La inflación mundialista en jugadores como Kolarov o Di María
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Los aficionados madridistas tenían un aliciente especial en las primeras jornadas del Mundial. El supuesto interés del club de Chamartín en jugadores como Di María o Kolarov hizo que los partidos de Argentina y Serbia cobraran otra dimensión. Al final, las actuaciones de estos jugadores pasaron un tanto desapercibidas.
El lateral de la Lazio no desentonó pero se dejó arrastrar por la gris actuación de toda su selección. Kolarov no se prodigó en ataque y en algunos foros de seguidores madridistas ya se pone en tela de juicio la idoneidad de su contratación. No se puede juzgar a un futbolista por un partido, pero también hay que decir que si no andan los grandes de Europa negociando su fichaje será por algo.
El serbio está entre la espada y la pared. Una gran actuación suya servirá de excusa a la Lazio para pedir el oro y el moro por su fichaje, algo que va en contra de la intención del jugador quien ya ha dicho que quiere cambiar de aires. En cambio, un paso sin pena ni gloria por Sudáfrica destaparían las dudas sobre su fichaje. Qué paradoja.
En una situación similar se encuentra Di María. Al argentino no le viene nada bien el esquema de la albiceleste ni la idea de juego que quiere Maradona. Con Messi de mediapunta, el ataque no se basa en aperturas a la banda para buscar un centro al área. El jugador del Barça sólo conoce una dirección: la portería; todo lo que no sea buscar el marco contrario, para él es una pérdida de tiempo. Ante esto, a Di María sólo le queda la opción de buscarse la vida en algún contragolpe o alguna acción individual aislada.
El fútbol es un deporte de claros u oscuros, no hay margen para los grises. Si Di María o Kolarov destacan en el Mundial estarán más lejos del Madrid. Como el marisco en la víspera de Navidad, algunos clubes quieren colocar su mejor producto a un precio un tanto desorbitado. La previsión no es una de las virtudes de este club. Si esos fichajes se hubieran cerrado hace quince días, este post nunca hubiera llegado a ser escrito.
Publicado el 15 de junio de 2010 a las 11:00.
