llevo tres años trabajando en la lavandería de una residencia de mayores y puedo pagar, pero algo, unos 300 euros. En esta casa vivimos nosotros y, desde hace un año, mi hija Sandra, su marido y sus hijos, de dos y tres años. Sólo trabajo yo, y los mayores nos bastamos con un café negro, pero los niños necesitan leche, yogures... Encima mi yerno es gitano y le cuesta el triple encontrar empleo", explica la propia Asun.

Lamentablemente, el correo de los desahucios, con la EMVS o con cualquier entidad financiera como remitente, ha sido recibido por otros vecinos de la zona. "Tenemos otros seis o siete casos y llegarán más del propio bloque de Asun, en la calle Pintor Antonio Saura. La mayoría, como ella, vivían antes en Los Olivos, al lado de Valdebebas, antes de que les realojasen en estos pisos de protección oficial", añaden desde la OFIAM. "Lo cierto es que esto es una ruleta y nos puede tocar a cualquiera", concluye Asun. Así que, ojo al buzón. Más información: Ofiam.wordpress.com.

Publicado el 15 de febrero de 2013 a las 09:15.

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Los afectados por la hipoteca buscan ya un nuevo punto de acampada

Archivado en: madrid, acampada Bankia, afectados por la hipoteca, desalojo

Después de 108 días de protesta, y de varias daciones en pago y alquileres sociales alcanzados, la acampada pacífica de afectados por la hipoteca situada frente a la sede de Bankia, en la plaza de Celenque de Madrid, ha llegado a su fin, aunque no voluntariamente. A las cuatro y media de la madrugada, el pasado jueves, la Policía Nacional desalojó a las únicas dos personas que permanecían en el asentamiento haciendo guardia, Luis Domínguez y Manuel López, menos de lo habitual por las bajas temperaturas.

Pero, mientras fuentes policiales aseguran que la intervención se produjo sin incidentes ni detenidos, desde la acampada lo niegan. "No fue algo pacífico y se llevaron todas nuestras pertenencias. Lo hicieron como ladrones, por la noche, porque saben que a la luz del día estamos más. Además, había como unos cincuenta agentes para hacer frente a sólo dos personas", explica Gladis, una de las participantes en la protesta. Carlos, otro de los afectados, apunta que la Policía "ha barrido con todo. Toda la comida, los enseres e incluso la documentación, que han rescatado luego unos compañeros. Ha sido un desalojo a la fuerza y los han tratado de malas formas".

Al cierre de esta edición, varios de los involucrados en esta acción se encontraban reunidos para establecer un nuevo punto de acampada frente a otra entidad financiera. "La lucha no se acaba aquí, ahora seremos más fuertes, porque esta acampada ha sido un referente. No pararemos hasta que no cambie la ley", advierte Carlos, que pelea por que su hija, parada de 33 años, consiga la dación en pago. "Ahora siento una impotencia total, pero seguiremos adelante. De momento, la tienda de disfraces situada frente a Bankia nos permite estar en la acera que le pertenece", añade Gladis, que lucha igualmente por la condonación de su deuda.

La acampada comenzó en septiembre de 2012, cuando un afectado por desahucio se declaró en huelga de hambre frente de la entidad financiera. A él se sumaron posteriormente otras personas pendientes de la ejecución de su desalojo, recibiendo el respaldo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, voluntarios, abogados... Todos ellos acordaron permanecer en la plaza de Celenque hasta ver cumplidas las diferentes reivindicaciones de dación en pago y alquiler social de su vivienda, habiéndose conseguido algunas de ellas en este tiempo.

Publicado el 8 de febrero de 2013 a las 10:30.

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Rodajes sin autoría ni continuidad

Archivado en: Holaestáshaciendo1peli, cine, educacion, creación colectiva, marruecos, tanger, abrantes, portugal, madrid

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Sentarse en la butaca y ver una película sin director, es raro. Más extraño resulta aún que un personaje cambie de rostro o de ropa plano a plano, conservando su identidad. Hablamos de 'Hola estás haciendo 1 peli', una experiencia de creación colectiva, una película colectiva abierta al público, que puede participar en el rodaje grabando un plano previamente solicitado en Holaestashaciendo1peli.org (hasta el 31 de enero).

