Messina y Pellegrini o la diferencia entre el fútbol y el baloncesto
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Cuando llegó Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid, la sección de fútbol y la de baloncesto estaban en una situación cuanto menos complicada. Los dos equipos necesitaban un lavado de imagen profundo que los devolviera al lugar que históricamente se habían ganado.
Comenzó la pretemporada y mientras en el fútbol la gran noticia eran los fichajes multimillonarios, en el baloncesto se trabajaba más en silencio, pero formando un equipo competitivo siempre, repito, SIEMPRE atendiendo a las peticiones del entrenador.
En estos primeros meses de competición, los resultados son buenos en una y otra sección, con la excepción de que en el fútbol no valen sólo con los resultados. Todos dudan de la valía de Pellegrini y algunos jugadores no encajan en sus métodos y lo dicen abiertamente cuando no le mandan a tomar viento. En el baloncesto no hay estrellas, todos dependen de ese señor que se sienta en el banquillo llamado Ettore Messina del que nadie duda y sobre el que los jugadores tienen un respeto enorme y, claro, los resultados acompañan.
El fútbol es un deporte my distinto al resto de disciplinas colectivas. No veo a un suplente teniendo tan buen rollo con el compañero que le quita puesto como hacen los porteros de balonmano, o no veo a un jugador asumiendo que un entrenador le cuestiona y le cambia constantemente para que madure y mejore en su juego (como hace el propio Messina con Velickovic). Por desgracia, estamos muy lejos de esto.
Tal vez el día que el Madrid no empiece la casa por el tejado en el fútbol, es decir, cuando piensen en un entrenador que esté por encima del cargo, que se las sepa todas y al que la presión no le haga ni cosquillas, y haga un equipo en torno al técnico, las cosas irán mucho mejor.
Publicado el 20 de noviembre de 2009 a las 07:15.