En el proyecto, que se desarrolla entre España, Portugal y Marruecos en esta cuarta edición, intervienen varios adolescentes de la capital, de entre 16 y 18 años, algunos de los cuales estudian en el IES San Isidro (C/Toledo, 39), como Lúa Llavona. Como otros alumnos, ella asistió a un taller de guión el pasado septiembre para formarse y tomar parte en 'Hola estás haciendo 1 peli'. "Ya no eres tú la encargada, sino que todos debemos colaborar, y en la educación falta eso", explica.


Junto a los madrileños, otros adolescentes de Abrantes (una zona rural portuguesa) y de un barrio marginal de Tánger, han elaborado en diferentes fases tanto el guión cinematográfico como el 'storyboard', de forma colectiva y a través de dichas clases. "Cada uno cuenta una pequeña autobiografía. El primer grupo que trabajó el guión fue el de Madrid, luego se lo pasaron a los portugueses y lo terminaron los marroquíes", apunta Marta, involucrada en el proyecto desde sus primeras ediciones. Por otro lado, Portugal ha creado el 'storyboard' del guión escrito por los españoles, Marruecos el redactado en Portugal y España dibujará el elaborado en Tánger.

Finalmente, la película se rueda plano a plano por personas diferentes que sólo conocen el que les ha tocado rodar, no el resto de la historia. Patricia participó, por ejemplo, en la convocatoria de 2010, la primera, que recogió historias de inmigrantes vecinos de Lavapiés. "Lo grabé con una cámara fotográfica básica. Es muy interesante, porque no has visto el resto de la película, ni sabes cuándo va a salir tu plano", confiesa.

"No hay que pensar siempre en las formas dominantes de hacer, tenemos capacidad de hacerlas y también las herramientas necesarias, cualquier móvil , cualquier cámara... De esa manera también se puede hacer una película", concluye Marta. La iniciativa llegará a su fin con el estreno del film en mayo, simultáneamente en los tres países.

 

Publicado el 25 de enero de 2013 a las 09:45.

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Los españoles también se prostituyen

Archivado en: prostitución, explotacion sexual, ayuntamiento de madrid, prostitución masculina, ivan zaro, mario blázquez, cogam, imagina mas

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Se anuncian en Internet, ejercen la profesión de forma provisional y voluntaria, compaginándola con alguna otra, sus clientes son hombres y casi nunca les veremos en la calle. Ni en Desengaño, ni en Montera, Orense... Aguardan en sus domicilios, en pisos o en saunas. Pero están ahí: hombres trabajadores del sexo. Tan sólo nos encontraremos algún porcentaje residual en la Puerta del Sol o en Almirante, un tipo de prostitución de nivel más bajo ligada a magrebíes, rumanos o búlgaros.

En cuanto a la procedencia, según Iván Zaro, coordinador del proyecto de atención a estas personas dentro de la ONG Imagina Más, "el gran grueso siempre ha sido Brasil, pero también Colombia o Venezuela. Les siguen rumanos y búlgaros; alemanes, franceses o italianos en fechas señaladas como Madrid Orgullo; y muchos de África subsahariana". Pero hay el mismo número de brasileños que de españoles, puntualiza Mario Blázquez, técnico de salud y de prevención en COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid).

Entre esos españoles se encuentra Aday, un sevillano de 22 años que ejerce en la capital. "Empecé por la crisis, y así llevo tres años", confiesa este enfermero de profesión, que prefiere prostituirse a sufrir la actual precariedad laboral. Y en sus planes a largo plazo no contempla retirarse. "Por ahora seguiré. Tal y como está España, el dinero negro es lo que nos queda", advierte. Hasta agosto, su media de ingresos se situaba en los 4.000 euros mensuales, y ahora, que el nivel -dice- ha bajado un poco, ronda los 3.000. Por servicio cobra unos 100 euros la hora en su piso, 150 más el taxi si se traslada a un hotel.

No hay explotación
Pero insiste, "esto lo hago de forma voluntaria", descartando el hecho de pertenecer a alguna mafia. "No se habla nunca de explotación, aunque hay casos que se han vendido como tal, hace un par de años. Sí puede ser que las situaciones laborales sean desventajosas", señala Blázquez. Aunque los inicios, como el de Aday, pueden venir marcados por la pertenencia a alguna de estas redes, tal y como recuerda. "Yo empecé en una agencia, pero estaba porque quería. En una de ellas, en Granada, el dueño se colocaba de cocaína y un día nos cerró a quince chicos en una habitación, y nos metió papeles ardiendo por debajo de la puerta para asfixiarnos. También es verdad que eso lo he vivido yo".

Como propuesta de futuro, y aquí sí, la reivindicación coincide con la formulada desde la prostitución femenina, unos y otros plantean la regulación y advierten, como Blázquez, que "la mayoría se están yendo a otros países a trabajar, porque hay controles médicos y puedes ejercer en condiciones dignas. Austria es un ejemplo". "Si nos diesen de alta en la seguridad social a todos los que nos dedicamos a ello, la crisis se acabaría en España", concluye Aday.

Blázquez: "La prevalencia del VIH en gais alcanza el 25%, cifra similar a la de estos trabajadores"

Sobre el II Plan contra la Explotación Sexual recién aprobado por el Ayuntamiento, recogiendo la prostitución masculina, Zaro, coordinador en Imagina Más, opina que debería incidir en cuestiones sanitarias, por la vulnerabilidad de estos trabajadores ante el VIH. Según el Centro Sanitario Sandoval de la Comunidad, la prevalencia es del 23% en los trabajadores del sexo, y del 0,3% en las prostitutas.

Sin embargo, Blázquez desvincula el papel activo en la transmisión de esta enfermedad atribuida a estos trabajadores. "Se estima que el 10% de los gais bisexuales están infectados por VIH, y que en las grandes capitales esa cifra puede alcanzar el 25%, mientras que el porcentaje de trabajadores del sexo infectados ronda el 26%". Sobre el consultorio online anunciado por el Consistorio para informar a estos ciudadanos, Zaro opina que "será útil para que conozcan los recursos que existen, dónde hacerse las pruebas de VIH de forma gratuita y anónima, o dónde tratarse cualquier infección de transmisión sexual".

Publicado el 25 de enero de 2013 a las 09:00.

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"Pido sensibilidad. Yo me puedo mover, otros no"

Archivado en: EMVS, Madrid, desalojos, alquiler social

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A estas alturas, y cuando la mayoría vivimos inmersos en la organización de nuestras fiestas navideñas, algunas familias, como la de Loli Ramírez, ni siquiera saben con certeza dónde pasarán la Nochebuena. El próximo 18 de diciembre, su madre, de 72 años, deberá entregar la llave del piso en el que residen desde hace más de dos décadas, en la calle de la Madera, con un alquiler social de 120 al mes.

Con la misma incertidumbre, o con el mal sabor de boca que provoca celebrar la Navidad por última vez en el que consideras tu hogar, viven otros vecinos de este bloque y de otros ubicados en San Cayetano, San Francisco y Embajadores. En total, son 130 los inmuebles afectados por los desalojos de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS).

El motivo de tales desahucios se basa en que el Ayuntamiento pretende vender estas viviendas, aunque la empresa inmobiliaria Renta Corporación, la candidata inicial, ha decidido no ejercer la opción de compra finalmente. "Esto nos anima bastante, pero no sabemos qué va a ocurrir ahora", apunta Loli, auxiliar de enfermería del Ramón y Cajal. Viuda y madre de un hijo, Ramírez no olvida que este es el segundo desalojo al que hace frente la familia. "Mi madre entregó su propiedad en Santiago El Verde nº 10 a cambio de esta".

Por su parte, Soraya Rodríguez, portavoz del PSOE en el Congreso, declaró en una reunión con los afectados -el pasado día 7 en la calle de la Madera, junto a Lissavetzky- y en referencia a la retirada de Renta Corporación, que "se ha ganado la primera batalla, pero no la guerra".

ALTERNATIVAS PROPUESTAS
A diferencia de Loli Ramírez, a Ángel Varas, otro vecino que ya supera la barrera de los 80 y que convive con su esposa, los servicios sociales le han propuesto una alternativa que consiste en mudarse a la calle Molino de Viento, próxima a su actual domicilio, pero que rechaza. "Necesito vivir y morir aquí, lucharé hasta el final", advierte.

Varas, que al igual que Ramírez reside en este inmueble desde hace dos décadas, y que ha recibido la notificación para abandonarlo el 25 de febrero, pide "sensibilidad, y que se trate a la gente con cariño, porque yo me puedo mover, pero hay mucha gente que no". Zahara, de 61 años, una vecina que tiene el 45% de minusvalía física y psíquica, por ejemplo, deberá coger las maletas el 10 de enero, junto a su familia.

Con más margen cuenta Rafael Olmo, vecino de la Carrera de San Francisco. Tras 22 años, deberá marcharse en marzo de 2014. "Solicité la opción de compra en 2004, pero me respondieron que no era posible". Antes, el 26 de junio de 2013, Salva Martí deberá abandonar también la casa en la que se aloja desde hace 14 años, en Embajadores. "Renta Corporación se retira, pero quién nos dice que no optará otra empresa", se pregunta.

De hecho, el vicealcalde Villanueva confesó este jueves que la EMVS "probablemente buscará otros compradores. No me consta que se haya echado atrás". Ese mismo día, Javier Lasso de la Vega, el vecino que debía entregar sus llaves, decidió no abandonar su domicilio, y destacó que ningún representante de la empresa acudió al inmueble.

REALOJO EN LA PERIFERIA
Otra fecha límite, el 13 de marzo, es la fijada para que Soraya Yagüe y su familia cierren para siempre la puerta de su vivienda ubicada en la San Cayetano, después de 23 años. "La alternativa pasa por realojarnos en otro barrio, pero no del centro, porque no hay disponibles para unidades familiares grandes. Es decir, nos mandarán a Sanchinarro, Vallecas, Carabanchel... Tememos que nos ubiquen en un punto conflictivo", confiesa.

Lo más grave, concluye, es que "no se dan cuenta de la situación que viven las familias. A mi padre, con 54 años, le acaban de despedir con un ERE; mi madre es limpiadora; yo trabajo de forma eventual y vengo de otro ERE en julio; mi hermano también atraviesa una situación inestable... Mi madre tiene miedo de verse ahora con 50 años, sin trabajo y sin casa".

Por su parte, la EMVS asegura que seguirá trabajando "con cada una de las familias, como lo ha venido haciendo hasta el día de hoy".

Publicado el 14 de diciembre de 2012 a las 09:15.

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Más derribos en el poblado de Puerta de Hierro

Archivado en: madrid, poblado, puerta de hierro, vivienda, chabolismo, amnistia internacional

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Dos familias, una docena de personas, son, en este momento, los únicos supervivientes en el poblado de Puerta de Hierro tras los últimos desalojos del pasado 20 de noviembre, quedando en pie sólo una vivienda y el lugar de culto. Diecinueve vecinos, las familias de Carmina y Alicia, sufrieron estos derribos dejando sin techo a más de una decena de menores y a una embarazada de siete meses, Yanira, a la que el Samur Social le ofreció cinco días de realojo en albergues, y que al cierre de esta edición permanecía ingresada en el Severo Ochoa de Leganés, tal y como explica Merche, portavoz del núcleo chabolista. También se le arrebató la vivienda a una mujer de unos sesenta años, la propia Carmina, que estos días se someterá a una seria intervención quirúrgica de matriz.

Tras las recientes demoliciones, que se realizaron presuntamente sin notificación oficial de por medio, 54 familias afectadas preparan una denuncia colectiva contra el Ayuntamiento que, tal y como apunta Amnistía Internacional, "sigue incumpliendo sus obligaciones en materia de derecho a la vivienda". La ONG, que el pasado 18 de octubre entregó 75.000 firmas en el Consistorio para frenar los derribos, denuncia que, tras los efectuados la pasada semana, "nuevas familias se ven obligadas a dormir a la intemperie, en furgonetas, entre escombros o a refugiarse en casas de familiares", sin tener acceso a ninguna otra alternativa, más allá de "tres días de alojamiento en un albergue", ofrecidos por el Samur Social. A día de hoy, informa la portavoz del poblado, unas 200 personas, incluidos muchos niños, viven en el asentamiento marginal en furgonetas.

Sobre la situación de Shakira, la niña de seis años, enferma de cáncer y desalojada en verano junto a su familia, ésta reside ahora en el piso de Tetuán de 70 metros que el Ayuntamiento cedió a su abuela Milagros, y donde residen 21 personas más. "Las expectativas son buenas. El tumor se ha reducido", concluye.

Publicado el 30 de noviembre de 2012 a las 11:30.

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"Si no voy al servicio, sufro cólicos de riñón terribles"

Archivado en: discapacidad, universidad complutense de Madrid, jose luis mora, recortes, crisis

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Jose Luis Mora estudia segundo de Psicología en la Universidad Complutense de Madrid, carrera que compagina con el tercer curso de la Escuela Oficial de Idiomas y con su afición a la pintura. A eso de las diez de la mañana, Begoña, una compañera de clase, le espera a las puertas de la facultad. Hasta aquí, todo normal en un joven de 21 años, risueño y con ilusiones.

Entre otras de sus hazañas, "conduzco desde los tres años", bromea. Lo hace tumbado, a bordo de una silla eléctrica que maneja únicamente con la barbilla, a través de un mando y de varios botones. Desde que nació, en La Paz por cierto, sufre artrogriposis múltiple congénita, una enfermedad que mantiene rígidas sus articulaciones y que le impide generar músculo.

Pero, gracias a sus compañeros, que le ayudan a subir en el ascensor, que la abren la puerta, que le dan el desayuno o que le pasan los apuntes y, sobre todo, gracias a sus ganas, su vida académica se parece mucho a la de cualquier otro joven de su edad. En cuanto al estudio propiamente dicho, "como no puedo pasar las hojas con la mano ni subrayar, lo esquematizo todo en la memoria y se me tiene que quedar sí o sí. Y los exámenes los hago orales, aunque viene un becario de la oficina de integración para rellenarlos, en el mismo aula que el resto. Por lo demás, soy un alumno normal", reconoce sin perder la sonrisa ni un solo segundo.

Y como cualquier estudiante, como cualquier persona, tiene una serie de necesidades fisiológicas que hasta ahora podía cubrir gracias al servicio de apoyo sociosanitario que prestaba la Universidad Complutense, a través del cual, una persona le acompañaba al baño a media mañana. Aquí comienza la desigualdad, las odiosas diferencias. Porque el servicio ya no existe. Los recortes le han hecho desaparecer, aunque apenas supone "unos 600 euros al mes, que es lo que cobra una persona contratada para atender a Jose Luis y a otros seis jóvenes con discapacidad que estudian en esta universidad", explica Javier Font, presidente de FAMMA-Cocemfe.

Como consecuencia, aparte de la cuestión higiénica, el sufrimiento de Jose Luis se incrementa. "Si no voy al baño me dan cólicos de riñón terribles, y tengo que beber agua para que se me pase. Además, me fastidia el esfuerzo extra que tienen que hacer mis padres", confiesa.

Desde septiembre, cuando se eliminó la atención a este estudiante, Isabel y Jorge, sus progenitores, se las tienen que apañar para trasladarse a la facultad a media mañana y suplir así la atención recortada. "Para mí supone un trato vejatorio. Jose controla esfínteres, pero hay muchos que no, que van con pañal, y sus compañeros les excluyen porque huelen mal", opina la madre.

Por su parte, la Universidad, afirma Font, "ha mostrado una falta de sensibilidad total. El rector no ha sido capaz de recibirnos para buscar una alternativa, y desde el gabinete de Comunicación nos han dicho que cuando alguien se rompe una pierna tiene que buscarse la vida para ir a la facultad. Vamos a denunciarlo y preparamos una movilización para el 12 de diciembre". Como Jose Luis, otros 300 alumnos con discapacidad estudian en la Complutense.

Publicado el 30 de noviembre de 2012 a las 09:00.

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Patricia Costa

Patricia Costa

Asuntos Pendientes. ¿Cuántos tienes tú? En este blog recogeré mi punto de vista y breves reportajes sobre temas sociales y todo tipo de desigualdades, centrándome especialmente en la mujer.

Nací en Redondela (Pontevedra), en 1981. Soy doctora por la Universidad de Vigo (con la tesis 'El tratamiento de la violencia machista y la lucha por la igualdad en la radio pública. Análisis del programa 'Tolerancia Cero' de Radio 5. Propuesta de modelo'), Master en Radio por la Universidad Complutense de Madrid y licenciada en Publicidad y RR.PP (UVIGO). 

Comencé en Radio Galega, en Deportes, y desde 2007 soy colaboradora de Radio Nacional de España. Actualmente trabajo en los espacios 'Abierto hasta las 2' (Radio 1), 'Tolerancia Cero' y 'Tendencias', ambos en Radio 5. Además, soy redactora del semanario Gente en Madrid desde 2006, en este momento cubriendo la información relativa a la capital.

En 2009 gané el premio Carmen Goes de Periodismo en la modalidad de Radio por un reportaje sobre la ablación que podéis escuchar en este programa de Tolerancia Cero.

Y en junio de 2013 el XV Premio Tiflos de Periodismo de la ONCE en la modalidad de radio por un reportaje sobre los recortes en la universidad.

Por otro lado, la Academia de la Radio otorgó a 'Tolerancia Cero' el premio Teresa de Escoriaza en febrero de 2014.

 

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